Inéditos
LOS
"TIPROFI" Títulos provinciales de financiamiento /
Néstor Groppa
San Salvador
de Jujuy - años 1995 / 1996
SEÑORES,
¡AL
BONO
BONITO!
|
¡
SEÑORES,
AL BONO
BONITO !
¡VEAN
EL BONO
BONITO!
! AL BONO
BONITO ¡
|
parcial
cronicón
del bono
- 12 -
95
|
EL
TIPROFI
-
más conocido por el (los) bono ( s )-
"para
la cartera de la dama
y el bolsillo del caballero"
pase y lea por favor esta
EXPLICACIÓN
Esta
Nota y todas las demás ( en total treinta ) tienen una primera
escritura a mano. Permanecieron encarpetadas y mezcladas hasta que decidí
pasarlas a máquina y darles cierto orden. Las fechas en que fueron
escritas están al pie de cada una. Conforman brevísima crónica
(desde una esperanzada objetividad, tanto poética - !
¿ objetividad poética ? ¡ - como humana , y en este
sentido, a veces la indignación envuelve en aires de panfletos
a muchas de ellas ); imágenes referenciales de uno o dos años
de la realidad jujeña. De la que se presiente y de la que se ve.
La intención era continuar esta experiencia durante más
tiempo. Un quinquenio, por ejemplo ( no digo quinquenal porque la palabra
puede acertar recuerdos malos y mayores, farragosos y manoseados ). Noto
suficiente con asentar año 1995 y 1996 con hora y minutos. Los
años siguientes han de variar - empeorar para mejor o mejorar para
peor, como ya es costumbre en el país - en muy poco esta tónica.
Lo que
podría haber sido un libro y ya con título ( ! Al bono bonito
¡ - "para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero
" -, o" El Bono Escrito - pegado con cinta mágica -,
etc ......." ) lo postergamos hasta un futuro extravagante ( no porque
se hayan solucionado los problemas sino por haberse empeorado y debamos
aumentar líneas y adjetivos. Además no se puede cronicar
pensando en el incierto futuro. La crónica es la incertidumbre
del presente. ).
Es así
cómo lo comenzamos a dar hoy bajo el título genérico
de Notas y con el debido subtítulo aclaratorio. En caso de concretarse
el libro, pasaría a un título todavía no convenido,
ni hallado.
Todos
hemos sufrido en esta provincia. Me atrevo a asegurar que también
los que nos hicieron sufrir, nada más que éstos padecieron
con aire acondicionado, firmando planillas, notas y memos y gozando tal
vez de relucientes viáticos y otras golosinas compensatorias. Por
otra parte, creo es lo justo para quienes tienen tamaña responsabilidad
al gobernar, legislar y juzgar. Claro, un poco distinta la situación
a la de aquéllos que en los asentamientos y en los miles de viviendas
premoldeadas y de bloques y en el paisaje ( lo único que queda
por vender ) ni gobiernan, ni legislan, ni juzgan. Trabajos innecesarios
porque para eso eligen representantes, para que lo hagan por ellos ( pero
sin asesores ). Tal la democracia del embudo.
Como
introducción, tenía el ánimo de remitirme a un volante
( sin fecha y producto del "feroz internismo" ) que supo circular
hace unos años y que titularon CAMBALACHE abriendo pequeñas
secuencias con letras del mismo tango y firmado por la agrupación
J.J. Valle : "Hoy da lo mismo ser derecho que traidor"... "Da
lo mismo el caradura que un señor"..., "Los inmorales
nos han igualao"...." El que no afana es un gil"....."Que
falta de respeto, que atropello a la razón"....
También este ! Bono bonito ¡ podría ser la segunda
parte de mi LIBRO DE ONDAS - aunque signifique una gran contradicción
y me esté estafando, creer que este circo con payasos serios y
"pirupíticos" sea una buena onda -.
Ya veremos
cómo lo termina de ordenar la poesía "para la cartera
de la dama".
El libro
se divide en 2 partes : 1. ! Al Bono bonito ¡ , 2 El Bono escrito,
que comienza con "La marcha de la Dignidad", pasa por la Ley
4178 de la que se habló y manoseó tanto, sin conocerla,
y termina meses antes de la llegada de los dudosos "piqueteros".
El resto
es tema de otro libro de crónicas, ( Crónica de Indias o
de Indios, según se lea a Jolís o al Padre Lozano ).
La crónica
continúa siempre con la vida o detrás de ella "para
el bolsillo del caballero".ng
El Bono
existe en Jujuy desde la década del 80.
7/12/96 12:00:47
primera
parte
de
EL BONO
ESCRITO
y
emparchado con cinta mágica
siguen
los bonos, las bombas y los bombos, la incertidumbre sigue y el
10 de diciembre se aproxima ¿y después del re-nacimiento?
Presten atención señores a los siguientes actos del
drama provincial. En varias notas, muchos cuadros, demasiados cuadrados
y actos diversos.
|
1
- .....MAS LÍBRANOS SEÑORDE
TODO BONO, amén.
( debían dos meses de sueldo )
Así eran estos malos tiempos.
Contaban los engaños, desilusiones, miserias éticas
alrededor de ollas populares.
Un montón de pálidas volvían al aire manto. O sudario.
Alejamientos, ausencias, cartas con lágrimas en los ojos
y el invierno del todo derramado
tenía un sol abierto y desierto como el fondo
de una lata vacía de duraznos en almíbar,
enmelando sombras alargadas en las villas
aquellas tristes del apresurado atardecer camino a la noche
donde el televisor recuerda en colores
o barniza de estupideces el presueño de una sola prepizza.
La patria en caída descompuesta:
su provincia Jujuy, deambulando en busca de padres
y hermanas
! qué años, mi Dios ¡ !qué Siglo¡ ! cuánta
zoncera reporteada ¡
lustros tocados por batallas y miserias, operados por espantos;
una mano no lava ya la otra
ni las dos lavan la cara;
gran silencio las cubre,
un silencio sobre silencio de mortaja,
una joya blanca, y así, oyendo por añarales
las mismas frases de retumbo, ya descreemos
de esta sombra que el sol aventura hasta donde la noche nace
en una tarde de domingo a mitad de la semana.
No hay plata, lo que se dice plata, dinero legal,
el sueldo no llega, además del atraso
ya no hay huelga que alcance ni paro que remedie
( como más o menos sucedía antes ).
Los inimputables espían tras las persianas de la C.G.
( casa de gobierno )
hacia la calle ;
están sordos además de sacha ciegos y ser cínicos
y necios
con todas sus entrañas amarillas de muñecos de paja.
Cuánto palabrerío, cuánta elección, cuánto
sofisma, mi Dios
y razonar de cuarta; palurdos y chantas
y tanta tontera con poses de senadores romanos
más el Sí Juro por Dios sobre estos Santos Evangelios
y por la Patria y Si No ( y de no )
desde este gran tragamonedas para mi uso exclusivo
con el que me le animo a las "internas" y demás lemas
de la Ley en esta mascarada de malos bombos y bombas
a granel tras los que nos miran fotografiados, o dibujados,
los próceres provinciales y de nación, en épocas
hazañosas
con altiveces y demás monedas y pesos verdaderos.
Otros circulantes morales. Así es.
Pícaros de todas las medidas, quilajes
y estaturas, vivieron años descomponiendo el aire patriarcal
desluciendo los perfiles sin retornos del tiempo.
Enturbiaron décadas con sus mañas
y la flor de la corrupción - la pálida de moda -
como "Hijos de Cuca",
hurguneros en casas de inocentones vecinos,
generaciones que a pesar de lustros combatiendo al capital
( ! qué grandes eran ¡ ).
En fin, estos tiempos hacen la historia demasiado dolida
de mi Patria; son el bun de la mediocridad laig,
el teleteatro de los nuevos ladrones del ciberespacio;
de las emprendedoras mafias
provinciales, los endomingados piojitos resucitados,
los viboreros elegidos por el pueblo...( disculpen los graciosos
e incansables viboreros con el sudor de su frente ) .......
......mas líbranos Señor de todo bono y picarito. Amén.
Tan así en Jujuy, como en su cielo
( "para la cartera de la dama
o el bolsillo del caballero" )
algo de lo acontecido,
según los diarios locales de la fecha
1/12/95, a horas 11:59.
1 - 12
- 1995.
2
- NOS COLGARON EL SAN BENITO ( de Nursia, Umbría, Italia )
Y TAMBIEN EL SAN BONITO ( de Perarévalos, Jujuy, Argentina,
casi Bolivia )
(
de la lucha entre santos )
El refugio
de los diarios desvanecidos
( diarios abuelos
amarillentos ) donde uno hojea , ve
palabras extraviadas
y ya por morirse.
San Bono, rompe
la cadena de
pagos, en cambio San Benito fundaba conventos.
San Bono destruye
un camino largo.
San Bono permite
meter la mano
en los bolsillos
de obreros, mucamas y empresarios caballeros
( aunque muchos
de éstos meten las suyas
en el Banco
Provincial donde hay directores peinados
de blanco ).
San Bono qué
terrible diablo santo de tinieblas
que hasta lo
falsificaron para mejorarlo
y así
contamos moneda de tercera
igual a aquella
"yerba de ayer secándose al sol".
San Bono, que
el pueblo te perdone
pero que jamás
te rece, que jamás olvide a las coperas
autoridades
que te canonizaron. Que un día te abandonen
a un costado,
como a esos picaroncitos
- la ceca de
los Benedictinos -
que te inventaron,
san bono, sin ser santo
sino engendro
animal de pelusa en los bolsillos
de la pobre
gente, que lo mismo vota
a estos candidatos
" piratas del asfalto "
atracadores
cebados en lo que va del siglo.
San Bono, excreta
( ¿ sí ? )
del monasterio
de los tres joderes que te dan un poder
descarado.
San Benito de
Nursia fundó la orden
de los Benedictinos
en el 529.
"Además
de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, la regla imponía
a los religiosos la oración, el trabajo corporal y el cultivo de
la inteligencia. Se extendió rápidamente por todo el Occidente
y reemplazó a las otras instituciones, menos prácticas y
menos elevadas. Las más célebres abadías de Francia,
Alemania e Inglaterra fueron benedictinas. Los monjes cultivaban las tierras
que la piedad de los fieles les cedió, generosamente contribuyeron
a rehabilitar el trabajo manual e hicieron productivas muchas estériles
posesiones. Opusieron a la barbarie, al mismo tiempo, sus estudios, sus
lecciones y sus ejemplos, esforzándose en contener los progresos
de la ignorancia y en reanimar la civilización...".Dicc.
Era el
año 529.
Pasaron 5.864
estaciones terrestres con 535.090
puestas de sol.
Y millones y
millones de hombres
"
(lat, hominem) Ser dotado de inteligencia y de un lenguaje articulado,
clasificado entre los mamíferos del orden primates y caracterizado
por poseer cerebro voluminoso, postura erguida y manos PRENSILES"
( ¿ sí ? ). Dicc.
En aquellos
entonces
la orden de los Benedictinos enseñaba al primitivo mayor
amar la vida, ir despojándose de la barbarie
y avanzar hacia el futuro escondido en el mundo.
Hoy los perarévalos, pueden darse las manos prensiles
con aquellos casi primitivos.
De San Benito a San Bonito, cambia nada más que una letra.
Y en el lenguaje atribulado del hombre
una letra cambiada es como un electrón desorbitado,
de pronto enloquecido y fuera de ruta,
la irregular, inestable Vía Láctea con 10.000 millones
de estrellas en donde en uno de sus cuatro planetas interiores
vivió el Consejo de los Hombres Buenos
- industriales, artesanos y operarios -
elegidos por sus pares
como lo dispuso Napoleón Primero en 1806 ( " ¿ nocierto
? " )
y que hoy forma parte del silencio de los universos
y del viento solar ( ¿ sí ? ).
- Normal. Correcto. Afirmativo. -
2 - 12 1995
9.49
4 - AQUÍ ENTRA LA MULTISECTORIAL
A la
mañana encendieron los bombos,
a mediodía, el fuego
y a la tarde, las antorchas.
A la mañana golpearon en la Casa de Gobierno
y por la tarde, en el portón azul del cielo:
pedían los sueldos y amenazaban con otro Exodo,
pero sin arrasar la tierra, como en el siglo anterior,
sino sembrándola de cantos embroncados
y mariposas de pancartas
sobre los ecos de los instrumentos
con que acompasaban la cuota de paciencia.
Llamaban a los sordos de la tierra y a los sordos del cielo.
Junto con el pan, la salud y la buena letra
pedían dignidad a los encargados de tenerla, por mandato otorgado,
entre tanto pasillo estrecho y mal barrido
de la Legislatura, Tribunales y el Gobierno.
Al cielo lo tapaban nubes
y a las nubes las alzaba el viento.
Ningún elegido asomaba a los balcones
con un gesto.
En mediatarde se paseaban por la plaza Belgrano,
miraban la Catedral, el Cabildo, las estatuas
de la Dolores Mora; auscultaban el latir de la semana,
el semblante de los electos ( todos astillas
de un mismo palo ), y pensaban
en volver a encender los bombos;
a mediodía, los caminos
y a la noche, la patria con su cielo
azul negro refrescado
en donde se origina el láser del tiempo
( "....que se basa en la utilización de un campo electromagnético
tal que su frecuencia se encuentra en resonancia con la frecuencia en
la transición entre dos niveles de energía del medio que
atraviesa dando lugar a una emisión estimulada y obteniéndose
una luz de la misma dirección que la onda excitadora, en fase con
ella y con idéntica frecuencia y polarización..." !
Sí ? ¡ ).
¿
Era justo, después de tanto
que los obligaran
a otro éxodo
cuando por el
mundo habían pasado por demás cosas
que la gente
abrevió como Progreso ?
¿ Era
lógico volver al arcabuz de los ángeles
y a usar los
remedios del pasado siglo
en las puertas
del siglo venidero
como si se hubiera
convivido en vano ?
Si el
hombre no razona, se pierde;
si no se da cuenta, es porque está muerto por dentro.
Simplemente, y por los chicos, tratemos de ver la vida
con los ojos abiertos.
6 - 12 - 1995
19:46
6
- " LA PROVINCIA ESTÁ DESTRUÍDA "
-
leyendo los diarios locales -
Leía los diarios del día 9 de Diciembre
y no podía creerlo,
la vecina no podía convencerse ni convencerme yo
de tanto subjetiva excreta moral.
La provincia solamente retenía
el monumento a la Independencia ( ? ), las estatuas
de Lola Mora ( traídas por casualidad ) y la estrella de Belén
( en la Catedral )
y la Catedral, también.
Lo demás, lo que suman y llaman patrimonio,
pasaba a bolsillos nacionales - ¿ unitarios o federales ? -
y de ahí, a cuentas no registradas de nuevos ricos multinacionales:
la luz provincial, el agua de la provincia
a la sombra de la estrella polar
las ventanillas y los libros rayados y las computadoras
y las cajeras del Banco de la Provincia de Jujuy, los caminos, los silencios
del subsuelo, las rutas polvorientas del cielo, los últimos años,
la niñez de los jubilados, las viejas caritas de los niños,
el honor
del salón de la Bandera, las desencuadernadas páginas
de sus historias
pasarían a las cuentas de los nuevos ricos globales ( ¿
o no ? ).
Sólo seguirían en la provincia las moscas del hambre,
la crónica altiva, inasible, siempre errabunda,
el hacer y las manos, que en vano habían trabajado.
Solamente quedarían en el mapa
uno que otro río,
uno que otro cerro
de la pre cordillera
en la geología con todas sus edades enajenadas por pedimentos.
Los hombres revolvían en la historia,
sacaban pedacitos de hazañas, cortaban instantes o años
enteros.
Entre todos los miraban,
memoraban las oraciones y los ritos de otros pueblos,
sus altares, sus entregas, el lanzazo de sus miradas
y sus galopes de frontera a frontera.
Imaginaban el terreno provincial
con sus amores y aquellas primaveras
desmandadas, procreando a ras del raso
cuando una espuma rosa desborda los lapachos,
o esos ángeles azules se vuelan de los tarcos
en tardes derramadas de la cuarta estación,
donde ya suenan los pesebres y sigue un bombo pero indignado.
Ah ! ministros, diputados con retroactividades, Srs. magistrados
y Sras. y Srtas. oyentes,
contadores públicos nacionales, y niños y niñas aquí
presentes :
estamos vigilando lo mismo que una planta
atendiendo al sol,
al agua que baja con la lluvia
y a la sombra
que me peina y despeina.
Soy esa planta indefensa a merced
de pronto, de una mano cariñosa
o de una mariposa oficial
negra y dañina
que regala un polvillo lúgubre de heredadas muertes.
Tal la vida en este Diciembre
pesando los sueños del mundo por el mundo
decepcionado de lo que existe
tan de pronto con todos los colores de la vida
y muy de pronto en blanco
con ese blanco
de cuaderno nuevo
en que nos disponemos a escribir con dignidad
la continuación de la historia, zarandeando su cronología
inmediata, para separar el cascajo de lo tolerable.
Que lo hay.
9 - 12 - 1995 18:45
8
- RENACIMIENTO Y MUERTE
(
Snopeck - Ferraro y Antonio Paleari )
Hoy hay
recambio de gobierno provincial
y un suicidio.
Se mató Paleari ( antes lo había matado un diario ).
El 10 a la madrugada tiró un balazo
que terminó de detenerlo al caer la tarde.
Antonio Paleari había sido muchas cosas positivas
en la provincia
y seguramente, el cronista de estos años
ha de tenerlo en cuenta.
Así como a los mandatarios salientes y entrantes
en esta especie de original calesita, sin calesitero aparente
en la que andan y bajan y suben los mismos,
dando vueltas que duran años
y donde siempre consiguen la argolla de la pera
para otra vuelta más - gratis - según la convención
de los calesiteros
( es la onda de la democracia de los noventa con su calesita bananera
).
Ahora están corriendo los muebles de la casa,
para hacerse a la idea de que la casa cambia:
donde estaba el comedor, irá el livin; en el dormitorio, la tesorería;
donde era el escritorio, la silla. Al lado de la caja fuerte, la lata
para los gastos diarios
y así, todo el moblaje de casa pública
con los nuevos silloneros en los sillones patrios.
Los mandatarios salientes,
salieron cómodamente.
En sus casas clasifican la fruta cosechada.
Separan la chica de la grande. Pero no hay descarte
y todo sigue recto como el láser sonar de las chicharras
anunciando el tiempo con horas fuego
( "todos miremos para adelante, no para atrás..",
además, volverán con el premio calesitero, los que se fueron
sólo mirando para los costados y para adelante )
Los mandatarios que salen, no salen
siguen por los recovecos y los huecos de la ciudad política.
Observan. Están prestos ( no presos )
atentos a la música del tiovivo; atentos
al caballito o al autito preferidos.
La música sigue, sigue la música y en ella el único
que se fue
se llamó Antonio
historiador, diputado, coronel, político
en un tiovivo lejano que da vueltas en el cielo
donde no hay sortija para otra vuelta gratis
ni nadie reaparece en una vuelta, que dura un siempre.
11 - 12 - 1995 12:06
9 - BONO EQUIVOCACIÓN
Paleari
murió hoy, 12 de diciembre
a las 5 de la
madrugada, según conversación telefónica.
Los diarios
de esta mañana se disculparon
del error de
ayer,
pero no dieron
la noticia ni la verdad hoy
¿ la
darán mañana 13 ?
Los diarios
hacen lo mismo que el Gobierno Superior:
no recuerda
lo que dijo antes de antes de ayer,
ni lo que negó
o afirmó hace tres años a la noche,
ni lo que repetirá
mañana.
...y
el Bono sin vender...
"Perassi
te bamo a colgar", escribieron con aerosol rojo
en una pared
amarilla de la calle San Martín al 600.
No se debe colgar
a la gente ( pienso yo ).
Es un método
antihigiénico
que afecta a
los cardiacos.
Mejor es solicitarle
la devolución
de la diferencia
entre su declaración patrimonial
de bienes (
y males )
y lo que posee
ahora, previa auditoría
realizada por
su Ministro de Hacienda y demás colaboradores
o servidores
inmediatos.
Y si todo resulta
bien reglado y de soporte
acercarle un
premio: una senaduría, una embajada, alguna
ayudantía
ignota en oficina perdida,
como se hizo
con todos los políticos
que acaban de
incorporarse al Gobierno Superior
después
de algunos años de anónimo y gratificante descanso
en sus frecuencias
moduladas.
Paleari viajó
hoy 12. ( con viático eterno ).
El Gobierno
acongojado. Los diarios malhumorados.
Honras oficiales,
supongo, nada más.
Aunque comenzaron
a peregrinar, sin despedirlo,
los nuevos concertadores
económicos
( ¿ con
o sin viáticos ? ).
La familia del
Gobierno
( la familia
unida / jamás será vencida )
se lanza a la
conquista, liberación y pureza del Bono.
Va a competir
como lo hicieron los Cruzados
y otra vez recibiremos
al extrañado peso nacional
que estuvo "vacacionando"
por las playas y estancias del país.
Todos juntos
nos salvaremos, San Salvadores
( de Jujuy y
del Bono ).
Paleari partió.
Antonio dejó una novela sin terminar
aparte de sus
diccionarios generales, provinciales y uno mágico.
! Su
atención, por favor ¡ Una rogativa, una rogación
por Antonio.
12 - 12 - 1995, 17:27
15 - DE LA CONSECUENCIA DE LOS TIPROFI
"
Ahora comienza ( crónica de ) " la guerrilla urbana ".
La ciudad es
la guerra. Así debe de haber sido la guerra.
Guerra con bombas
de estruendo a las 8 de la mañana.
Guerra con los
Tiprofi y su "convertibilidad" en los comercios,
guerra con el
calor que viene hasta de los hornos de Dios.
Los Tiprofi
tienen nombre de virus
( algunos lo
consignan ti.pro.fi. )
virus económico,
sin interferón,
que ataca a
la población jujeña de este fin de siglo.
El se reproduce
por la falta de honestidad,
en la suciedad
del robo . Es epidémico;
va camino de
lo endémico
( en Argentina
la moneda falsa
tiende a ser
pandemia de tristeza y burla .
Aquí
cambio al virus..... por el " residuo ruidoso ",
la " suciedad
auditiva " de la mañana ).
Cánticos
con ese fondo de ollas populares,
golpes, ritmos
de palos contra palos,
de latas sobre
latas de mediodía,
sobre redoblante
adorando en Nochebuena,
o redoblante
de marcha sindical
hasta que desemboca
en la Casa de Gobierno
como un río
de sonoras espumas
por la fuerza
de la pendiente ( descontrolada ).
Era un latir
constante de los horizontes
redoblantes.
Luego no supimos
con qué incertidumbre continuarán las horas
el día
el perdurar de las bacterias las hogueras
las cubiertas
quemadas las brasas de las ollas
los vidrios
rotos y el rumor del río también manifestante
que rompía
en el cielo del mediodía
y su eco regresaba
de un infinito triste
con la misma
lluvia de calor y color que suele caer de la historia principal y mayor.
Hoy comienza
el verano con la guerrilla urbana
encabezada por
maestras y empleadas y niños desnutridos
a la luz del
día y peones y muchos cientos más de jornaleros
que solamente
piden el pago de los meses que les deben
y que remedien
lo que ellos no hicieron.
22 -
12 - 1995 11:37
Néstor
Groppa nació
en Laborde (Córdoba) en 1928. Vive en Jujuy desde los años
50. Fue cofundador y codirector de la mítica revista Tarja. Creó
la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional de Jujuy. Tiene
cuarenta y siete libros publicados, entre otros Indio de carga (1958),
Carta terrestre y catálogo de estrellas fugaces (1973) y Obrador
(1988).
|
La incertidumbre del presente / Marcelo
Díaz
La
crónica es la incertidumbre del presente
Néstor Groppa
|
1-¡Al tres por uno, al tres por uno!
Los TIPROFI,
el extenso libro poema de Néstor Groppa que da cuenta de
dos años (95 /96) de la vida política de Jujuy, comienza
de tres maneras, o, podríamos decir, en tres movimientos: el primero
es el anuncio de un presentador de feria, de un vendedor callejero ("¡SEÑORES,
AL BONO BONITO! ¡VEAN EL BONO BONITO!", algo así como
"pasen y vean", y también el práctico "para
la cartera de la dama y el bolsillo del caballero"); el segundo es
la explicación que el autor hace de los poemas en tanto notas,
crónica "brevísima", futuro libro sin título
aún; el tercero es el primer poema propiamente tal, más
precisamente el inicio y el final, con su pretérito imperfecto
("Así eran estos malos tiempos") y su nota al pie, consignando
día y hora en que fue escrito.
Cada una de estas
aperturas o movimientos de inicio orienta tanto a la lectura como la propia
escritura del poema en un sentido particular. Si por un lado, a partir
de la tercera entrada nos formamos una imagen del poeta como cronista
y testigo de los hechos, que fecha su escritura como gesto de anclaje
a una realidad convulsionada y a la vez abre el poema con un "Así
eran...", dando inicio a una oscilación que recorre todo el
libro entre un presente inmediato en el que el poeta se encuentra inmerso,
y la conciencia del cronista de practicar un recorte en el sucederse de
hechos indiferenciados para destacar un acontecimiento en particular,
configurado ya como pasado, por otro, la primera entrada nos ofrece una
visión del mismo acontecimiento como espectáculo circense,
del cual el poeta es un voceador o presentador, instalado en una presunta
plaza pública (no casualmente llena de manifestantes). A su vez,
la segunda entrada desplaza el punto de vista del presentador y del testigo
y nos muestra un poeta que escribe notas "a mano" y evalúa,
confrontado con la realidad, si trabajar de tal o cual manera, sopesando
materiales, derivaciones, acontecimientos, analizando el impacto de los
mismos en la escritura de las notas ("a veces la indignación
envuelve en aires de panfleto a muchas de ellas").
Lejos de ser una vacilación
formal o el producto de una contradicción, este triple abordaje
planteado en el comienzo del poema es el que lo pone en movimiento y provoca
cruces, permutaciones, mescolanzas. Y por esto mismo, el lenguaje de Los
TIPROFI es abierto, amplio, capaz de tomar distancia de los hechos para
analizarlos o ironizar sobre ellos, capaz de hacer un comentario indignado
o lamentarlos.
2 Viejas monedas, otros circulantes morales.
Groppa no hace la
crónica de un descubrimiento, ni de un hecho de ribetes heroicos,
ni de una tragedia política, ni siquiera de la protesta social
que el gobierno de Jujuy pretende apaciguar con la emisión de un
bono; Groppa hace la crónica del bono, ni más ni menos.
El bono provincial, el TIPROFI, es el elemento que el poema pone en foco,
y el que le permite ir cubriendo múltiples aspectos de la realidad
provincial.
El bono, básicamente,
es un título emitido sin respaldo; su función es circular
"en lugar de" la moneda oficial. Pero su relación con
la moneda oficial es asimétrica; no puede reemplazarla en todos
sus usos (carece de respaldo nacional, no puede circular fuera de la provincia
ni del país, no se puede utilizar en el pago de determinados impuestos
o deudas, etc.) y como debe ser rescatado en determinado momento por el
banco provincial cambiándolo por moneda oficial, su valor está
ligado estrechamente al estado de salud de las finanzas públicas
y sujeto a la especulación. Como todo argentino sabe, cualquier
bono en economías destruidas se deprecia con rapidez, lo que provoca
una reducción en el poder adquisitivo de la población.
Esta imagen de circulante
sin respaldo, de papel pintado, es la que le permite articular a Groppa
la moneda falsa y depreciada con la palabra de la clase política
como palabra sin respaldo (moral) y con las "verdades" del periodismo
oficial (todo discurso periodístico se constituye a partir de la
producción de un efecto de verdad) como palabra sin respaldo en
la realidad.
A este bloque bono
discurso político discurso periodístico Groppa
lo someterá a múltiples enfoques y transformaciones; se
valdrá de juegos de palabras de origen coloquial ("colgarle
un sambenito", "andá a rezarle a San Bono") y lo
que en principio pareciera un acercamiento delirante, cargado de humor,
desembocará en una reivindicación del trabajo manual (ya
puesta en escena en la Explicación, en la imagen del poeta que
escribe "a mano" y luego pasa a máquina las notas), del
conocimiento, de la organización social que estimula y preserva
la vida de sus integrantes. Leerá los diarios junto a una vecina,
sin poder creer lo que leen, y ante la alarma de los titulares que descubren
rebrotes guerrilleros hasta en la más anémica de las protestas,
instalará en el poema una "guerrilla urbana" compuesta
de maestras, niños mal alimentados, jornaleros "que solamente
piden el pago de los meses que les deben". Pero no se detendrá
ahí, sino que redoblará la apuesta y subvirtiendo la lógica
interesada de los titulares dirá "La ciudad es la guerra.
Así debe de haber sido la guerra"; y entonces retorna desde
la historia la imagen del Éxodo jujeño, se amenaza con un
nuevo éxodo y sin decirlo se coloca a la clase política
en el lugar de los realistas, fuerza colonial, y a la protesta, al reclamo,
en el camino de las luchas de la independencia.
Y aún así
la poética de Los TIPROFI no desemboca en una épica, porque
su lenguaje es la más de las veces imprevisible, se mueve todo
el tiempo, se desplaza, y esa movilidad es la que confronta con el discurso
de la clase política y el periodismo, monolíticos en su
cinismo, montados a una retórica fosilizada, grandilocuente, denunciados
en el poema como "mascarada". Circulantes sin respaldo moral.
3 La poética de la lata de duraznos
La crónica
es el discurso del testigo, del que estuvo ahí y vio y oyó.
La crónica no ofrece una verdad de estado, una Historia Oficial,
tampoco es la palabra "objetiva" del periodismo; la crónica
siempre es subjetiva, exhibe siempre el punto de vista desde el cual está
escrita, y al hacerlo también señala que tanto el periodismo
como el discurso oficial están escritos desde un determinado punto
de vista, sólo que el valor de estos discursos, el poder que ejercen
y su existencia misma dependen de ocultar ese punto de vista y generar
un efecto de imparcialidad. La crónica denuncia esa ocultación
con su existencia, con sostener un testimonio.
Hablamos del punto
de vista, y del imprevisible lenguaje de Los TIPROFI. Veamos entonces
cómo es que Groppa construye ese lenguaje. Retomemos la triple
entrada que creímos encontrar en el comienzo del poema. Por un
lado un voceador de feria, un vendedor callejero, por otro un poeta artesano
que ordena sus notas y reflexiona acerca de cómo proceder con ellas
y por último el cronista testigo que al tiempo que fecha al pie
abre el relato en pretérito imperfecto como trayendo al presente
un hecho del pasado. La segunda y la terceras son figuras de un mismo
poeta, sólo que en circunstancias distintas: el que está
en la calle inmerso en los acontecimientos y el que en su lugar de trabajo
aplica su oficio a ese material; material que se resiste, de ahí
que su concreción como libro flote en un futuro indeterminado y
que exista una tensión entre ambas figuras. La primera, el voceador,
es claramente una voz prestada, la intrusión de un personaje que
trae el rumor de la calle.
Ahora bien, en el
andar del poema estas figuras y sus voces, delimitadas con claridad en
el inicio, tenderán a veces a mezclarse, otras a fundirse, otras
a chocar con cierta violencia. Si en un momento se dice de los gobernantes
que tienen "sus entrañas amarillas de muñecos de paja",
en otro recibirán el mote de "Hijos de Cuca", tomando
prestada la expresión del hit cuartetero de Pocho, la pantera.
Y si en un verso el invierno se derrama poéticamente, en el siguiente
ese mismo invierno tiene un sol abierto y desierto como una lata vacía
de duraznos en almíbar.
Pero Groppa no hace
antipoesía, tampoco parodia. Es el testigo que en medio de los
hechos apunta, escucha, ve, siente y presiente; es el poeta abierto a
una amplitud de registros y recursos que desestabilizan cualquier expectativa
de comodidad que nos pudiéramos formar como lectores; y no lo hace
buscando la pura sorpresa sino la atención y la palabra justa para
dar cuenta de una realidad demasiado compleja, para nada unidimensional,
que a él mismo le lleva a preguntarse por qué llegamos a
esto, por qué la misma gente que hoy sufre y reclama mañana
vuelve a confiar en los mismos de siempre, por qué decir algo de
una manera y no de otra, por qué... En ese preguntarse, en esa
escritura que fecha y elabora, en esa multiplicidad, así como también
en sus enlaces con la historia el poeta confía en restituir una
palabra que pueda circular en la comunidad sin ser un fraude.
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Bonus Track / León Felix Batista
El sabor de un cigarrillo en la tarde que moría
Allí está
n: tribulaciones, a las que ya es costumbre anexionar madeja y embozarlas
con yertez, informularlas. Toparse en los vestíbulos instiga a
los amantes carroñeros que no somos: tacitas para azúcar,
socorro con los fardos y el trastueque inaceptable del correo. Uno cree
que se emancipa en su diná mica de ramas e inadvierte los designios:
el orá culo es muy terco. Pero el torso está ahí
expuesto (burdamente soberano) y escalón por escalón va
a fraguarse entre los iris. Friccionan -casi nunca- mi codo y su costado,
pero cuando se da el hecho (a la vuelta de faenas) articula algún
contacto con su neutra urbanidad, los crímenes de ayer y el tópico
del clima, p.e. Aviado de este mapa de la imaginación, recogerme
a ver su nuca será mi obrar más tenue. Cuestión de
dispersar las nebulosas del pitillo, que son ya su aureola.
Los anhelos que no han sido y el vestido de percal
He vuelto (es
un decir) a Dean Street (fue circunvalació n, devenir de paquidermo).
La parada de autobús -palizada de meadero- con la misma palomina
e infamación, mas ausentes tu percal y el pigmeo de las nieves,
activas cosas nulas clamando por mi anuencia. Los vecinos soportales ya
no ceden por alisios sino ante oxidación -minúsculas miserias
que radican en la tráquea me impiden explicarlo. Para darte dos
ejemplos del fluir de tramontana: se divulga apenas marzo pero mutan los
abetos, requeríamos ardillas, que los cardos prosperaran, y germinan
sobredosis. Vuelvo pues al meridiano en que discurre el cáliz:
para poder filiarlo a las mallas dilatadas de la indeterminación.
Cuando se cure bien mi herida
"que
se apague todo cólico y vuelvas al gusto de la carne y la
bebida" Girri
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Con máximo mutismo una pera de cactácea resaltando en aspersión
(excedente del festín) y en la base del estómago las anclas
de la agrura revolviéndose la calcan. Combustionan todavía
los multíplices olores del sarao: contrito los celebro, marco mil
circunferencias y trasboco lo de ayer. Es que leches y lejías y
calidez de caldo reclama el terciopelo sofocado del esófago: arácnidos
lo escocen y vastas vinagreras: infracciones que equivalen a un estigma.
Todo en órbitas erráticas, trayectorias se intersecan: estrabismo,
mientras tanto. Mantecas como un lago, pretérito de etílicos:
tracería y arpaduras de demonios en los nervios. Hasta el aire
más translúcido acida en un día así.
Una tarde me fui hacia extraña nación
Aturde un componente
(adultera el territorio) varios metros calle arriba. He aquí el
contraargumento: sea un cielo con mancillas como oscura parentela e hilvanándose
tenaz como un cardumen, ramas. A la mente le repugna el contenido heterogéneo,
presunción de que el prodigio va alcanzando claridad. Aunque sé
cómo trenzar ambas manifestaciones: fraguar con todo y huesos dimensión
y escalofríos para tejer tapices, extenderlos en alambres y ponerme
a equilibrar respiración y asfixia. Con buen método, asilándome
(sin tacha la simbiosis): así llego a la ciudad que parece una
mucosa que injertara a su volumen materia muy lejana. Así como
el dolor, que se ubica en zonas álgidas y desde allí se
irradia para inhabilitar.
Mientras fumo mi vida no consumo
Encallado me encuentro
como en casa. Flotando en nicotina (mariposa penitente explorando un parapeto,
frenesí y fascinación). Se enzarzan mis falanges asistiendo
a la barbilla, casi como si auguraran un desplome. Jamá s abordo
el suelo (tan fácil de falsear: mis pies vulcanizados). Libé
rrimos deslaves las piernas, dan zancadas: compuestos gaseosos en combustió
n muy tenue. Pero yo fumando espero recibir vapor balsámico, materia
a transmutar de entre la inconcreció n. Una víctima del
plomo sin flujo de los días, colocados en cuadrante sus flagelos.
Es la última farra de mi vida
Supó
n que lo aniquilan registros de saudades, y que puede (con un disco) remediarlas
(en cierto bar de Brooklyn en pino de Oklahoma). Esferas como aquella
mixtura la ciudad, materia de un orate y extraví o. Y que ves có
mo resalta (el resorte que tú eres) contra el cielo raso recto,
por sus tonos intangibles; y que luego se rasura, solicita su calzado,
tantea las urdimbres y el radio de su miembro. Entonces dale elipsis,
describe su derrumbe. Habrá quien paute el coá gulo que
deje.
No es necesario que, cuando tú pases, me digas adiós
"Quando
ela passava aromática y normal"
Cesario
Verde
|
Un nublado (y no en plomo: plenamente carmesí) (y vuelto vecindad)
en ese tronco de mujer. El ojo lo divisa: al amparo de un molusco la supereminencia,
en el torno de la mente. Soy daltón (qué datar): lo insondable
viene en rojo, integrado con el delta y el diagrama accidentado. Se cruzan
los tejados -como si fueran zarzas- hilvanando la ciudad, en tanto que
ella urde, hacia la pulpería, mi pasmo y regocijo; y ceso en ser
persona. Boca en Babia (y anatema de las formas) anunciándose a
alumbrar su negación.
Más que las novias que tuvo Gardel
"Mujeres
fugací simas, rá fagas hacia el deseo"
J. Guillén
|
Conviven en camada,
mansa a veces y las más ebullición. Desembocan de las aguas
y provocan el repliegue de mi existir debajo. Constantemente exponen con
roces numerarios esplendor al ondular: como un par de planos simples que
se interpenetraran para así reconocerse y diferir. Bataola insostenible
con dacrones, pelos sueltos: postulado de libido disgregado en la inconsciencia.
Y perro yo ventor, viralatas, visceral, buscando en esa mole playa baja,
en pos del canon. Cientos cuerpos del delito que, tras ser interpelados
(mechón sobre los ojos, libros contra el costillar) impelen caracoles
hacia todo el confinante.
Se aleja
y nos deja llorando quimeras
Yo sólo expongo
el hecho: que allende la estación se han ido acumulando algunos
nimbos. Comienzan sus contornos a poblar las cavidades con visajes descarnados.
En el paso peatonal los dos sexagenarios deliberan para andar y para no
apagarse. Un pañuelo, falanges: relajació n de un híbrido.
Sólo el cuerpo con más tela se degrada hasta el sollozo,
la mandíbula del otro masca un ácimo dicterio. Esquivando
sus zapatos, un gorrión de los silvestres accede a picotearles
la mudez. Del tren queda un baldío en que las lagartijas manipulan
las astillas de su espectro.
Tu nombre me sabe a yerba
Orificios en lo alto,
y amarillos, de su risa: vivero bullicioso (la luz es un fonema). Quién
ronda el manantial (flujograma de un cardumen), la atractiva consistencia
que podría dar un magma. El agente de la acción remonta
lentamente: la vía menos diáfana de ver es desgarrar. La
agrandará una higuera, yo cumplo nueve años y el mismísimo
esternón se involucra en esta farsa. El veneno en su faena me está
desvalijando y -rauda- la montura festina con el musgo y con el hormiguero
sobre un reptil yacente. Además el calabazo, en un pliegue de su
talle: enhebrando las instancias de lo arcano.
León Félix
Batista
nació en Santo
Domingo, en 1964. Vive en New York desde 1986. Ha publicado 4 libros de
poesía, entre ellos CRÓNICO, que publicó Tsé-Tsé
en Buenos Aires en 2000. Con TORSOS TORRIDOS obtuvo una mención
especial en el último Concurso Hispanoamericano de Poesía
Diario de Poesía/Vox
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Dominicano del demonio / Omar Chauvie
La convicción
de que el poema es una forma, lleva a observar con detenimiento las posibilidades
de sus aristas, la existencia de partes susceptibles de ser manipuladas
en esa distribución material que se le otorga a las palabras. Y
el primer aspecto a observar es que aquí, los textos constituyen
un dibujo, una imagen regular, que contribuye a una estructura que abunda
en lisuras, una construcción a la que, en principio, no es fácil
asirse. La primera mirada nos muestra un rectángulo perfecto; los
huecos, los hoyos, las superficies horadadas deben buscarse en el interior,
en los pliegues del verso; allí está la zona para asegurarse
y no caer. Lo del exterior se percibe rígido, pero lo interior
fluye y muestra variaciones que vale considerar.
Justamente, allí
adentro están las ondulaciones, no en el exterior liso y regular,
sino en el seno cargado de registros variados, de vocabulario selecto,
cuidado, que abunda en imágenes llamativas que se asientan en la
sonoridad de los vocablos: "pretérito de etílicos";
donde alternan
diversas aperturas de lo sensorial :
"así llego
a la ciudad que parece una mucosa que injertara a su volumen materia muy
lejana"; para
robustecerse en estridentes combinaciones de sentidos:
"vivero
bullicioso (la luz es un fonema)"
"la vía
menos diáfana de ver es desgarrar"
donde la vista ejerce
un papel vital, pero en vínculo permanente con las otras posibilidades
de percepción; por momentos, parece imposible dejarla actuar sola,
¿será temor o convicción?
Pero, junto a estas
alternativas, se puede ver ese contacto casi lateral que se plantea con
la música popular; "Es la última farra de mi vida",
"Más novias que las que tuvo Gardel", "Mientras
fumo mi vida no consumo", "Tu nombre me sabe a yerba" son
algunos de los títulos, por lo tanto no están todavía
en la zona del poema, sino más próximos a la superficie
plana de aquella primera forma regular que se percibe, pero es un factor
importante que da nuevas sinuosidades, a aquello que parece tener la lisura
de lo selecto.
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Manual
de cocina china /
Laura Forchetti
brotes de semillas mung en casa
los he esperado una semana
el olor a sal
a lo que crece en el agua
varias veces por día
les he dado de beber en gotas
los vi asomar
retorcerse al calor de la cocina
converso de ellos con mi hijo
tengo algo que vive intensamente
se ocupa sólo de eso
me demoro en atenderlos
como una cenicienta
que divide miniaturas
llevarlos a la mesa exigirá
separarlos de la semilla
uno por uno
mientras ellos gozan
del movimiento
hacia arriba
yo espero
me quedo mirándolos
con un delantal bordado
con rosas amarillas
inmóvil
los cuento
están todos
mañana los comemos
pienso en las mariposas
bordar rosas es un trabajo lento
de detalles
después me da pena usarlo
mancharlo de aceites
mi marido llega con la lluvia
me desata el delantal
después
no sé de qué voy a ocuparme
comemos los brotes
en la cama
unos pocos bocados que crujen
estallan como esos caramelos
con efervescencia
que comprábamos de chicos
feng shui
el aburrimiento
escribe caligramas diminutos
en mi espalda
órdenes sobre papel de arroz
obedezco
juego a vendarme los pies
ahora camino haciendo equilibrio
por los bordes
me he atravesado el pelo
con espaditas
hay mariposas bordadas
en la pared
como no puedo rasgarme los ojos
uso máscaras
tapé los espejos que devuelven
la parte de atrás
flores de jazmín flotan
en la tetera
y la casa está llena de ruido
a lluvia
sufro para el emperador
que se lleva una ciruela a la boca
y muere
con el carozo atravesado
en la garganta
bancha
el murmullo del té
devuelve la noche
una respiración
un movimiento
en la casa
el agua se torna
oscura
levemente dulce
apagar el fuego
es levantarse
caminar
volver a mover
las manos
todo lo que
no es palabra
un alfabeto
de maderas
reposa al fondo
me quemo la
lengua
castigo para
el poeta
que morirá
bajo el peso
del elefante
escribir sobre
el papel de
las sombrillas
en puntas de
pie
con la transparencia
de lo secreto
la marca de
limón que se lee
en el instante
final
justo antes
de que llegue el fuego
lecturas
pies descalzos
la humedad sube
por los talones
sauces de espaldas
corvas
entre los nidos
que se sostienen
en el aire pesado
mojado como
si fuera dulce
hundirse entre
los pliegues de la seda
hasta encontrar
el río de abejas
sombra que vuelve
silenciosa
atravesando
el calor
un colibrí
de lengua exquisita
enhebra el poema
oculto
entre las babas
del verano
albahacas
con un gesto te sacás
el anillo
lo dejás
sobre la mesada
después
al patio
al cantero del
fondo a buscarlas
volvés
como una novia
pisándote
los trapos
con flores
las manos ocupadas
las refrescás
bajo la canilla
un sol que rueda
se abre
ahora tenés
los ojos pintados con espejitos
los dedos llenos
de prohibiciones
vas a dejar
surcos
el paladar que
se inunda de jugos
tu casa marcada
con una cruz
Laura Forchetti
reside
en Coronel Dorrego donde coordina Talleres Literarios ha participado de
la Beca de producción poética organizada por Vox con apoyo
de la Fundación Antorchas en el año 2001.
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Manual de cocina china: a punto semilla
/ Lucía Bianco
Sobre los poemas de
Laura Forchetti
Parece condición obligatoria en los manuales de cocina relatar
las partes del proceso que son invariables, establecer un método
detallando materiales necesarios y haciendo una descripción de
las tareas básicas ordenadas cronológicamente. Pocas veces
se incluyen consejos o secretos de la experiencia, y si aparecen es solo
en función al resultado: un manjar, por supuesto. Pero para que
el manjar sea posible, hay muchas otras cuestiones importantes y difícilmente
explicables, que van desde el grado de hambre que se tenga hasta la relación
afectiva con lo que ingerimos: con quién compartimos la mesa, quién
lava los platos, etc.
Justamente esos detalles
del todo variables son los que hacen un momento único, ese lateral
más privado que exploran los poemas de Laura. Como en las recetas,
los poemas presentan actividades sucesivas en el terreno de la cocina,
pero no son mandatos, sino grupos de versos que forman un instante especial
en sí mismo, sucedido por otro, y otro. Todas ocasiones al borde
de pasar inadvertidas, igual a la condición efímera de la
escritura "la marca de limón que se lee / en el instante final
/ justo antes de que llegue el fuego". Tan leve, transparente, que
está cifrada en los eventos naturales alrededor de la casa, y se
equipara a otras actividades como conversar con los hijos, o con los ratos
de espera.
Ante esta poética donde lo sutilmente oculto es preocupación
vital, cabe preguntar si poner en evidencia varias resonancias temáticas
no da algo de peso a esa levedad: el mundo privado femenino, más
la espiritualidad oriental, más las flores de jazmín que
flotan en té, etc..
Cuando pueden leerse esas hebras en la confección misma de los
poemas, no aparecen mayúsculas autoritarias ni signos de puntuación
marcando nada, los cortes de versos dan un ritmo que permite el pasaje
casi hablado, susurrado, de un estado a otro, y el uso de los espacios
aparta algunas frases como semillas especiales, más pequeñas,
que se eligen entre muchas.
También hay un aire de conflicto, inquietante, cuando entra en
relación con lo oprimido "en mi espalda / órdenes sobre
papel de arroz / obedezco..." que está presente ya en el contraste
de dos voces: una que en la mayoría de los poemas habla desde distantes
"he dado de beber..." "me he atravesado el pelo..."
y otra que aparece en el poema albahacas, que no es la voz de la cocinera
sino de quien dice de ella y tiene permitido coloquialismos bien directos
como: "te sacás el anillo..." "volvés..."
"tenés los ojos pintados..."
En distintos momentos se relatan procesos cotidianos que pueden comparase
a la escritura; exigen un trabajo detallado, continuo, paciente. Las margaritas
bordadas que, para colmo, se van a mezclar con manchas de aceite, son
puntos de concentración indispensables en esa construcción.
Y su tratamiento más fino, junto a las cuestiones temáticas
que implica, hace que un poema pueda trenzarse con formas propias y, en
este caso, dar cuenta de esa mirada o actitud concentrada en lo femenino.
Con palabras que importan porque, como semilla de tantas cosas, tienen
el poder de gestar y el peligro de ser fatales, aun también cuando
las caracterice la inocencia.
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Reseñas
Hambre
generacional
/ Elsa Drucaroff
El Caníba
l Juan Terranova
Editorial
Del Dragón, 2002. Buenos Aires, 140 páginas. 18 $
El caníbal,
de Juan Terranova, es una novela escrita en una generación. Los
veintitantos años del protagonista y narrador son antes que nada
una voz, y para entender la importancia de que esa voz suene, hay que
partir de una comparación triste.
Ya debe tener casi
una década una película de Solanas que me resultó
execrable; se llamaba El sur y narraba la historia de un adolescente,
hijo de un militante político de los setenta, que salía
a encontrar (más que a buscar) a su padre, en un viaje que era
en realidad de mochilero setentista y latinoamericano, nacional y popular.
Para disfrazar todo de "los noventa", en el fallido intento
de seducir jóvenes, Solanas maquillaba la película con esos
porros que el padre del chico hubiera despreciado como vicio escapista
que hace el juego a la burguesía, o con ese rock argentino del
que todo militante abjuraba, acusándolo de música extranjerizante,
delirante y oscura, inútil para la revolución.
En un país
donde 1976 funciona en el imaginario como la guadaña que termina
con todo lo que fue, y que por lo tanto empieza, a su vez, con todo lo
que hoy existe, la película fija alegremente a su joven protagonista,
nacido tres o cuatro años antes, a un pasado que no le pertenece.
Como obediente hijo que todo padre desearía, el chico hace propios
no sólo los ideales del padre y sus metas sino su voz, habla y
mira travestido: setentista con porro en mano y Fito Páez en los
walkman, que se hace cargo, acríticamente, de una derrota que no
le pertenece.
"¿Qué
pasó, Marconi? ¿Por qué la Argentina se volvió
un país de mierda?", pregunta estupefacto, con sus veintitantos
años, el protagonista de El caníbal, de Juan Terranova.
No está insultando, no se queja. Pregunta de verdad y, claro, no
encuentra respuesta. Se lo pregunta a quien corresponde, a la generación
de sus padres, y es con uno de ellos, con el escritor Villegas, con el
que establecerá el diálogo caníbal que plantea la
novela. Diálogo caníbal:
"Porque yo tenía
ganas de comérmelo a Villegas. Tenía ganas de que nutriera
mi cuerpo. Mi cuerpo, mi existencia, las páginas de todos aquellos
libros que sin su sangre en mis venas, ni su carne en mi carne, no habría
podido escribir. Porque Villegas y todos los forros de su generación,
incluyendo a los parasitarios como Marconi, nos hacen intelectualmente.
Están adentro de nuestra historia, formando y condicionando nuestra
manera de pensar y actuar. Por eso sentí ganas de comérmelo
a Villegas. Comérmelo sin ritual, por el puro placer de que no
existiera, y por la necesidad de que persistiera en mí."
Comerlo sin ritual
y sin obediencia, comerse el plato del sórdido fracaso ("Ahora
me doy cuenta por qué Villegas es un fracasado. ¿Por qué
Villegas es un fracasado? Porque le gusta. Le gusta ser un fracasado"),
comerlo para digerirlo mal y vomitarlo en forma de otra cosa, de otra
escritura, y para que ese producto extraño sea un libro propio.
Comerse a Villegas es apropiarse del escenario mítico de la calle
Corrientes y el bar La Giralda, sólo que ahora el mito ha terminado.
Se trata de una calle desierta en la madrugada, deprimente y miserable,
con cartoneros que revuelven la basura y marginales que consiguen un pancho
por un peso, apiñados frente a una TV. No hay nostalgia ni impostura
en la voz que pasea por el tiempo que le tocó vivir, no hay esa
artificiosa vocación de setentista tardío.
"¿Por
qué tengo que escuchar a Villegas? ¿Podría no escucharlo?
(...) Sí, podría no escucharlo. (...) Me levantaría
temprano, alimentaría una rutina, usaría traje. No me molesta.
No padecería las largas caminatas trasnochadas por Buenos Aires,
los bares que apestan a humo y a baño de tren, las puertas cerradas
y oscuras del teatro San Martín a las tres de la mañana,
que me deprimen tanto"
Porque entre tantas
siderales diferencias entre el mochilerito de Solanas y este personaje
está la ausencia de certezas. Dudas, preguntas, productiva desorientación
y una experimentación desesperada son las actitudes no sólo
del protagonista sino también de la escritura misma. Elaborada
después del 19 de diciembre de 2001, la historia se narra en una
inmediatez cinematográfica cortada con recortes periodísticos
y atravesada por la reflexión constante sobre cómo y qué
escribir.
Reflexión sobre
la práctica de la literatura. Esto último, que en cierto
sentido es el tema de la novela, puede llevar a malos entendidos. Sin
embargo, hay que afirmarlo claramente: la autorreferencialidad de El
caníbal tiene poco que ver con el ejercicio teórico
que se volvió moda tediosa, prestigiosa, en la literatura argentina,
exigido desde hace ya dos décadas- por el canon universitario,
esa literatura muchas veces onanista que aburrió a los lectores
que todavía existen y los separó de nuestros narradores,
que engolosina a críticos y estudiantes de letras. Como docente
universitario y crítico de literatura, Terranova no es no
puede ser- ajeno a esta moda, pero en su novela la pregunta por cómo
escribir tiene una dimensión generacional y política que
la rescata del gesto snob.
La pregunta se construye
en el marco material de la descomposición argentina, la concreta
situación de la industria editorial, el desinterés de los
lectores por los escritores argentinos de hoy, la improductividad de una
universidad donde se investiga "absolutamente todo aquello que sea
ajeno a la realidad", la impresionante bancarrota nacional. Estos
son los pilares de una teoría literaria (escasamente académica)
que la novela despliega con inseguridad y pasión mientras transita
la noche de la calle Corrientes, entre la basura que se apila en las veredas.
Sumergida en esa basura,
El caníbal hace su propuesta sobre cómo escribir
y ésta es, si se quiere, lo menos importante. Lo importante es
cómo se la cuenta. Lo importante es la representación de
un diálogo generacional donde el travestismo se invierte. Ahora
hay un viejo, un "forro de su generación", que perora
para un joven con una voz que poco tiene que ver con la del padre militante,
o el artista politizado. Es una voz divertida, jocosa, impertinente, apasionada
pero privada de la solemnidad de los Grandes Ideales, una voz cínica
y políticamente incorrectísima ("los comemierda",
llama Villegas a los que buscan comida en la basura). Como el pibe de
Solanas, este viejo habla como Terranova desearía que le hablaran.
A diferencia del pibe de Solanas, que nada tiene para enseñar ni
ofrecer a todas las certezas del "creador experto y comprometido
con su pueblo", este viejo se entrega, se ofrece íntegro para
alimento del joven caníbal.
"El caníbal
no es el antropófago. El antropófago se come al otro. El
caníbal se come a su igual, se come a sí mismo", sentencia
como generoso homenaje el escritor viejo, legitimando al joven.
Y mientras los recortes
periodísticos informan, espasmódicamente, que hay un economista
norteamericano que propone intervenir la Argentina, un analista europeo
que afirma que ella no existe, o que el Fondo Monetario Internacional
exige reformas económicas para acceder al ruego argentino y continuar
con la usura, Terranova despliega su voz de veinteañero. El caníbal
puede inscribirse en un linaje generacional: Memoria Falsa, de Ignacio
Apolo, es tal vez la primera novela que hace sonar la voz de una generación
a la que se le ha hecho creer que nada tiene para decir. Con una propuesta
completamente diferente, Terranova continúa la tarea y confronta
fascinado su voz con la bella voz travestida de Villegas, una voz del
deseo.
"La literatura
nace ahí donde está el deseo, crece como yuyo, así,
al natural, donde puede, donde la necesitan, donde la dejan."
Y a lo mejor El
caníbal sueñe todavía más, sueñe
que de tanto deseo no nazca sólo literatura sino oxígeno,
una tierra, algo donde se pueda empezar a entender, a probar si es posible
imaginar aunque sea la existencia de otra cosa. A lo mejor sueñe
que por haber comido la carne rancia de Villegas (sabiéndola rancia,
sabiendo sin nostalgia ni culpa qué es lo que se come) se generará
un cuerpo nuevo, uno joven que preserve, del viejo, la voluntad de transformar
el mundo.
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La lengua quema / Mario Arteca
Fogata de ramitas
y huesos / Roxana Páez
Alción
Editora, Córdoba, 2002; 91 páginas.
Sí, desvanecido.
Lo que sobresale en el texto de Roxana Páez son las señas
de una ignición a la que asistimos como el reflejo de un extrañamiento.
Si la primera función del arte es romper los hábitos de
la percepción, es en esa dirección como debiera leerse este
cuarto libro de poemas de Páez. La percepción entendida
como alteración, como lente donde se acoda la mirada en interior,
ralentizada hasta volverse implosiva, porque grita aunque está
ahogada y es por eso que no provoca ni eco ni mímesis. Su escritura
sucede, mientras no sea arrancada por la memoria y se disperse como cenizas
sin voluntad después de una fogata.
En Fogata de ramitas
y huesos lo que se quema irrumpe de un salto y se instala según
la dirección del viento, como dice un epígrafe de Juan Larrea.
Por eso el texto permite que la distribución del recuerdo sea múltiple,
casi autómata, siguiendo el tramado de un inconsciente que no se
vuelca a la celebración sino al sacrificio. Desde Gran distracción
animada, pasando por Las vegas del porvenir y La indecisión,
hasta este libro, la poética de Páez fue ganando con mayor
soltura una mirada sobre lo mínimo, lo molecular. Escritura de
la transparencia, sí, pero una segunda transparencia, que resulta
una opacidad (tal vez de humo), porque Fogata de ramitas y huesos
entiende que una claridad sin objeciones no necesita explicación.
Severo Sarduy advirte la existencia de una segunda simplicidad cuando
describe la saturación de los materiales purificados por la lengua.
En ese aspecto, el texto de Páez permite desmontar esa lectura
y colocarla en lugares poco seguros que, en definitiva, son los sitios
reservados para la poesía.
La palabra que le
cabría a este libro es "portátil", incluso en
el sentido que le diera Marcel Duchamp. Y también en otro sentido,
si se quiere más familiar, porque Páez reduce sus propios
elementos para mantener más fácilmente control sobre ellos.
Sin embargo esa tarea de miniaturización de los escenarios provoca
su reverso, ya que los poemas funcionan como piedra de toque de un mundo
en permanente flotación, es decir, sin forma determinada; porque
además, la distancia con la que construye el texto, parece haber
sido escrita en una lengua extranjera. Y ese es el punto de éste,
y de los anteriores libros de Roxana Páez: el manejo de un lenguaje
neutro, que dosifica la oscuridad y amplifica los espacios.
"Cuando yo quemo
papel y hojas, igual estoy aquí / pero doblando el tiempo",
dice Páez en uno de sus poemas, y allí se trasluce no sólo
una idea del tiempo, sino del propio exilio de la lengua, que es el éxodo
de la lengua materna. En sus trabajos anteriores, ese "desarraigo"
ya estaba establecido, pero en Fogata de ramitas y huesos se hace
aún más presente debido a la ausencia absoluta de un carácter
representativo, tan usual en nuestras letras. De esta manera, los textos
se desplazan, no son permutables por otra realidad. En sus textos, la
memoria funciona como aquello que se pudo ver y tocar, y la infancia,
como algo que retiene para sí el ministerio de lo incorpóreo.
Por eso sus poemas trabajan zonas movedizas, transitorias, justo en el
momento de volverse apenas mecanismo del recuerdo.
Visto "desde
un imposible exterior", la poesía de Roxana Páez atiende
sin complejos los surcos que dejan la pérdida y el deseo. De esa
manera, cuando se rearma una escena de temor infantil, todo se diluye
y funciona por aproximación: hay un hombre que se acerca y a la
vez desaparece; luego existen otros hombres unidos en remolino, que se
dispersan incompletos. Todo acercamiento a la lengua materna es refractario
y por eso resulta ineludible construir una voz que reúna los sucesos
en combustión.
Poemas de
Fogata de ramitas y huesos, Roxana
Páez
Escala de lo seco a lo fluído
Las letras de tinta
no son muy distintas
del humo que
suelta la cama de papel
en el fuego.
y mi placer no tiene
nombre cuando las palabras suben
a fundirse con
la tormenta , en un ritmo aleatorio
de mariposas
Inspectores de leche
Pequeños fardos
funerarios,
los tordos reptan
sobre la ceniza
blanca
del abuelo,
que vieron tan joven
en la cita quemada
por el proyector
de 8 mm.
Se reía con
su amor
en vías
de la gran depresión que el sol apacigua
momentáneamente.
-Leénos el
cuento
desde el final
-dicen,
por si pudieran en
un rapto aprender,
para qué
sirven
los lugares
comunes de los cuentos.
Parvas y parvas y parvas.
Una fogata dura más!
Las lomas se vuelven
una enorme montaña de nieve, la
tierra
extendida sube
y empieza a
flotar.
Casi en la oscuridad
se consumieron
los libros
novelas, poemas,
aventuras entre pájaros.
que oira en otra sucecion
de lo leido?
Las hojas se ponen
negras
y en ese luto
radioso
el carancho
chilla y se hamaca.
Contra el cielo
Hubo una nube tóxica
en Victoria
tras la explosión
de 5000 Kilos de cloro granulado.
La lluvia inundó
el depósito de gas
verde, convirtiéndolo
en borrón del cielo hasta el Tigre.
Y los "chicos"
mareados pedían salir de esa "pileta" seca,
con los ojos
ardidos. Apenas respiraban.
El oscurecimiento
bastó
para que mi
alrededor viniera conmigo.
Las escrituras se
desplazan por las fachadas,
y aunque no
veo,
sé que
los acontecimientos futuros ya existen.
|
Presentación de una poeta / Osvaldo
Aguirre
Oficio de aurora
/ Alcira Fidalgo
Libros de
Tierra Firme, Buenos Aires, 2002, 103 páginas.
Según un informe de la Sociedad de Escritoras y Escritores Argentinos
(SEA), al menos 82 autores fueron víctimas de la última
dictadura militar en la Argentina. Al margen de algunos nombres difundidos,
como los de Rodolfo Walsh o Haroldo Conti, que reciben periódicos
homenajes y son objeto de reediciones y búsquedas, se trata de
creadores todavía desconocidos e incluso en su mayoría inéditos.
En ese marco cobra importancia la edición de Oficio de aurora,
una recopilación de textos de Alcira Fidalgo, poeta jujeña
desaparecida en Buenos Aires en 1978.
El volumen, preparado
y prologado por Reynaldo Castro, reúne poemas, dibujos y fotos
conservadas por la familia Fidalgo. Una parte de los papeles de la escritora
se perdió en la Escuela de Mecánica de la Armada, sitio
de su cautiverio. Los textos fueron escritos entre 1967 y 1977 y parecen
definir dos ciclos de escritura, escindidos por el período en que
Fidalgo se dedicó en tiempo completo a la militancia política.
Fidalgo nació
el 8 de septiembre de 1949, en el seno de una familia de artistas e intelectuales.
La casa donde se crió, en San Salvador de Jujuy, funcionó
como librería de arte, lugar de paso inevitable para los escritores
que visitaban la provincia y usina de Tarja, una de las más
importantes revistas literarias publicadas en el interior del país.
El dibujo y la poesía constituyeron formas de jugar en la infancia,
y hasta concibió su propia revista, una publicación manuscrita.
En 1967 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Buenos
Aires. En sus primeros textos dejó asomar la tensión entre
el amor al espacio de la casa y las presencias familiares y el deseo de
lanzarse al mundo; el poema que inaugura Oficio de aurora plantea
la urgencia de "gritar un secreto", es decir de manifestarse
ante los otros. No obstante, la militancia tuvo una gravitación
creciente en su vida, al punto que abandonó la carrera en 1970
y volvió a su provincia con Tulio Valenzuela, quien llegaría
a ser dirigente de Montoneros.
El ideal de sacrificio
que asumió la generación del 70 quedó registrado
en algunos escritos de Fidalgo donde se lee que "la vida no es el
bien supremo del revolucionario". La política postergó
a la literatura y los textos permanecieron inéditos en vida de
la autora, para circular entre amigos y familiares. Perseguidos por la
policía, Fidalgo y Valenzuela se desplazaron primero a Salta y
luego a Buenos Aires, donde se separaron. En mayo de 1976, después
de pasar cinco días detenida, Fidalgo resolvió abandonar
la militancia. Sin embargo, siguió en la mira de los victimarios,
ya que el 4 de diciembre de 1977 fue secuestrada a la salida de un cine,
por un grupo de tareas dirigido por Alfredo Astiz. Los últimos
testimonios la ubican en el centro clandestino de la Escuela de Mecánica
de la Armada, donde desapareció en febrero de 1978.
"Los poemas de
Alcira Fidalgo no son de una militante que alguna vez escribió
versos dice Reynaldo Castro-, son textos de una poeta que fue detenida-desaparecida
por la última dictadura militar" y que deben ser preservados
no sólo en función de la memoria social sino "para
no perder el sentido crítico de nuestra existencia".
El desarraigo y la
distancia de la tierra natal son los motivos principales de la escritura
inicial. Los poemas aspiran a la ligereza del mismo viento que se añora
y se configuran a manera de suspiros, en textos breves, a menudo aforísticos.
El núcleo de la obra parece definirse en torno a los textos escritos
a partir de 1976, cuando la ausencia de compañeros y amigos pasa
a ser el eje de una angustiada interrogación. Lo desgarrador de
estas palabras consiste en que Fidalgo explora una situación de
la que resultó víctima. En "Como una simple manera",
rehace los ritos cotidianos (la comida, la preparación de la mesa)
para hacer presente a quien ya no está. "Entre las cosas más
comunes y sencillas/ te hago vivir conmigo", dice al respecto otro
poema.
La escritura compensa
las ausencias y a la vez hace tomar conciencia de ella: "He perdido
el espejo/ donde mi vida se miraba", dice. La muerte aparece así
observada como un peligro cada vez más cércano. En medio
de su desesperada situación, Fidalgo intentó apostar al
futuro: "Nuestro final será/ -de alguna forma-/ el encuentro
de todos con su oficio de aurora". Algo que ella alcanzó quizás
sin darse cuenta.
Poemas de Alcira Fidalgo
LA ARAÑA TEJE
y en la
infinita red
han quedado atrapados
una mosca, una avispa,
y mis ojos, cerrados.
ENTRE LAS
COSAS más
comunes
y sencillas
te hago vivir conmigo
Tu cepillo de dientes
se toca con el mío,
y tus camisas blancas
se abrazan a mi abrigo.
MAÑANA, A ESTA HORA,
aun sin verte, desde cualquier lugar
sacudiré tristezas que apuñalan
y como siempre, cuando la tarde cae
cuando el viento tiembla
y los sueños se alargan y se pierden
te llamaré desde la lejanía inerte.
YO QUE CREI
ser fuerte,
me vi llorar
sobre mis versos
y fui la savia,
cayendo lentamente
y las raíces
se ablandaron
saliendo de
la tierra.
Dejé
de ser el árbol poderoso
doblándome
a la tierra milenaria
Y en la selva
gigantesca
fui brizna quebradiza
Yo fui, yo fui,
yo era.
NO ME
TORTUREN MAS
soy viento,
soy llovizna, soy arena
|
Brillantes esquirlas incrustadas en el lado mas
blando de la carne / Ana Miravalles
Polaroid / Anahí Mallol
Siesta, Buenos
Aires, 2001.
Estos poemas de breves versos parecen estar incrustados de brillantes,
de brillantina, del plástico brillo de fotos recién sacadas,
pero no de fotos comunes. Son fotos Polaroid, en plena época de
cámaras digitales: instantáneas, pero no por lo "espontáneo"
de la pose o del gesto impensado y capturado velozmente, casi al azar
(no eran eso las fotos Polaroid: de meticulosas y extensas sesiones de
preparación sabían los sitters de Andy Warhol). La experiencia
de instantaneidad tiene más que ver con enfrentarse a la imagen
solo unos pocos minutos después de haber disparado: es ver, y ya
tener la foto; confrontar casi simultáneamente la realidad y su
réplica, la duplicación inmediata que logra entonces imponer
una distancia, una instancia ulterior para la percepción que devela
--mediante el exceso de color, la exacta definición de los contornos,
la sobreexposición-- el artificio pacientemente preparado: el disfraz
de Gatúbela esconde huesos y prótesis de plástico
("pestañas / postizas / de azul metalizado"); los cuerpos
repentinamente solidificados y dotados de contundencia y gravedad ("convertirse
/ al fin / en una muñeca / de pulso quieto"; "soy un
monstruo / mecánico / transparente"), la nitidez de los materiales
casi tangibles, y hasta en cierta medida desprendidos de los cuerpos en
los que se apoyan; el cambio de género que el disfraz, y la toma
polaroid, vuelven inmediatamente posible ("hombre / vestido de azul
/ oculto / por el taco aguja / de la sandalia / (cherchez la femme)").
Ese extrañamiento
se plantea, de modo explícito al inicio, en el poema "City
Bay" (un poema extraño, en sí mismo, respecto al resto
de los poemas del libro), como un extrañamiento con la lengua ("en
una ciudad donde nadie / puede decir / ... / esta / es mi lengua / madre");
y esa marca de extrañeza recorre todo el libro, en los títulos
en inglés (salvo "Angel en neoprene", "Lengua Stone",
o "Blues de Nueva York"), o los versos en inglés o en
francés, en el cuidado por marcar una "entonación extraña"
en algunas personajes, y también en la presencia de algunas figuras,
lugares y temas tópicos de la cultura norteamericana: Kerouac,
Andy Warhol, Tom Waits, New York, San Francisco, Los Angeles, el oeste
norteamericano y el viaje, el rock. Y en la profusión de citas
más o menos explícitas (Kerouac, Dante, Perlongher, Charly
García, los Pibes Chorro) se producen constantes desplazamientos,
movimientos entre textos, entre tonos, entre ambientes.
La del fotógrafo
encarna la "mirada" del mundo sobre los cuerpos y los objetos,
y sobre los múltiples artificios que los adornan, los tranforman,
los alteran. Pero estas Polaroid son obra de mujer: uno de sus puntos
de vista es el de la mujer que mira a los hombres que miran y que se vuelve
sobre algunas de las diferentes construcciones de "lo femenino",
descubriendo, al mismo tiempo, el artificio que las constituye. Así,
entonces, en estos poemas Polaroid conviven el disfraz, la prótesis,
el maquillaje, la pose justa encontrada después de varios ensayos,
con los rasgos de la femenidad convencional no solamente exagerados sino
exhibidos como artilugio: las medias, el esmalte de uñas, las blusitas
de Vichy o los conjuntos de raso, o los vestidos de vinilo, el cuerpo
depilado, la fragilidad y hasta un cierto tono infantil ("nos hacemos
las malitas, decimos cosas feas") insinúan el carácter
impostado de cualquier fisonomía. Y la exasperada exhibición
de los artilugios tensiona al máximo la indefinición e incluso
la transgresión de los límites que distinguen convencionalmente
los géneros: las pestañas postizas y las plumas adornaban
a un "hombre / vestido de azul / oculto / por el taco aguja / de
la sandalia", los anteojos de plástico de juguete ocultan
los ojos llorosos de "una nena mala / de pelo castaño / casi
un muchachito"; la muñeca (una muñeca de porcelana
china), rota por alguna "nena mala", es al mismo tiempo "una
muñeca / de pulso quieto / que se deja / subir la pollera / por
todos los chicos del barrio". El recurso a la primera persona sirve
para mostrar y, paradójicamente, acentuar la distancia en aquellos
poemas en que esa primera persona se desnuda describiendo minuciosamente
sus vestidos, y sus maquillajes, y sus gestos, y sus gustos, y sus deseos
("Soy yo / Sara Milena / la nena mestiza / de piel chocolate",
"Mrs Andrews", o "Soy la niña / Mariana Guevara").
Hay también
un refinamiento exquisito en los artilugios por los que se desliza la
solapada tensión que hay en estos poemas. Porque, aunque el conflicto
nunca tiene la forma de un enfrentamiento abierto, un cuerpo puede llegar
a transformarse en un "arma de guerra"; o un ícono de
la cultura pop como la lengua de Andy Warhol, en un elocuente emblema
en medio de ese entrecruzamiento de culturas ("con el rock en la
ropa / y la cumbia en el stereo / en pleno revival glam"), clases,
géneros y generaciones ("con Lía Cruzet / cantando
a todo grito / Metropolis parecía Cemento. / ... / saco la lengua
/ la de Andy Warhol / la cuelgo de la antena / como una bandera / como
un isotipo / de guerra").
Hay, sin embargo,
otra primera persona que al decirse se esconde: un cuerpo que, tentado
de dejarse llevar por la corriente, se mide frente a las cataratas más
grandes del mundo, mira a las otras chicas que "cenan / en restoranes
diminutos y carísimos", y en la intimidad, en la soledad,
puede atiborrarse de galletitas, leer Proust y quedarse pensando en su
"adiposidad localizada". Ese es el cuerpo que se sustrae a la
mirada: "nadie puede / llegar hasta mí".
|
Poemas de Polaroid
/ Anahi Mallol
Nightmare
son siempre fragmentos
los que vuelven
brillantes
esquirlas
(acaso enamoradas?)
para incrustarse
en el lado más blando
de los huesos de la carne
como un resto
de porcelana roja
inlgesa
u otra más fina
la de S`vres tal vez
porcelana
de pocillo
de café
rojo
(como roja es tu sangre
entre tus sueños
entre tus piernas
cuando decís que no)
del siglo XVII
(de alguna cortesana
de ésas)
o como una llave
demasiado grande
para tus manos
(querida Alicia)
que abriera
las puertas
(todas las puertas)
de un tosco
castillo medieval
ahora sin condesas
sin spleen
con un control remoto
y un manual sobre
las potencialidades
ideológicaas estéticas
del zapping
o como palabras
tan deseadas
cuanto menos
dichas u oídas
Objetos
ahora sin sonidos
Colores saturados
de afiche
de una nueva
KodaKKoloR
mar de la noche
que agita
tras párpados
cerrados.
Nobody wants
my body
No se trata sólo
de que aquí
no conozca
a nadie.
En las cataratas
más grandes del mundo
la cubierta de un barco
cuando se mira a proa
con la cara mojada
no es
el peor lugar
(tampoco el mejor, me digo
pero con eso
no arreglo nada).
Las frases se escuchan
amplificadas
como si quisieran
esas voces
aplacar el clamor
de la cascada
please, don't forget
your valors aboard
when you descend
voilà
le spectacle
le plus merveilleux
qui puisse nous offrir
la mère nature.
La fuerza
de la caída obliga
a pupilas entornadas
hasta que ya
no se ve
ni el agua.
Es el estruendo
el que ataca en la garganta
como cuando se siente
(y es un deseo)
el vértigo en la altura:
dejarse ir
con la corriente
rápida
sin preguntar
por qué
nadie me habla
y mi cuerpo
vertical
es lo único que tengo
para ofrecer
esta mañana.
Wonder Woman or Suicide Blonde
Me dicen
la chica
Para Tí.
Pero yo sé
que puedo sobrevivir
a las peores catástrofes.
Y no hablo
de una corrida en la media
ni de las purpurinas de mi esmalte
que saltan de las uñas
al menor descuido
y se desparraman
sobre lo que sea
pequeña galaxia
plateada o violeta
no sé
pero brillante.
No soy renga
ni tonta
ni ciega.
Oral
Juglar
Animal
cubro
necesidades vitales mínimas:
comer leer
(dormir no
no siempre)
Mi cuerpo es
una auténtica
arma de guerra
(puedo ser
la que tú quieras, mi amor,
sólo necesito
algo de plata
algo de tiempo
pour faire le maquillage)
con conjuntos interiores
de raso rosa
o apretados
vestidos negros de vinilo
(plumas en el cuello y en las sisas,
nada de pelos en la axila).
Algún día
tal vez
supere mi afición
por el Discovery Channel
tal vez
y esto no es seguro
por escribir postales.
Pero esas chicas,
las de anteojitos
a lo John Lennon,
las chicas de mi barrio
con los sobacos gastados
por los libros de Sartre
y las fotos del Che
de blusas indúes
casi transparentes
olorosas
de argabatti
opio rosa jazmín o sándalo
ellas
nunca
van a morder estos labios.
Kill me please, serial killer
No quiero
ver las fotos
los diarios
que llegan
por correo
retratos
tu cara
mujeres ahogadas.
Now you look
like a woman
encerrado
en esas ropas
demasiado grandes
para un cuerpo flaco.
¿En qué
pensó
Ted Bundy
antes
de estrangularlas
antes de sentarse
en esa silla
electrizada?
Tan linda
colgada con zapatos
de gamuza roja
y un traje corto
de falda
sobre la rodilla
(un Chanel auténtico)
tan linda
cuando mira
cara a cara
esa carnada
los ojos
saltones por el pánico
el cuello
por qué
tan frágil.
Now do it
Now don't
aprieta fuerte
con esas manos
mi macho
ahora
yo canto
rock'n'roll:
"no exite un mapa
de esta ciudad
lo suficientemente complejo.
Nadie puede
llegar hasta mí"
|
Mal adquirido / Vanna Andreinni
Frankenstein o
el moderno Prometeo / Mary W. Shelley:
El libro de bolsillo Alianza Editorial
Madrid , 261 páginas , $ 10
Hacía mucho
que la sombra de Frankenstein daba vueltas por nuestra casa, cuando el
libro entró para deambular de mis manos a las de Sebas. Los dos
lo queríamos, algo de esas páginas nos estaba haciendo falta
o así lo creímos.
Como todas las veces
cuando se pasa de la literatura al cine, y las vimos todas, desde las
de Boris Karloff hasta la de Kenneth Brannagh, el shock fue brutal. Brutal
a la inversa. Tierna, hasta lo empalagoso, la escritura no recordaba esos
escenarios de miedo y de horror que tantos sobresaltos me habían
producido. Como tampoco generaba las contrastantes emociones del cine,
todos los personajes parecen ser una y la misma voz, el mismo tono se
repite al punto que se diferencian unos de otros sólo por los acontecimientos
diversos aunque sucesivos que tienen que contar. Sin olvidar que nadie
duda jamás de la bondad, la generosidad, la inteligencia sin igual
del Doctor Frankenstein, un alma sublime arrastrada al infierno.
Sin embargo hay en
el libro una justificación de tan largo viaje hacia la destrucción
que por sí sola autoriza la lectura del mismo. La justificación
de cómo la voluntad de saber de un adolescente, mal dirigida, conduce
hacia una errónea adquisición del mismo saber, hacia la
experimentación natural y de "lo natural" a lo peligroso.
Aclaremos, en ningún momento la voz narradora se propone cuestionar
la moralidad de la creación: juntar partes de hombres muertos para
dar vida a un ser superdotado (porque eso es lo que el monstruo es: veloz,
fuerte, indestructible, insensible a las necesidades del cuerpo más
extremas), sólo recae en la necesidad de conducir las mentes inquietas
hacia fines materiales más útiles y concretos, liberándolas
de las fantasías de grandeza. Liberándolas, no despojándolas
de las mismas. O quizás despojándolas de la pasión
ilimitada por la grandeza.
En un viaje en su
temprana juventud, período en el cual ya el interés por
la filosofía natural dominaba el genio del joven Frankenstein,
como los caballeros y sus hazañas dominaban el espíritu
de su noble amigo Clerval(si bien hijo de un bruto comerciante de Ginebra)
el azar le colocó entre las manos los escritos de Cornelio Agrippa.
Pero su padre, hombre político y síndico de la ciudad, como
sus antepasados, entonces conductor del gobierno de Ginebra, no supo llevar
a su hijo lejos de esas "tonterías", no se ocupó
de sus lecturas. "Si en vez de hacer este comentario mi padre se
hubiera molestado en explicarme que los principios de Agrippa habían
sido refutados en su totalidad y que se había formulado un moderno
sistema de ciencia [..] entonces habría arrojado a un lado el libro
de Agrippa y me habría conformado con mi imaginación [...].
Pero la mirada superficial que mi padre había echado al libro no
me garantizaba en absoluto que conociese su contenido; y seguí
leyendo con la mayor avidez". Y Agrippa lo lleva hasta Paracelso
y Alejandro Magno, alquimistas en busca de las causas últimas,
o primeras, de la vida, no sólo de su funcionamiento mecánico.
Este comentario al pasar, el negarse, de alguna manera, a la explicación,
lo enardeció, lo enfrentó al sindico. Sin embargo, no será
éste el único error que el padre, el educador, cometerá,
de hecho decidirá enviarlo a la universidad en Alemania, para que
conozca otras costumbres, quizás. Y es esta lejanía la condición
de posibilidad de su desenfrenada experimentación. La pasión
por el saber alteró la mente del joven y lo autorizó a crear.
Lejos de la familia
se está lejos del control, cerca de otros protectores "M.
Krempe había manifestado: ' Estos son hombres [Agrippa, Paracelso,
A. Magno] a cuyo celo infatigable deben los modernos filósofos
la mayor parte de los fundamentos de su saber. [...] Los esfuerzos de
los hombres de genio, aunque erróneamente orientados, difícilmente
dejan de convertirse, en última instancia, en positivos para la
humanidad'"
Aunque mal orientado
el genio es iluminador, teoría que desencadena la historia y la
resume. Por un lado Frankestein trata de reorientar los antiguos, "el
moderno Prometeo" dice el subtítulo, y por el otro la autora
trata de orientar los educadores o por lo menos de esbozar una teoría
de la educación. Casi una teoría vocacional moderna. El
libro enseña porque pone luz sobre los errores.
En Ingolstad Frankestein
se convierte en padre, de la noche a la mañana, por decirlo de
alguna manera, y luego de tanta dedicación teórica- experimental,
abandona a su hijo sin remordimientos, solo porque es excesivamente feo
y aparatoso, sólo porque es real y no bellamente imaginario, sólo
porque hay que ocuparse de él y de su instrucción y ya no
basta la contemplación filosófica. El monstruo no puede
llenar sus expectativas imaginarias porque es feo y lo bueno es siempre
bello, la creación es poética y la poesía, para Mary
Shelley, es belleza verbal, armonía, grandeza y sentimiento- pasión.
Y aquí el ser poético es Víctor, aunque yo no esté
de acuerdo.
"El buen salvaje",
el monstruito, aprende primero la naturaleza, las necesidades, aunque
mínimas, del cuerpo lo conducen hacia experiencias concretas, el
fuego, la lluvia, el hambre, el frío; y luego aprende la cultura:
el rechazo fundamentalmente (y en primer término, si bien sólo
posteriormente entiende que se debe a su fealdad) luego los sentimientos
y el lenguaje que adquiere desde una hendija a través de la cual
observa una noble familia desterrada y venida a menos por problemas políticos.
Frankenstein quiere ser parte de una familia, de esa familia dulce y unida
en la que el joven hombre lee para los demás Las ruinas de Palmira
de Volney, él quiere ser educado como sea pero desea saber y tener
acceso a la lectura, al lenguaje y sus posibilidades infinitas de convicción.
Otra vez por casualidad
en esta historia, tres libros caen en las manos del monstruo y templan
su carácter: El Paraíso perdido, Las desventuras
del joven Werther y Las Vidas de Plutarco. Esas experiencias
literarias lo instruyen en tres niveles, el rechazo, el amor y la política,
sobre todo los enfrentamientos políticos, lo instruyen más
que la experiencia concreta porque le dan un parámetro en el cual
medir su experiencia y reformularla, le permiten generalizar a la vez
que lo llevan a querer superar su condición de marginal, de autodidacta
y a tratar de relacionarse con la familia, la única institución
que podría contenerlo superando el rechazo, amándolo y defendiéndolo
de los otros. Esa contención es lo que busca cuando le exige al
joven doctor- padre una compañera: ya que no lo pudo educar que
por lo menos lo compense en su soledad. El Frankenstein de Mary
Shelley no es un ser despiadado, es un dulce espíritu abandonado,
sin contención y objeto constante del rechazo. Es un lector no
ávido de pasión y grandeza como el Doctor, que lee para
inscribirse en la historia de los grandes, es alguien que lee para sí,
para explicarse el mundo, para encontrarse fuera del mismo y darse una
razón de ello.
De esta forma, la
romántica Mary expone su teoría sobre la educación
y el genio, la adquisición del saber debe ser una práctica
orientada por los educadores hacia lo bello y lo nuevo que en sí
contienen grandeza. Aunque si, en última instancia, la educación
autodidacta del monstruo es más fructuosa que la del geniecito,
aprende para dirigirse a su padre y reclamarle su felicidad.
|
Arte
Vanguardia y Tradición / Daniel
Ontiveros
El ciclo de mesas
redondas sobre las vanguardias argentinas que se desarrollo en el Centro
Cultural Ricardo Rojas de Buenos Aires en la primer semana de diciembre
, comenzó con un interesasnte encuentro y cruce de opiniones entre
los panelistas y el publico, que entre sentencias y preguntas dejaron
la preocupacion de saber si hay vigencia del concepto de vanguardia y
de que manera ha sido modificado por las actuales circunstancias sociales
y culturales.
El texto que reproducimos
fue leido por el artista plastico Daniel Ontiveros y fue escrito para
ser leido en publico , con las inflexiones y comentarios de la operacion
y que el autor desplego con maestria . queda en el texto los interrogantes
, ironias y posiciones sobre la produccion reciente en el campo artistico
, que proponenen una continuidad a pensar y debatir.
Integraron la mesa
ademas , Andrea Giunta , Horacio Tarcus , Guillermo Piro y fue coordinada
por Valeria Añon.
Vanguardia después
de la trans(a)vanguardia? Vida después de la muerte? Vanguardia
postmortem? Tradición de la vanguardia. Vanguardia de la tradición.
Revolución. Revolución socialista. Revolución conservadora.
Contrarrevolución. Modernidad. Posmodernidad. Vanguardia- diario
socialista. Vanguardia- seguros. Vanguardia-vino barato.
La Tradición
(con mayúsculas y oculta) nos enseña: De lo simple a lo
complejo. De lo aéreo a lo líquido, de lo líquido
a lo sólido.
Entonces:
Vanguardia: Término
que proviene de la jerga militar y designa la avanzadilla, que como destacamento
pequeño y móvil se adentra en territorio desconocido. A
principios del siglo XIX, y en medio del socialismo utópico, fue
utilizado para designar todas las tendencias políticas, sociales
o artísticas con fines revolucionarios.
Militar: Van los guardias.
Van guardias. Vanguardia. Vanguardia- retaguardia.
Política: Militar
en la Vanguardia. Revolución. Guardia roja. Vanguardia político-militar.
Arte: Revolución.
Compromiso. David. Courbet. Realismo-vanguardia. Vanguardia Rusa .Realismo
socialista - retaguardia. Vanguardia- Picasso. Vanguardia-Bauhaus. Vanguardia-
Duchamp. Vanguardia-Di Tella- Vanguardia- Minujin. Vanguardia-Transvanguardia-
Anavanguardia.
Vanguardia bidimensional:
Dimensión Geográfica:
Delante de.
Dimensión Cronológica:
Antes que.
Estar adelante. Es
una posición. Implica una toma de posición. Lo mismo para
estar antes.
Sincronía:
Globalización. Bush. Robert Kaplan (ideología de la contrarrevoluación):
El regreso de la antigüedad. Star war. El Imperio contra-ataca
Osama
y el medioevo musulmán.. El cuento Chino del Capitalismo construyendo
el Socialismo. El Zar Puttin y los gases aires de la nueva Rusia.
Geografía:
La pobre Argentina. Post dictadura. Vanguardia (jerga militar?) Post genocidio.
Post guerra. Post Alfonsín. Post Menem (Pre Menem ?) Post De la
Rua. Post Duhalde. At present Duhalde is the president.
Pensar el ABC, o mejor
dicho el L.I.F. no el F.M.I. L.I.F. - LIF (LIBERTAD- IGUALDAD
Y FRATERNIDAD).Valores cuestionados por la hegemonía sincrónica
y olvidados en nuestra geografía sin patria.
Adentrarnos en los
sinuosos y bifurcados caminos de la tradición de la vanguardia,
nos llevará a aprender muchas cosas, pero también a perder
de vista ese punto de partida. El pensamiento crítico de la Ilustración.
El pensamiento crítico. El pensamiento. Imaginar cambiar la vida.
Cambiar la vida: LIBERTAD IGUALDAD- FRATERNIDAD.
Andar por las renovaciones
artísticas, estilísticas y formales, nos puede enseñar
como en el camino, la vanguardia artística, fue dejando muchas
veces ese compromiso de origen. Como la paloma de Alberti, se confundió.
Presumida de su lugar y posición abjuro de las dulzuras horizontales
del kistch, adentrándose por exóticas geografías
ornamentales incurrió en hechos delictivos (crimen y ornamento)
o atravesando áridos desiertos de superficie greemberiana creyó
que el ojo era la vida.
Niña bien pretenciosa
y engrupida, que tuvo berretín de figurar entronizó a los
Grandes Genios y se olvido de los Balthus, los Diomede, los Molina Campos.
Gustó de los
grandes enunciados, los manifiestos, los centros, las luces del centro
y los centros a la hoya - por suerte Andrade prendió el fuego y
la hoya fue caníbal -.
Muchos olvidos y olvidados,
mucha pretensión y presión.
Siempre estar adelante
y antes. Pero para qué? Se equivocó la paloma. No siempre,
muchas veces.
Existe la vida después
de la muerte? Parece ser una pregunta de fe.
Es posible la vanguardia
ahora? Es una pregunta de fe. Y la respuesta esta en el origen.
La cosa era cambiar
la vida. Si para eso hacia falta cambiar las disciplinas, las formas,
los conceptos, el arte. Bienvenidos. Eran medios. No fines. Confundir
lo uno con lo otro, fue un grave error de la paloma, ya no de Alberti,
de Picasso. La paloma de Picasso, no Picasso.
Mirando en derredor,
tal vez la vida no necesite ser cambiada y sea posible convivir día
a día con las injusticias del status quo.
Aceptar el control
cada vez mayor de su "fascismo sin rostro" (Passolini en la
tradición oral de Grippo). Tolerar la concentración cada
vez mayor del poder económico y militar, y la desigual distribución
de la riqueza. Convencerse de que el futuro del hombre debe estar en manos
de su ambición e interés individual.
Sin embargo, si esta
perspectiva se nos hace opresiva e intolerable. Si se nos hace intolerable,
además en nuestra esfera, aceptar que el arte se convierta en un
instrumento más del superficial goce del entretenimiento que nos
es ofrecido a cambio de dejar el pensamiento
. - goce turístico
de trajinar pasillos, salas, imágenes- , a cambio de resignarse,
a cambio de prebendas, a cambio de becas, a cambio de premios, a cambio
de títulos, a cambio de bienales, documentas, muesos o galerías.
(Para qué usar términos militares?) Tal vez entonces la
pregunta empiece a tener respuesta en el origen. L.I.F.
Nota1: Exposición:
"Futuro Inmediato". Arte y compromiso- Arte y política.
Arte político. Algunas obras: Proclamas didácticas, básicas
propuestas, enunciados de asamblea barrial de mediopelo (ni siquiera de
barricada); es como diría Menotti: " confundir dinámica
con velocidad". Ojo al piojo! (que está en la superficie)
y que no salga el tiro por la culata.
Nota2: Cuando los
Zapatistas se levantan dicen: "Nosotros no estamos llamando a nadie
a que se sume a nosotros, no somos ninguna vanguardia, a lo único
que los convocamos es a pelear por libertad, democracia, y justicia en
cualquier parte donde estén, a su modo, con sus propios métodos,
como ustedes la entiendan".
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Miradas electrónicas de una nueva era / Graciela
Taquini
Reflexiones de Graciela
Taquini sobre videos recientemente galardonados.
Gabriela Golder, Mariano
Cohn y Luis Campos poseen formaciones, objetivos y estéticas muy
distintas, casi opuestas y, sin embargo, testimonian en forma elíptica
la realidad reciente de nuestro país signada por las crisis políticas
y sociales. Todos proponen una mirada nada liviana sobre la historia que
se está gestando y que tiene puntos de inflexión precisos
y concretos: el fin de la era menemista que concluye con la caída
de De la Rua. A la vez, estos trabajos renuevan la reflexión sobre
el lenguaje, los medios, los formatos y los soportes., además de
las relaciones entre arte y vida. Son obras que sólo han sido posibles
desde el ejercicio libre de la video creación y que caracterizan
las prácticas artísticas post postmodernas del nuevo milenio.
Vacas
De Gabriela
Golder
2002
La Argentina de la debacle se vio sorprendida por una serie de brutales
imágenes que irrumpieron en los todos los noticieros, cerca de
Santa Fe, un camión de hacienda volcó y fue tomado por asalto
por unos pobladores que mataron y carnearon las reses.
Gabriela Golder se
apropió de ese material de registro para realizar un trabajo que
mostró en cinta, que ganó una mención del Premio
Banco Ciudad y que se exhibió como instalación en Colonia,
Alemania, donde está becada.
Gabriela, formada
en cine y con estudios internacionales, ha sido siempre una realizadora
volcada a una poética intimista, a la vez que ha producido obra
en video arte de notable compromiso social. HEROICA video que realzó
junto a Silvina Cafici, recrea en una especie de coreografía de
juego de estatuas, la historia de mujeres inmigrantes que llegaron a la
Argentina con la bonanza del dólar y el peso, chilenas, peruanas,
bolivianas que han otorgado un nuevo perfil cultural y antropológico
a Buenos Aires.. También EN MEMORIA DE LOS PAJAROS y su versión
más acotada INSISTO contrapone imágenes en Super 8 de chicos
de su generación que vivieron su infancia en la época de
la Dictadura Militar con material documental de la represión, abriendo
dos ventanas electrónicas opuesta que jamás se juntan.
VACAS es una pieza
que puede funcionar muy bien como instalación por la fuerza de
su pictoricidad.. El material televisivo que ya estaba degradado, copia
de copia, ha sido tratado con un carácter eminentemente pictórico.
Los pixeles estallan en una explosión de color. La obra remite
al espíritu de Goya. Los movimientos ralentados de los protagonistas
del hecho parecerían remitir a una fiesta taurina, pero de fiesta
nada. Golder estetiza la tragedia de la Argentina, Granero del Mundo convertida
en País del Hambre, lo que plantea un fuerte dilema moral entre
ética y estética.
20/12
de
Mariano Cohn
2 minutos
2002
Mariano Cohn tiene veintisiete años, autodidacta, surgió
en un concurso de video cuando era un adolescente. A partir de ahí
no dejó de producir, ganar premios y convertirse en exitoso productor
de televisión junto con Gastón Duprat. Con el y con Adrián
de Rosa realizaron una de las obras videográficas liminares de
la historia del arte argentino: ENCICLOPEDIA.
Desde que tiene uso
de razón y una VHS en la mano viene grabando en video a su padre.
En este caso lo utiliza como actor de una ficción que resume la
conducta de cierta clase media argentina, tan ciega como sorda e ignorante.
Aquellos que, hasta la implementación del corralito, consumieron
gadgets tecnológicos comprados en Miami: un peso, un dólar.
En este caso personifica a un despistado videasta aficionado que experimenta
con la camarita en la sacralidad de su living con absoluta irresponsabilidad.
Cohn despliega con
inteligencia y sutileza el simulacro de la torpeza amateur, mostrando
los efectos más kistch creados por los ingenieros japoneses para
encantar burgueses. La frescura y habilidad del realizador consiste en
el paralelo entre los elementos escenográficos virtuales creados
por los efectos de la cámara con el espacio propio de la casa:
cortinitas digitales en las ventanas de la cocina, superponer el uso de
wipes electrónicos en voiles reales. El guiño despierta
la más absoluta hilaridad y se convierte en una lección
de semiótica de los medios.
Esta obra podría
emparentarse con "Europa en cinco minutos" del brasileño
Eder Santos, que plantea la ausencia de códigos cinematográficos
de un turista. También puede asociarse a con "Venimos llenos
de Tierra" que Cohn realizó junto a sus habituales compañeros
de ruta, Gastón Duprat, y Adrián de Rosa, una obra en la
que un video hogareño devenía en video arte. "Veinte
de diciembre" trata de trasmutar a un manual de instrucciones en
un documento feroz de la Argentina del 2001. En la puesta en escena y
ante los azorados ojos de dos abuelos jubilados, otros protagonistas trágicos
de nuestra nación, un noticiero de TV muestra un helicóptero
huyendo de la Casa Rosada. Un remate tal vez demasiado oportuno, sobre
todo conociendo la capacidad paródica que ha venido demostrando
su autor, tanto en obras propias como compartidas. Ahora habrá
que esperar ver su video "Republica Argentina" el proyecto con
el que ganó Antorchas.
"20/12"
obtuvo el Primer Premio Categoría Video Arte en el Concurso del
Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Ojos que no ven
Luis Campos
Video instalacion
Luis Campos pertenece
a una generación que fundó el movimiento video en la Argentina
hacia fines de los 80. Formado en el espíritu documentalista de
la mejor época de la Escuela de Avellaneda, fue uno de los realizadores
de WARNES APARTE.
La obra de Campos
en forma pionera no ha cesado de producir desde mediados de los 90 hasta
el presente una serie de video instalaciones donde rompe con la visión
monocanal para desplegar pantallas en el espacio.
En esta obra que obtuvo
el premio de video en la Bienal del Museo Nacional de Bellas Artes 2002
Campos expande una imagen contundente: desde el espacio off surge una
forma luminosa, un proyectil que avanza lentamente de izquierda a derecha
y que reluce en la caja negra del fondo. Casi un homenaje a Bony. A la
izquierda una figura masculina encuadrada desde el rostro va realizando
lentos movimientos. La máscara del eventual actor (se trata de
un conocido y sofisticado dueño de un importante restaurant de
Buenos Aires) impresiona por su cualidad de anticipación de la
muerte, desde la piel asoma una calavera, como una Vanitas. La tensión
y el tiempo suspendido evocan el espíritu de un thriller cinematográfico.
Como mejor juega la
obra es con la instauración de la ambigüedad. La irresolución
del protagonista como víctima o victimario y no con una propuesta
maniquea. El realizador como vengador anónimo, o como testigo de
una bala perdida. Esta es una obra que formará parte de una serie
de personajes relevantes a quien Campos se propone balear desde el poder
de su cámara.
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Pequeña
crónica de una desmesura / Francisco Ali-Brouchoud
Un Museo de Arte Contemporáneo en Misiones:
Hasta fines de la década del 90, en el específico campo
de la creación contemporánea en artes visuales, Misiones,
al igual que el resto de las demás provincias argentinas con
la excepción de otros grandes centros urbanos como Rosario, y probablemente
Córdoba-, integraba el paisaje previsible e indiferenciado que
desde Buenos Aires se llama "el interior", y que en realidad
es más bien la experiencia de un "exterior" aislado e
inmóvil, una intemperie a la que los artistas, o aquellos que aspiran
a serlo, están rigurosamente expuestos: ausencia de cualquier atisbo
de política cultural desde el Estado; falta de información
sobre el estado de cosas del arte actual a nivel nacional e internacional;
en términos de imagen y discurso, el predominio de un regionalismo
de reproducción paisajística con una estética asimilable
al siglo diecinueve o con suerte, a un precario remedo de modernismo;
y el asfixiante academicismo impartido desde las instituciones de enseñanza
superior, más preocupadas por formar docentes "con salida
laboral" que artistas capaces de reflexionar sobre su hacer y su
lugar en la sociedad actual.
Por otra parte, y
como confirmación de las limitaciones locales para el desarrollo
de un pensamiento artístico propio, basta consignar que los únicos
artistas misioneros con prestigio nacional e internacional, Oscar Bony
(1940-2002) y Tulio de Sagastizábal (1948), construyeron sus carreras
fuera de la provincia, y debieron establecerse en Buenos Aires para poder
hacerlo.
En 1997, Posadas,
se convirtió en sede de uno de los primeros Encuentros de Producción
y Análisis de Obra realizados en el país, propiciado por
la Fundación Antorchas, una experiencia que resultó crucial
para la praxis artística de la región, y que luego se extendió
a numerosas otras provincias. El hecho de que la convocatoria estuviera
dirigida a toda la zona del NEA Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa-
hizo de Posadas un centro de confluencia, y posibilitó el intercambio
entre artistas que de otra manera, hubieran coexistido en un perfecto
aislamiento. Luego habría, en los años siguientes, otros
dos Encuentros más, que trajeron a Misiones a artistas y críticos
de Buenos Aires como Luis Felipe Noé, Oscar Smoje, Sergio Bazán,
Luis Wells, Mónica Girón, Laura Batkis y Fabián Lebenglik.
Paralelamente a estos
cambios, y justamente a raíz de esta transformación operada
en la escena local, junto a mi esposa Suzuki Rey, museóloga, recién
regresados a Misiones tras una residencia de varios años en Buenos
Aires, comenzamos a pensar en la posibilidad de encarar un proyecto que
incluso en ese momento parecía desmesurado y utópico, y
que precisamente por eso, nos parecía a la vez posible y necesario:
la creación de un museo de arte contemporáneo en Misiones.
Alentados por lo que conocíamos de la experiencia en Bahía
Blanca, y salvando ciertas distancias y peculiaridades locales, intentamos
vanamente interesar a las autoridades provinciales sobre esta idea
Al año siguiente,
y ya elaborado el proyecto, sumamos a un grupo de artistas y docentes
vinculados a la Universidad Nacional de Misiones Carlos Tartarini,
Mirta Rossetti, Nela Wall y Gladis Ostachuk-, con quienes presentamos
la propuesta a las autoridades de esa institución. El proyecto
de creación de lo que entonces comenzó a llamarse Museo
de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional de Misiones (MAC-UnaM),
fue aprobado por el rectorado, con la promesa de disponer en el corto
plazo de los recursos e infraestructura necesarios para ponerlo en marcha.
En ese marco, trajimos, con la idea de beneficiarnos de la experiencia
de Bahía Blanca, a Andrés Duprat, entonces director del
Museo de Arte Contemporáneo de esa ciudad.
Entre los objetivos
generales propuestos para el MAC-UnaM estuvieron desde un principio el
convertirse en un polo regional de arte contemporáneo, ya que Posadas,
por su ubicación, ocupa el centro geográfico del MERCOSUR,
vinculándose con instituciones oficiales e independientes de Brasil
y Paraguay; así como evitar el concepto de museo tradicional, dedicado
únicamente al acopio y exhibición de obras, constituyéndose
en un espacio con carácter de laboratorio dedicado a la experimentación
y producción, que preste infraestructura y asesoramiento a los
artistas interesados en trabajar la relación entre arte y tecnología
en sus obras.
Sin embargo, la perpetua
crisis de la universidad argentina, la falta de decisión política
y comprensión de los alcances del proyecto, demoró por cuatro
años la concreción del mismo. La Universidad cedió
un espacio en la planta baja de la Facultad de Humanidades, pero no contaba
con los fondos necesarios para acondicionarlo como espacio expositivo.
En ese largo "entre
tanto", decidimos encarar una serie de acciones que pudieran dar
visibilidad a un museo que por el momento no podía salir de su
estado virtual, e instalarlo como un actor con perfil propio en la vida
cultural misionera y de la región, a través de programas
de actividades concretas que vinculasen el proyecto a la idea de un espacio
crítico, abierto y dispuesto a socializar los puntos de vista que
permitan acercarse a una idea del arte del presente en sus diversas manifestaciones
En ese contexto, gestionamos
y coordinamos desde el museo el tercer Encuentro de Producción
y Análisis de Obra para artistas del NEA de Antorchas, lanzamos
un cineclub dedicado al cine arte que ya cumplió dos años
de trabajo ininterrumpido-, con notable respuesta del público (algo
comprensible en una provincia donde hay un solo cine para poco más
de un millón de habitantes), y un taller de escucha de música
contemporánea, desde el dodecafonismo y el multiserialismo de la
segunda posguerra hasta las líneas y compositores más actuales,
la música electrónica, concreta, el minimalismo norteamericano
y otras obras experimentales de la actualidad.
La inauguración
oficial del MAC-UnaM se realizó el 21 de junio de 2002, en el espacio
cedido por la universidad -austero y pequeño, pero gestionable
con los escasos recursos disponibles- con la muestra V(M)isiones, de los
artistas Tulio de Sagastizábal, Ignacio de Lucca y Yiyú
Finke.
La continuidad de
las actividades durante 2002 sumó las muestras del artista platense
César López Osornio, del grupo de intervenciones urbanas
posadeño Paré, una muestra de alumnos avanzados de la Facultad
de Artes, y el año se cerró con Dibujos murales, de los
artistas Pablo Siquier y Ernesto Ballesteros, quienes también coordinaron
una clínica para artistas locales, esta vez enteramente propiciada
por el MAC-UnaM.
Muchas estrategias
y propósitos que nos habíamos fijado inicialmente debieron
adaptarse a las limitaciones presupuestarias y espaciales que nos condicionan:
al no disponer de un depósito para acopiar obras, ni de recursos
para iniciar seriamente una colección de arte contemporáneo
argentino, decidimos transformar al MAC-UnaM, en una especie de "anti-museo",
es decir, un espacio que se concentra en las exhibiciones temporales y
en la gestión de otras propuestas multidisciplinarias, tales como
conciertos de música contemporánea, conferencias de artistas,
seminarios y debates. El MAC-UnaM es así, por ahora, un cubo blanco
capaz de llenarse y adaptarse a las propuestas conceptuales más
diversas, y modular el flujo de los discursos estéticos contemporáneos
locales y nacionales en sus variadas manifestaciones. Pero la desmesura
continúa. Para este año, además del cronograma de
muestras mensuales, entre las que estarán, entre otras las de los
artistas Mónica Millán, Daniel García, y una exhibición
de arte Madí proveniente del patrimonio del Museo de Arte Contemporáneo
Latinoamericano de La Plata, lanzamos Otras músicas, un ciclo de
conciertos de música contemporánea, que se inicia el próximo
13 de marzo con la presencia del compositor estadounidense Wade Matthews,
para continuar en los meses siguientes con conciertos de los compositores
Jorge Haro, Francisco López (España), Jorge Sad, Osvaldo
Boudon y Marcelo Toledo.
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Monstruos de Antonio Berni en el Malba /
Claudia Groesman
Museo de Arte Latinoamericano
Av. Figueroa Alcorta 3415 Bs. As.
El contraste entre la concreción de la imagen y lo efímero
de su materialidad produce una tensión que imita la producción
onírica. Su contundencia oculta la fragilidad del artificio, cuya
existencia ilusoria evoca la verosimilitud del sueño nocturno como
malla invisible que atraviesa la mirada de lo real.
El arte produce un
efecto de continuidad entre sueño y vigilia creando la apariencia
del mundo.
El monstruo conjuga
la materia insomne del mundo infantil con la moralidad amenazante que
acecha su experiencia .Artilugio con que la cultura recrea su propia violencia
al tiempo que materializa el discurso restrictivo de la moral, fue soñado
por primera vez por un niño?
El monstruo muestra
el rostro uniforme de la amenaza como expresión pura que nos protege
de nuestros propios fantasmas cuya forma distorsionada surge del tejido
sepultado de una memoria antigua e inaprensible.
El monstruo berniniano,
por el contrario, pone en evidencia su proceso constructivo como gesto
irónico que diluye la amenaza de la que participamos como cocreadores,
productores del vasto lenguaje del terror con el que nos amparamos de
toda intención transformadora.
El distanciamiento
que propone el artista en tanto los materiales ostentan su realidad de
deshecho, provoca en el espectador la actitud de interpretar el mensaje
denotado por la obra. Cada elemento es aislable e identificable en tanto
muestra un destello de su valor útil y a su vez se presta al juego
de componer otra cosa asumiendo un valor estético.
El objeto representante
de la serie del útil se muestra vaciado, marginal, y como usado
recupera el rastro de su humanidad.
Los monstruos de Berni
son productos que reciclan lo ya hecho. Son configuraciones arqueológicas
del abandono. Contienen una fuerza reactiva que confronta el olvido de
las cosas, un rapto de la memoria social que se busca a sí misma
Las figuraciones monstruosas emergen como espectros del pasado en abierta
lucha contra la muerte.
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Sandro Pereyra - Nahuel Vecino en el MALBA / Marina De Caro
El año pasado el Muse o de Arte Latinoamericano inauguró
un espacio para la producción de artistas jóvenes. Bajo
la curaduría de Gumier Maier se inauguró la primer muestra
del 2003: Nahuel Vecino y Sandro Pereira
Sandro y Nahuel dos
artistas que intimidaban por la solemnidad de sus obras. Dos clásicos
contemporáneos
"Esta pintura
ya la conozco"
.Pinturas de una gama
cromática Río Platense, paisajes y personajes más
que reales pertenecientes a la historia del arte, alegorías, pinturas
que parecieran ya vistas. Esa es la sensación que da la obra de
Nahuel.
" Pero no , este
chico con la remera adidas me lo puede haber encontrado en Belleza, lo
conozco de algún lado".
Hay una distancia
con las obras tan lejana como cercana. Una mirada alegórica de
una realidad clásicas invadida por la ficción.
Sandro Pereira, la
figura central de su obra, sin pudor alguno.
Redimirse en la obra.
Salvarse.
Pareciera que Sandro
escribe una historia de su vida. Cada obra es parte del relato biográfico
de sus deseos más profundos. Casi un juego de niños pero
de tamaño más que real; los "Sandros" tienen la
jerarquía de lo monumental..
Sandro es una persona
de pocas palabras.
Pintura y escultura
con todas las letras. eso es lo que se puede ver en el Malba.
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Magnetos
Apuntes sobre humo / David Wapner
La distancia que separa nuestra casa en Beer-Sheva de Bagdad es mucho
menor que aquella vigente cuando vivíamos en La Paternal, Buenos
Aires.
Si se construyese
una ruta que conectase Beer-Sheva con Bagdad, atravesando Jordania, podríamos
viajar de un punto a otro en horas, no días.
Cuando haya alerta
de ataque químico, y hechas las mediciones del nivel de contaminación
de la atmósfera, y en consecuencia un ataque en represalia a Irak
se ponga en marcha, la responsabilidad de la contaminación masiva
deberá atribuirse a una fábrica de químicos distante
diez kilómetros del centro de Beer-Sheva. Pero esta evidencia no
será relevante.
Gran entusiasmo por
los antídotos inyectables; quién daría un premio
por la primicia: tal se clavó la jeringa, ahora está bien,
se encuentra protegido, quedó guardado en el refugio.
Paradoja: la opinión
pública israelí es favorable en un 80 % a la invasión
a Irak, pero casi todos los israelíes están muertos de pánico.
Consecuencia: no hay ni siquiera la alusión manifestaciones y marchas
antibélicas, pero todo aquel con posibilidades está pensando
en huir a alguna parte.
Cuanto más
lejos, mejor.
Todo aquel que profundiza
un poco en la información que proporciona de un tiempo a esta parte
la prensa escrita local, con análisis a cargo de especialistas,
y que incluye declaraciones de políticos oficialistas y militares,
se da cuenta de que hay razones simples para creer en que
Sadam Hussein ya no
tiene capacidad bélica para alcanzar con sus misiles al territorio
israelí. Y con sólo darle un empujoncito, se revelaría
la farsa que están montando los Estados Unidos de Norteamérica.
Pero en este país, la mayor parte de la población sólo
lee los titulares de los
diarios, los cuales
anuncian la inminencia de la guerra, alertan acerca del peligro de ataque
químico-biológico, informan del emplazamiento de baterías
de cohetes anti-misiles, enfatizan en la repartición de máscaras
antigases, cintas plásticas y naylones para sellar puertas y ventanas,
insisten en el acopio de alimentos envasados para sobrellevar horas o
días encerrados en las casas o en los refugios, todo ilustrado
con fotografías color de media página.
Los informativos televisivos
y radiales son versiones ampliadas de los titulares de la prensa escrita.
El gobierno, las fuerzas
armadas y los servicios de inteligencia supervisan esta manipulación.
La hipnosis colectiva
a la cual ha sido sometido el pueblo israelí ha borrado de su mente
unas cuantas evidencias que le ayudarían a darse cuenta de lo que
está sucediendo: en los últimos veinte años, el dictador
iraquí sólo se ha ocupado de atacar a su propio pueblo y
a países musulmanes vecinos (Irán, Kuwait). Después
de 1991, Irak se convirtió es un país arrasado, en donde,
entre otras calamidades, decenas de miles de niños han muerto por
falta de medicación. Desde la era de Bush padre hasta la presente
en la que gobierna su hijo que aspira a superarlo, aviones norteamericanos
e ingleses han bombardeado objetivos iraquíes casi sin pausa. Esta
información circula y se publica en Israel pero los israelíes
son incapaces de procesarla: están anulados.
Volviendo a nuestro
barrio, ser iraquí de origen es muy común entre nuestros
vecinos. Pero tratar de organizar una protesta en contra de la invasión
a Babel es tarea más imposible que convencerlos de que, a lo mejor,
quién sabe, Mahoma es el Profeta, o Jesús es el Mesías.
Si ampliamos el horizonte,
y nos dirigimos hacia el ciudadano promedio, no lograremos sacar de su
boca palabra alguna en contra de "América": más
fácil sería pedir que enuncien la frase "Estado Palestino".
Extremaficción,
por lo tanto, se manifestará en contra de la guerra que se urde,
uniéndose a cualquier grupo que salga a protestar en cualquier
calle de cualquier ciudad del mundo: la emigración y los medios
digitales nos han multiplicado.
No nos pondremos las
máscaras antigases, no sellaremos nuestras puertas y ventanas:
las entornaremos, eso sí, un poco, porque aquí el aire "puro"
que nos llega de la calle, por momentos, es tóxico de veras.
David Wapner,
Ana Camusso,
Chiflón
Beer-Sheva, Israel,
14 de febrero de 2003
Addenda / David Wapner
22/2/03
Apuntes sobre humo
A falta de movilización local contra la guerra, hace un par de
días hemos armado un despelote en un shopping de Beer-Sheva. La
vidriera de un escaparate de ropa "para jóvenes" exhibía
un trío de maniquíes con rostros negros de tizne, vestidos
con remeras y pantalones "comando", y armados
con metralletas y
pistolas. El cristal de la vidriera manchado de negro de humo dejaba ver
el conjunto, a cuyos pies un cartel celebraba en inglés la "WAR
2003". Liderado nuestro dúo por Ana, la primera en encenderse,
irrumpimos a viva voz en el local, con nuestros tres-cuartos de lengua
a toda potencia, que se hacía entender a horcajadas, pero sin dejar
lugar a dudas de lo que gritábamos, palabras más, palabras
menos "en todas partes del mundo se está manifestando en contra
de la guerra y ustedes le hacen la fiesta", o "¿no les
da vergüenza alabar la guerra?", o "3.000.000 en Roma,
2.000.000 en Madrid, () en la calle, etc.". Nuestros argumentos,
que se
atropellaban uno encima
del otro, se toparon con la defensa que los comerciantes,
tras la sorpresa inicial,
hicieron de si mismos: "esto es arte", "esto es moda",
"¿por qué no ver la guerra desde otro punto de vista?".
Con una mezcla de hebreo e inglés, porque nuestra reserva de idioma
se agotaba, arremetimos contra ese manifiesto con argumentos por el estilo:
"¿Es arte un F-16 bombardeando casas en un suburbio?, ¿Es
arte un Apache acertando un misil a un Volkswagen?, ¿Es arte un
tanque Merkava que dispara proyectiles a una carpa habitada? Lo que les
largábamos no les causaba daño, porque nombrábamos
algunos iconos sagrados que hacían sonreir estos isralíes
que pretendían a su modo vender algo de mercadería en la
Beer-Sheva de
estos días,
en los cuales la economía del país cae en picada, en parte,
por obra del culto a estos y otros iconos de igual tenor, por cuyo tributo
pagan ambos bandos enemigos, palestinos y judíos.
El arte, invocado
en caliente, para salvar las papas, es una excusa
para hablar de otra
cosa.
Tenemos por un lado
al hombre-tanque (u hombre-caza), blindado y tecnológico, heredero
del antiguo soldado: cuando actúa se cree dentro de una película
de guerra o de un juego arcade; se pinta la cara de negro, come carne
cruda y ejercitan ritos para entrar en trance y ganar motivación.
A menudo padece de alucinaciones que le hacen disparar a sombras, que
a la postre resultan ser gente de verdad. A veces cuatro hombres-tanque
entran a una ciudad hostil (Ramallah, por ejemplo), se estacionan allí
y permanecen dentro de su máquina durante cuatro o más días,
tomando anfetaminas para no dormir, sometidos al calor infernal del motor,
con orden de disparar al enemigo, entran en delirio, disparan a un bulto
que creían una turba, que en realidad era un carro tirado por un
burro. Algunas veces los hombres-tanque se han matado entre sí,
sin haberse
dado cuenta del error.
Tenemos por el otro
al hombre bomba, el shahid, mártir musulmán que se inmola:
estalla y hace volar en su compañía a todo aquel que se
encuentre en el radio de alcance de su cinturón de dinamita. Hace
un par de años atrás, el movimiento Hamas montó una
instalación de en el campus de la Universidad de Al Naj'ah, en
Nablus: "Pizzería Sbarro", podríamos denominarla.
Un mes y medio antes, un shahid enviado por esta organización fundamentalista
islámica, se había inmolado en la sucursal jerosolemitana
de la cadena "Sbarro", asesinando a 16 personas. En la instalación,
el visitante podía pasearse por una reproducción del local,
en donde la salsa de tomate de las porciones de pizza se confundían
con sangre y con los restos del shahid, cubiertos con una manta, en el
piso. En la pared, un lienzo reproducía el momento de la explosión:
gente y comida volando por los aires. Una colección de retratos
de shahidim podía espiarse a través de un agujero practicado
en una pared/tabique. La esencia del manifiesto artístico de Hamas
podría resumirse así: el hombre-bomba supera al hombre-tanque.
Si un hombre-bomba es acogido en el Paraíso sin demora y con privilegios
que aventajan a todos los otros candidatos: ¿cuál será
el destino de un pueblo en donde cada habitante es un hombre-bomba en
potencia?
Mientras tanto, abajo,
en una calle de Gaza, cayó un misil: un hombre-caza "liquidó"
a un "buscado" que viajaba en un automóvil cargado de
explosivos. Las chapas retorcidas, calientes, desde donde todavía
sale humo, hacen las delicias de las bandas de chicos que acuden de a
decenas para escarbar en busca de reliquias. Unos trepan a la chatarra
haciendo equilibrio, otro
toma un hierro chamuscado
y lo muestra a la cámara de televisión. ¿Quién
fue el autor de esta "obra? ¿El hombre-caza y su misil, o
el hombre-bomba y la dinamita que cargaba en su auto?
En estas circunstancias,
que son, con ligeras variantes, las mismas ayer, anteayer, el mes, el
año pasado, ¿cómo se puede ver la guerra desde otro
punto de vista? ¿Cuál es el uno y cuál es el otro?
Ubíquese donde seubique, el hombre del Medio Oriente ve más
armas y uniformes en su vida que árboles en las vidas reunidas
de sus ancestros. Ejército, milicia, son tan connaturales a sí
mismos como la pesadilla que los une: que de un día para el otro,
el "otro" decida arrojarlos al mar, o subirlos de prepo a la
flota de camiones encargada del "transfer". La sensación
de vivir en constante peligro de muerte es insoportable. Entre el ciudadano
que será defendido por el soldado y el soldado que ha de defenderlo
no hay la menor distancia que los separe: se superponen uno al otro, o
son el uno el mismo que el otro. Se mezclan y funden en una sóla
y única atmófera, compuesta por un sólo y único
gas, del mismo modo en que lo hacen los conceptos de fantasía,
realidad, ficción,
religión: ¿ver, entonces, la guerra desde otro punto devista?
¡Y ahora, los
Estados Unidos, con su psicópata de turno a la cabeza!
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