Inéditos
Pornosonetos /
Ramón
Paz
a rolo la mujer
lo sorprendió
pajeándose con gafas de 3D
sentadito mirando la tv
y a las tres menos cuarto lo dejó
yo no quiero vivir con un pajero
le dijo y se rajó y ahí quedó rolo
medio triste o alegre medio solo
continuando su asunto con esmero
por fin la casa toda para mí
sin el feminodonte dando vueltas
por fin mirar las guáchidas esbeltas
posando en el canal fashion tiví
mi amigo todo el día haciendo nada
pidiéndose una pizza una empanada
*****************************
¿y cómo
puede ser que seas así
que el cuerpo todo vaya para allá
y venga después todo para acá
la curva y contracurva para mí
en qué pensaba dios cuando te hizo
qué se tomó ese día qué buscaba
zigzagueante mareado qué dudaba
qué fiesta recordó qué es lo que quiso
probar en lo sinuoso de tu orilla
qué conjunción de esferas más hermosa
qué música ondulante victoriosa
qué milagro guardaba en mi costilla
pensaba en algún río delirante
qué quiso celebrar en ese instante?
*****************************
me zumba la poronga fluorescente
como espada de jedi con estática
me hierve la capacidad espermática
las bolas repletísimas de gente
capto ondas de radio con la punta
frecuencia enamorada estereofónica
gemidos de la multitud ciclónica
la antena se me sube se me apunta
me rotan los planetas del escroto
se me agrava el calambre desolado
y escucho con el tótem envarado
el amor atmosférico remoto
la humanidad me vibra me alborota
en la punta encendida de la chota
*****************************
esos culos que siempre
dicen no
que van diciendo no de lado a lado
hay que verlos negando sin cuidado
van diciendo que no que no que no
cada muslo que avanza dice no
seguime pero no todo parado
la chica dice mírenme qué estado
y pasa y su culito dice no
ese culo altanero vanidoso
que va diciendo no con frenesí
se burla de la hormona dice no
y pasa respingado tan hermoso
los hombres atrapados dicen sí
pero el culito pasa y dice no
*****************************
el negro
se asomó por la ventana
y te gritó mi amor te chupo el ketchup
hoy compartís con él un mismo techo
y padecés su aliento a la mañana
tan espantada estabas ese día
que nunca hubiera dicho el desenlace
es raro que tu amor se despertase
por ese candidato a policía
esa barriga llena pura panza
de comerse las eses diariamente
me sugiere la imagen en mi mente
que arriba tuyo oscila esa balanza
yo te amé a campo abierto sobre un poncho
pero vos preferistes a ese groncho
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te me codificás
en pleno abrazo
te me volvés hipérbaton verdosa
tan nítida que estabas tan hermosa
de golpe sos bandera fogonazo
camuflada en colores serpenteando
oculta en la inquietud y no te toco
te me escapás ambigua no te enfoco
flameando tetas verdes esquivando
negativa naranja incandescente
estás pero no estás adivinada
tu boca reaparece colorada
o azul besando a otro indiferente
celeste falo ondula y no es el mío
y cambio de canal y tengo frío
*****************************
en medio del camino de
la vida
el taxi me conduce hacia el infierno
recién salgo del cielo un cuerpo tierno
se abrió para mí solo y la avenida
parece que me lleva que me flota
y acelera virgilio gómez bruno
matrícula cien mil quinientos uno
y agosto al mediodía casi explota
que me lleve hasta el fin de las ciudades
que me guíe hasta el borde de mi suerte
que me lleve hasta el fondo de la muerte
que me enseñe la sombra y las verdades
estoy en el placer anonadado
ya ni el diablo me quita lo garchado
*****************************
había demasiada
luz radiante
en tu cuarto alquilado carolina
y en tu verde mirada clandestina
estaba tu provincia delirante
en tu risa sonaba el lorerío
fluvial abrazo manso recostada
pobreza amanecida y escapada
la voz en el verano del desvío
la fuga capital las ilusiones
rajar para ser otra en las bocinas
y acabar extrañando las espinas
del monte de la infancia de misiones
toda la siesta verde entre tus brazos
la añoranza secreta en tus ojazos
*****************************
sucede que me canso de
ser perro
me cansa andar alzado a toda hora
entregado al deseo que devora
mi hueso melancólico que entierro
me fatiga la hormona esclavizante
que ordena que al amor hay que bombearlo
y me empuja a la calle hasta encontrarlo
hasta dar con la perra deslumbrante
y entonces me abotono a la pulposa
y doy con mi cordura porque mojo
porque a decir verdad yo a veces cojo
para poder pensar en otra cosa
me canso de ser perro enamorado
perro solo civil desesperado
Ramón
Paz nació en Buenos Aires en el 69. Publicó las
novelas A la sombra de las gurisas en flor y Gente así.
Tiene dos libros inéditos: Reseñas venenosas y Cuentos
para cojer de parado . En 2003, la editorial Eloísa Cartonera
publicó una selección de Pornosonetos.
Torre de control /
Jacqui
Behrend
(fragmentos)
¡salgamos de acá!
por el camino iluminado hacia la torre
un estallido
y otro y otro
hasta donde no había más estrellas
algunos
lo vieron
y los demás estuvieron de acuerdo:
que todo lo que puede suceder se superpone
como lo que se mezcla, se derrama y se transforma en algo nuevo
y aun así retiene algo de la verdad de lo anterior que se deshace
y
desde esta perspectiva es tan confuso
como la superposición de un relámpago y un trueno
la caravana cruzó
la luz blanca
un campo de luces dentro de la luz del día
por
un instante la vimos desde el enredo en los arbustos
cautivados por la migración de las luces
hacia otro lugar
adivinamos
lo que no habíamos visto
para imaginar algo mejor
e iniciar un recorrido
entonces las chimeneas
se adueñaron del cielo
lo escondieron con su humo
y en el mareo
los pájaros sorprendidos volaron para cualquier lado
Y
YA NO SE VIO NADA
quedamos otra vez
solos, el destello desapareció
y alguien dijo: ¡hacia la torre!
seguimos así
caminando unas dos horas
empujados hacia lo que parecía el borde del planeta
porque
en la escasa luz la torre concentraba
el brillo, la torre se adueñaba del plano
brillaba
...
en la torre éramos
muchos
y el vidrio empañado chorreaba
hacia adentro en la dureza del paisaje
desde ahí
lo veíamos todos:
no era
el mundo, era otro lado
cerca del calor despedazado por el viento
a tientas un lugar
para seguir la caravana o desde ahí
observar a la distancia el cielo alambrado de estrellas en la luz blanca
esa noche llovió
...
¡el alba!
en definitiva se trataba
de un viaje
del tiempo que demora el tiempo en cumplir una semana
un día, un mes o la vuelta al mundo entero
el tiempo dado vuelta a la hora de la siesta
o el tiempo para guardar
lo que no sirve
y con lo demás
la espera
porque el viaje no servía para nada si no se llegaba
a alguna parte
y el tiempo del viaje no tenía
relación con lo anterior
...
y en el fondo la insistencia
de ver las cosas como son
parecíamos
exploradores o al menos eso creíamos
siguiendo las lucecitas para escapar del tedio, imaginábamos
la vida en la caravana con camellos, barriletes, cargamentos, espejitos
¿el lugar de nuestros deseos? debía estar ahí
pasando las colinas y más allá del bosque
en el centro del universo
donde los pájaros chillaban, encerrados entre las ramas
pero a cada rato la caravana desaparecía como excusa
los barriletes desaparecían
del vagabundeo
y
se perdían
...
nos sentíamos alambrados
cercados por la luz de la caravana
pensé que el cerco del viaje no era más que una demora
para pensar en otras cosas
y así encerrarnos en el desperdicio del tiempo para después
llegar
a un pensamiento mejor
o simplemente a otro lugar
...
por la mañana las voces en el aire de la mañana
alguien los había visto y corrimos como un rayo:
barriletes encasillados entre las ramas
y entramos en el río, chapoteamos
en el río
porque los barriletes siguieron el curso río abajo
con el agua a las rodillas
con caracoles pegados a las rodillas
para salir del mundo y entrar en otro lado
a discutir los planes, las palabras
a hablar del río, del día
y de los barriletes
...
hacía días
que viajábamos, la caravana era una mancha
y el tiempo no servía para nada si no para contar
¿hablar de la verdad en el viaje, en la caravana?
¿intentar la explicación para soportar la velocidad de las
palabras y el deseo
que se alejaba y cambiaba con el color del día?
porque las mutaciones que sufre un viaje
cuando se lo ve a la distancia con el gris del tiempo
le quitan toda conciencia
el movimiento de la
tarde no es el mismo
que el de
la mañana
el
del mediodía
el
de la noche
y con los años
el recorrido parecía una mentira
una desconexión momentánea de la realidad
que sin embargo existe
...
la explicación no resuelve los problemas
y en eso habíamos caído:
la caravana no existía
ni podía existir si no se podía contar como historia
un
modo de entender el mundo y especular con lo que está
en el descanso
...
las orejas tapadas
para no escuchar
y empezar
de nuevo
porque a cada instante repensábamos el viaje:
si la velocidad del viento era inútil, ¿cómo habíamos
llegado?
este lugar, la inquietud
porque era la inquietud lo que nos movía
a lo lejos un telón
casi perfecto moviéndose hacia una nueva forma
la impresión
de estar siguiendo la caravana
para esperar después la llegada de otra
y caernos de ese círculo hasta entrar en el siguiente
...
¿estuvimos ahí?
ciertamente era un recuerdo
una interrupción de la experiencia a la que nos remontábamos
y recordábamos la caravana como un momento de verdad
aún había
tiempo para volver
a una seguridad, mejor cobijados
del dolor del tiempo por los cuentos y las historias
que nos contábamos para entretenernos
entrar
en nuestros sentidos
y llegar a una definición perfecta en su hermetismo
escondida del bosque de flores que contemplábamos
...
Jacqui
Behrend nació en Buenos Aires en 1975. Estos poemas
pertenecen a un libro que será publicado este año por la
IAP (Imprenta Argentina de Poesía).
La tomadora de café /
Laura
Wittner
Dentro de casa
" por qué tuvo que parar de llover?"
James Schuyler, La mañana del poema
1.
Sube, vertical, hasta la punta del pino.
Donde mueve las alas en silencio, quieto.
Llueve. Devolver el chupete a una boquita ansiosa.
Sin o con público la actuación es igual
- es decir, es casi una actitud.
La función empieza a cualquier hora,
las horas sólo tienen validez
si las anuncia el relojito
amarillo omnipresente.
2.
Es como esa canción húmeda, morosa
que fui recibiendo de a fragmentos
y que tiempo después, un día
de llovizna llegó entera, íntegra,
y muchísimo más húmeda,
un himno
de amor inesperado
de golpe
en un bar.
3.
Si digo la verdad: en casa me despojo
del buen viejo cinismo, que queda
a un lado, vacuo y dobladito como un traje
de lanilla
en desuso.
4.
Amplios pliegues.
5.
A los 24 me ajusté la bata,
me senté a la mesa
ante un par de diccionarios
y me dije:
6.
Once años después.
7.
Toda una sorpresa
cuántas plantas florecen
o brotan en invierno.
Y de maneras no convencionales.
A una le sale un brote
en mitad de la hoja verde.
A primera vista parece bichada.
Hasta la más reacia, finalmente,
da una flor.
8.
Calabaza ha sido
su cuarto alimento.
9.
Juntos día tras día,
babelito y actimel.
10.
En el banco de plaza tres viejas
se hacen sombra.
Sostienen delante de sus ojos
los cuadernos de ofertas de Jumbo.
Se ponen de perfil y charlan
así, con los brazos extendidos.
La del medio para un lado y para el otro.
El resto de la plaza es puro sol.
11.
Hay que haber dormido poco y mal
para estar en condiciones
de percibir este momento tal cual es.
12.
Plomero, reintegros,
trigo burgol.
El día pasa
dentro de casa.
13.
Para las ocho de la noche
de un día de invierno sugiero:
sonidos de un estudiante de piano
desde un departamento impreciso.
14.
Dormir, comer, jugar.
Todas cosas importantes.
15.
"Observá con cuidado,
registrá lo que ves.
Fijate cómo hacés para que la belleza
resulte necesaria,
y la necesidad resulte bella".
16.
¡Qué peligro! El hecho,
en apariencia llano,
de licuar zanahorias o una tarde
hornear tres filas de galletas
te impulsa
del otro lado de una puerta
donde todo un universo te recibe
que habías, hasta entonces,
tratado de evitar. A partir de este momento
vas a necesitar todavía más.
Pero, ¿más? ¿Es posible?
¿Menos y menos autosatisfacción?
Anotá: hojas de lima, un wok,
chocolate de taza pero blanco,
galangal,
ginger root,
y ¡ay! ¿sería mucho pedir?
moldecitos siliconados.
17.
Están volviendo
todas las historias infantiles;
todo está siendo sometido a juicio,
ya nada es pintoresco, material para poesía.
Los padres son los imputados
y parecen culpables;
nosotros ya empezamos
a parecer culpables.
Laura
Wittner nació en Buenos Aires en 1967. Es Licenciada
en Letras y trabaja como traductora. Publicó Pintado sobre una
jaula , Grupo Editor Latinoamericano, 1985 , El pasillo del tren
Trompa de Falopo, 1996, Los cosacos Del Diego, 1998
y Las últimas mudanzas Vox, 2001.
Reseñas
El mundo que late /
Ana
Wajszczuk
Cuervos , de Miguel Ángel
Zapata, Ediciones Universidad de Puebla, México, 2003
De vuelta.
El viaje de vuelta fue, literalmente, pesado. Volvía de un festival
de poesía donde los participantes gustaban llamarse todo el tiempo
unos a otros Hermano y Poeta. Volvía con la sensación
de que la autopublicación es un vicio bastante extendido. Volvía
con un bolso rojo gigantesco y repleto hasta el tope de libros, libritos,
plaquettes y revistas que ya sabía no me iban a dar ganas
de ojear una vez en casa , pero igual ahí estaban. De ese montón
sólo leí de principio a fin Cuervos, de Miguel Ángel
Zapata, elegido por puro azar o porque su autor no había sido de
los más escuchados y tenía algo de reservado y de fuera
de lugar, algo de escribir para un mundo y sobre un mundo bien, bien alejado
de los festivales de poesía.
Tal vez la poesía se trate apenas de latidos. ¿Qué
distingue a un poeta de alguien que gusta escribir versos y publicarlos?
Poder construir un mundo tan intenso que pueda sentirse su diástole
y su sístole. A las cosas del mundo cotidiano las conocemos como
sujetos a objetos, a las cosas del mundo de Cuervos las conocemos
porque laten con nosotros. Como en la experiencia extática, no
es con el entendimiento que se accede a este otro lado del mundo que no
vemos casi nunca y no porque no exista. El mundo de Zapata late y late,
late con el escritor que lo describe, late con el que lo lee. "Escribo
al lado del árbol y no puedo destejer las redes de la piedra con
amor. En cambio, encuentro otro laberinto en este aire, su caos azaroso
me lleva a escribir el primer disparo en la oscuridad". Así
el mundo que escribe Zapata: toda intensidad que nuestra pobre experiencia
casi nunca alcanza.
El zoo de cristal. El mundo de un perro que saca la lengua a los
pájaros muertos y gorriones que deberían volar por otros
patios, un mundo de bosques de pinos en la borrasca, de cielos que ladran,
de la memoria de una habitación oscura que todos conocimos. Árboles
gigantes y ángeles de la guarda extraviados, todo el desierto en
los ojos de una iguana, geranios que nos miran cuando los miramos, la
felicidad como una manzana verde, todo lo cotidiano como símbolo,
los surrealistas tenían razón y la vida está sin
duda en otra parte. Y la escritura como una ventana para no estar solo
en el mundo del otro lado, porque "uno se cansa de estar solo
delirando en una isla, abriendo la ventana de los árboles, rebuscando
entre las hojas una palabra, una rosa en el jardín sin mar".
Y por eso escribe.
Poeta en festival de poesía. Zapata no parecía tener
que andar repartiendo su libro a diestra y siniestra ni sacarse fotos
con los organizadores. Tampoco lo ví hacer rabietas por no estar
programado para leer en todas las lecturas, ni escribir manifiestos, ni
dar entrevistas. No pronunció discursos ni gritó viva-la-poesía-muera
la ignorancia o abajo-el- capitalismo- yanki ni ninguna de esas frases
con que otros gustaban corolar sus intervenciones poéticas. No
parecía tener ni siquiera musas, sino apenas un cuervo, alguien
venido de lo oscuro o lo indecible que cuando lo mira es "un aire
emplumado, flauta de tinta que gotea mi envoltura". Encontrar
frases como esa a la sombra de un festival de poesía, encontrar
un mundo que nos respira cuando lo respiramos entre tantas lecturas que
se resbalan de uno, es lo que vale la pena de asistir a esos eventos.
Uno tal vez descubre un poeta entre la multitud, alguien que le agrega
mundo al mundo, un poema que se estrella contra nuestra manera de ver
las cosas. Y por fin algo ocurre.
Cuervos / Miguel Ángel
Zapata
LOS
MUSLOS SOBRE LA GRAMA
Escribo por la muchacha
que vi correr esta mañana por el
cementerio, la que trotaba ágilmente sobre los muertos. Ella
corría y su cuerpo era una pluma de ave que se mecía con-
tra la muerte. Entonces dije que en este reino el deporte no
era bueno sólo para la alegría del corazón sino también
para el orgasmo de la vista. Al verla correr con sus pequeños
shorts transparentes deduje que los cementerios no tenían
por que ser tristes, el galope acompasado de la chica daba
otra perspectiva al paisaje: el sol adquiría un tono rojizo, su
luz tenue se clavaba dando vida a la piel, los mausoleos
brillaban con su cabellera de oro, y volví a pensar que la
muerte no era un tema de lágrimas sino más bien de gozo
cuando la vida continuaba vibrando con los muslos sobre
la grama.
VOY A ESCRIBIR ALGO
Imagino que voy a
escribir algo sobre el perro que mira
extasiado los cristales o sobre el blancor intenso del árbol
que permanece de pie como un enorme ángel con espaldas.
Imagino que voy a subirme a los pinos para tomar fotos de
los copos de nieve que se van deshaciendo sobre la arena.
Pienso en pedir al cielo la gracia de la lluvia fresca. Desnudo,
rezo. Los cerros desesperados se agarran del sonido de la
luz del sol que nos derrite, y las rosas amarillas susurran en
el patio con mi perro.
MI PERRO OBSERVA
Parece que finalmente
llegará la lluvia: mi perro observa
atento como van llegando las nubes gordas por detrás de
los cerros. Escribo con las patas de mi perro penetrando la
arena del árbol más grande del jardín. Cuando la
lluvia llega
hay una mezcla de alegría y tristeza, algo que no se puede
explicar con palabras. De pronto cambia el tono del paisaje,
las astillas de la luna se clavan en la ventana que da a la
sala, el árbol alumbra el patio sin hojas, y los geranios
cambian el color del cielo. El cielo rojo envejece con las
nubes y mi perro le saca la lengua a los pájaros muertos.
UN GORRIÓN EN LA CASA DE LOS ONCE PATIOS
Insisto en que deberías
huir volando por el patio de los
geranios sin mirar el cielo de las rosas. Luego podrías escribir
algo en el patio de Homero, y buscar algún amor en el patio
de la Pasión. Deténte en el patio de Virgilio, y mira como
la
trémula luz del agua en un jarrón de barro reverbera la
luna
que se eleva con tus alas por este cielo. Recuerda que
bajando el callejón te dije: "mejor es que te vayas a volar
con las garzas del lago de Patzcuaro o acabarás tendido en
el patio de los Callados". Cerraste tus alas llenas de frío
mientras tu vendedor, desde su jaula negra, trataba de
convencerme para que te llevara a mi patio lleno de pinos
-ahí donde el espíritu se extravía en la ociosidad-
sin sa-
ber que tú eres el maestro del presagio, el que nunca cesa
de pensar.
Miguel Ángel
Zapata (Perú, 1955). Ha publicado, entre otros libros,
Cuervos, Universidad de Puebla, México, 2003; El cielo que me
escribe, El Tucán de Virginia, México, 2002, Premio
Latino de Literatura 2003; Moradas de la voz. Notas sobre la poesía
hispanoamericana contemporánea Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, Lima, 2002; Nueva poesía latinoamericana, UNAM,
México, 1999; Metáfora de la experiencia. La poesía
de Antonio Cisneros, Universidad Católica del Perú,
Lima, 1998; Lumbre de la letra, El Santo Oficio, Lima, 1997. Es
profesor principal de Literatura Hispanoamericana en Hofstra University,
Nueva York.
canturreo monocorde /
Omar
Chauvié
En las Abras, Fernanda Castell ,
Siesta, Bs. As., 2003.
Las
notas escritas que ordenan una suerte de conversación, los recuerdos
deshilvanados, los diálogos con un juguete, la trascripción
de escritos escolares dan el tono textual a la relación de una
madre con su hija en un intercambio que estos medios verbales reconstruyen.
La voz
es uno de los signos que guía el poemario, cuando es reproducida
o cuando simboliza instancias nuevas; pero no se agota en sus manifestaciones
concretas sino que se exhibe en figuras que se deleitan en el cruce de
sentidos para acentuar los efectos de la palabra en la perspectiva de
las asociaciones libres: "pequeños dichos en los círculos
de pasto pequeños dichos en la ventana vertical de los ojos",
"Palabras de llamadura de hueso libre de gema..."
Madre
e hija en sus distintas facetas, las cavilaciones maternas, la vida hogareña
son algunos tópicos que emergen. Pero ese conjunto que nos acerca
a producciones actuales repetidas y reconocibles, no abusa de las marcas
de eso que ya constituye un género de los últimos tiempos
de nuestra poesía, porque momentos como el recuerdo de una muñeca
Yollibell descabezada, aquí no abruman. Así como entramos
en un género conocido, en el texto ingresamos en la casa, ese es
el primer espacio presentado, para luego compartir los hábitos,
las acciones diarias o el recorrido de las compras; y todo ese marco vital
está pautado por una configuración de fuerte subjetividad.
Por otro lado, los rasgos de esa poesía están presentes
pero muchas veces reciben una vuelta de tuerca; por caso, el mundo del
hogar como mundo femenino no siempre es abordado en si literalidad; así,
el acto de cocinar remite a otra referencias " se cuecen habas en
oscuro jugo donde los / renacuajos inciden/ en el púlpito de acuoso
por pronta / recuperación de lo nadado/ es el agua que nos olvida
y nos adentra" o "el ojo de la luna polvillo suave como un talco
de palta. tengo lados latas de miel en este lugar hace frío"
Los
guiones de diálogo, las bastardillas, la distribución espacial
de los textos, los paréntesis, la estructuración de las
líneas del escrito que no se definen como versos pero se escanden
con puntos o con rimas escondidas, casi disimuladas, y un persistente
monólogo maternal organizador dan cuenta de voces diversas que
buscan hacerse presentes, se codean, se entrecruzan, se enfrentan.
Ese
monólogo maternal es reconocible, no sólo porque se autoenuncia,
sino porque persiste y está por demás atento al otro, a
su voz , a sus presencia o a su llanto: "la escucho. le doy de mamar
lo que me sale". Monólogo interior por momentos, no tanto
en el contenido como por la disposición que no deja ver cortes
de versos, que no maneja puntuación sino, a modo de cesura, ni
tampoco deja ver mayúsculas lo que da un efecto de discursividad
continua, apenas interrumpida, a veces, por los finales de los textos.
La distribución general del poemario pretende una arquitectura
que se afirma en dos partes con apartados internos : "Como es",
"Fotomontaje" y "Anticoagulantes" en la primera y
un único segmento ("Otra cosa") en la segunda. Esta segunda
parte, desde ese título que distingue el conjunto, parece constituirse
en respuesta o, al menos, una voz que toma el turno en la conversación,
respecto del primer tramo. Además, esa estructura general que dan
los subtítulos intenta una cierta cronología vital en los
textos que va de la casa a la hija que crece. Por cierto, suena mejor
esa estructura que los textos independientes y algunos cobran mejor dimensión
respecto de ese orden.
Es un
pequeño libro con una estructura que busca solidez, y tiene en
ese alineamiento algunos buenos momentos.
En las abras
/ Fernanda Castell
la casa es una burbuja de detergente
que brilla y resbala por los mosaicos.
verse en el piso con los ojos moteados
como un gato atrapado en una laguna.
mínimo. es ser disuelto el pensamiento
entre sus dedos deshuesados. la escena
dentro en una brizna de paja brava
semitono al ras va rotando torciendo el
barro de la calle con una cucharita de al-
paca para helado que gotea desde la boca
negra untada de aceitunas por el tubo de
la faringe vibrando al son de la caminata
la piedra afila rompe el hollejo de los
talones y quema de bajo hasta la calota.
la curvatura de los ojos azules y rojos como
el licor hasta la salina. el vaho imprime
un arco luminoso que orienta la llegada
Lo
regado por el vino azucarado, rojos los dedos en
los bucles de las niñas, flores negras en los
balcones
son
de saberse
en
los susurros del
que nos sabe merecer en el pecho que habla
hasta el hastío caminamos descalzas, el barro
cocido por el sol vertiendo ras ras ras, los carros
las gallinas, las fotos, las risas, los dientes,
esférulas de aire debajo de las lúmulas esmaltadas
de granate
Planchando
el guardapolvo
La
ruta. Azul y blanca. Como la bandera.
Me despliego como la bandera por las
rutas de la patria: -"hagan una redacción
con la palabra iceberg y rompehielos."
Antártida. Blanca y negra. Con agua azul
llena de krill y estiletes de hielo. Huellas de
transportes de los hombres vestidos de
naranja, por si se pierden. Libro azul, pocas
páginas, ubicación, dimensiones
(silencio y largura desde mi camita hasta
la Antártida) habité con los hombrecitos
naranjas entre los iceberg y los rompehielos. Y
esculpí un zoo translúcido de pajaritos y peces
tropicales recreando el viejo bioma de la
Antártida hace muchos años.
.........................................................................
El sueño sin diazepam: duermevela con un
pedazo de algodón entre los dientes. No
la flor, como en los manglares de Nueva
Orleans. Sólo Tom, mi tío feo el que llega
y me acuna como una madre. La flor del
jacarandá ¿es violeta o blanca? No sé.
Cuántas marías conozco. Cuántas
enfermeras. Cuántas amas de casa.
Cuántas jefas. ¿Cuántas ministras? a la
hora de dormir cualquier nómina es
pijotera.................................
|
hija te escribo desde el despacho hay una
fotito tuya con medias a la rodilla y la nariz
arrugada por la resolana del mediodía
te escribo desde el rincón más
brilloso de
la cocina debe haber algún método para
sacar el agua del placard. la ropa tiene feo
olor y sólo vos estas entrenada para estas
cosas. También tengo que hacer una torta
de cumpleaños pero no tengo la receta. Te
mando un beso que lo pases bien tu hijita
es lo que hay y lo que no hay
en el patio hay un suelo agrietado que
succiona las plantas y las lleva adonde no
las puedo ver mamá era de noche y
teníamos miedo de ser diferente hoy
promedio tu edad y puedo reconstruir tu
planeo por el cielo raso a las tres AM
cuando hay que dar calma y a una se la
comen
los perros de la noche.
Arte
Cuqui por Cuqui
Esta es una auto reseña.
El modo de abordar el texto propio una vez impreso . Expresa lo que le
sorprende del mismo lo que se podría seguir corrigiendo y aquello
que decididamente es irrecuperable. Una nueva modalidad literaria , o
critica?
A mí me
picó una araña / Cuqui , Eloísa Cartonera , Bs.
As. 2.005 / Cuqui
En la tapa nos encontramos con mi letra, ya que al esténcil lo
hice yo. Como podrán observar los que se topen con el libro alguna
vez, no me entró mi nombre.
El título
viene a colación de "¿y a ésta qué bicho
le picó?"
En la primera hoja
se ve una araña aparentemente muy elástica, pero no se dejen
engañar. Desde el vamos quería una foto mía haciendo
la araña debajo del título en la tapa del libro. Estuve
practicando desde enero de 2.005 a la par de la escritura.
|
Foto:
Fernanda Laguna |
La frase de Leonardo da Vinci que abre el libro me parece
clave con respecto a la teoría de la evolución. No creo que
una especie llegue a mutar (en este caso, de no cambiar de color a cambiar
de color) para protegerse de sus depredadores, sino que cambia de color
porque cambia de color
y eso le ha permitido sobrevivir. De hecho, a veces no. Es sólo
una cualidad genética suya.
"El
camaleón toma siempre el color de la cosa sobre la cual se posa.
A veces se confunde con el follaje y entonces lo devoran los elefantes."
L.
da Vinci
Lamentablemente es un libro muy corto, como todos mis
libros. Sé que más adelante quiero escribir otro que abarque
todos los temas que se tocan con más amplitud y profundidad, como
así también agregar pensamientos sobre cosmología
y una linda crítica negativa al génesis.
Son 66 pensamientos (el 66 fue casualidad) sobre la
muerte, el aborto, la sexualidad y la clonación entre otros. Lo
considero libro de poesía. Es mi lado Nietzsche, como sus "Sentencias
y dardos" en "El ocaso de los ídolos".
Lo escribí en un mes y medio y a pesar de que
lo corregí mucho, hay pensamientos que no están bien resueltos
a nivel literario, no he logrado que alcanzaran la síntesis que
necesitaban (65 y 66).
Algunos pensamientos están escritos desde hace
unos años, así que he hecho trampa.
4
Me veo y no me creo. ¿Entonces yo morí? El ADN se
sigue manifestando y me desconozco en ese desarrollo. Si yo soy este cuerpo,
¿por qué no me lo sé?
8
Un vaso es la evolución de una mano humana para contener
líquidos.
19
Jorobado de Notre Dame ---debe ser bueno para no ser
considerado
un monstruo
Esmeralda
---no tiene que ser buena
porque
ya es hermosa
23
Si un ñu es perseguido por un guepardo, ¿a quién
se queja?
25
Los cuerpos siempre están desnudos debajo de la ropa y los
ojos están siempre abiertos debajo de los párpados.
36
Noé habrá hecho el arca y esto y aquello pero total
se murió lo mismo.
No
me parece un mal libro, pero abuso en repetir cosas de cultura general,
entonces si la reflexión, la comparación o el remate no
son demasiado acertados se le van dando puñaladas. Pobre libro.
26
antes
relación sexual prohibida (placer) / se infringe / panza
castigo: discriminación (es una vergüenza)
que no se note: aborto
prevención A: condón, etc.
prevención B: abstinencia (celibato, castidad)
Bebé que posiblemente no tenga las mejores condiciones de hogar-familia
(padres, hermanos) ni dinero para educación, etc.. En un primer
momento se lo considera una relación sexual y no una persona.
poder: cristianismo
ahora (los nuevos puritanos)
comer lo prohibido (placer) / se infringe / panza
castigo: discriminación (es una vergüenza)
que no se note: bulimia, lipo
prevención A: productos diet
prevención B: abstinencia (anorexia)
Demasiado placer en la forma de alimentarse trae daños
a la salud (obesidad, problemas cardíacos, etc.).
poder: budismo, hinduismo, medios masivos de comunicación
También hay cosas que yo doy por obvias pero
pienso que tal vez no sean tan obvias para los demás. Resulta que
todo el mundo piensa lo mismo con las mismas palabras, ¿o no?
62
La belleza física y de personalidad más la salud son
proporcionales a la atracción que ejercen.
Hay un antecedente de este libro en otro libro mío
bastante anterior titulado "Enmoñada": está dividido
en 3 partes, una de ellas es similar en tono y temática. Se llama
"Cadáveres bien huesudos (extra secos)". Ver Diario de
Poesía n59
Sobre la presentación
Como
este libro salía al mismo tiempo que mi primer nouvelle (Masturbación,
Eloísa Cartonera 2.005) los presenté juntos. Fue en Belleza
y Felicidad con muy poquitititas personas.
En un primer momento quería presentarlo en un
cementerio vestida como dama antigua o con un vestido así de vaporoso.
Nada de eso, tampoco nada de lo que viene a continuación.
de noche
el público está del otro lado de la reja, fuera del cementerio
va corriendo entre las tumbas gritando "¡Nooooo!"
llega a la puerta enrejada, trata de abrirla y de trepar (está
llorando)
llora quieta con las dos manos en triángulo sobre nariz y boca
mira hacia atrás
salta por su costado izq. un hombre vestido de negro
la tira al piso y le da patadas
la arrodilla y trata de ahorcarla
la agarra de los pelos y ella se agarra de los pelos porque le duele
en tres patas canta algo llorando desesperadamente
el tipo la tira bocabajo y le pisa el cuello con el pie
la da vuelta de una patada
la ahorca
la levanta muerta y la carga en el hombro derecho
el pelo de ella cae sobre la espalada-nalgas del hombre
él se aleja por la derecha del cementerio hacia los nichos
vuelven y saludan al público
Era muy complicado. A continuación extraigo de
mi diario íntimo mi impresión de La Chacarita (lamentablemente
no anoté nada sobre el Recoleta).
15/03
Fui al cementerio de La Chacarita para ver la entrada
y no me sirve: la puerta principal está demasiado alejada de las
tumbas, sin contar con que tiene como 70cm tapados desde el suelo y luego
el enrejado. Hay unas columnas alucinantes que me podrían servir,
pero las arruina una imagen gigante de Jesús en la cruz.
Tenía un actor más o menos visto que a
su vez conocía a otros actores, pero no hizo falta porque no me
daban las locaciones. El actor tenía que ser actor para ensayar
bien las partes
de patadas y el ahorcamiento y, a su vez, ser muy pero muy fuerte porque
peso 65kg y me tenía que levantar del piso y cargar en su hombro...
Igual tenía el plan B: que me llevara arrastrando.
El vestido blanco (al que le agregué tiras de
tafeta negra fruncidas en la base) en realidad pertenecía visualmente
a Masturbación porque lo había usado para un personaje en
unas diapositivas pertenecientes al libro (autorretratos como actriz porno)
y para hacer publicidad de la nouvelle en la presentación de un
libro de otra gente repartiendo tiritas de papel con su dirección
en Internet para el que quisiera bajarla.
¿Qué quedó finalmente? Vestida
de largo con una gran peluca negra, las tetas apretadas y levantadas,
la boca negra y los párpados bien blancos tirada en el piso del
sótano de Belleza con una luz puntual.
acostada bocabajo como muerta
bocarriba se acaricia y se mete un dedo en la vagina
lo huele y lo seca entre las tetas
bocabajo mueve la cadera sexualmente
llora
(se vuelve a repetir y a repetir y a repetir todo, como si fuera un videoarte
que termina y vuelve a empezar)
El público estaba en la parte de arriba de Belleza,
con la luz apagada, tirados en el piso espiando por las rejas-respiradero.
Al final todo pareció la presentación
de Masturbación únicamente.
Se vendieron más libros de Mast. que del de la
araña, confirmando lo que se dice: que la narrativa es más
fácil de vender que la poesía.
56
Hospital lleno de enfermos, geriátricos. Vivir
y vivir y vivir; seguir caminando derecho largando caca, huellas de caca:
no savia como un árbol quieto, no velocidad como una chita. Medicamentos,
camas, sueros, gasas, poner la chata, tener bebés y darse cuenta
que fuera de esperar, ser pacientes y hacer cosas no hay nada, absolutamente
nada.
Cinco años en Dabbah-Torrejón / Julia Sarachu
del 9 de abril al 9 de mayo 2005.
En
agosto del 2002 Lucio Dorr le pidió a Justina Sauce que le escribiera
el proyecto de aplicación a la beca antorchas solicitando un subsidio
de $15000 para la realización de su obra. Justina Sauce usó
como material las notas de una descripción verbal de él,
de lo que quería hacer materialmente, el poema Sueño
Parisiense de Baudelaire, y el análisis de Jaus de ese poema
en Las transformaciones de lo moderno, un libro que el mismo Lucio
Dorr le había regalado. Dorr ganó el subsidio y realizó
la muestra que inauguró en octubre del 2003. Un día, Mariana
B. llamó por teléfono a Justina y le dijo que había
visto la muestra, y que era impecable, perfecto todo tan hermoso vidrio
biselado pulido y pintado de colores puros, dispuestos en la sala como
instalación como un bosque sin vida, gélido y por eso eterno,
(como el ensueño de Baudelaire pensó Justina), sólo
intervenido por dos conos enchapados en madera de raíz teñida
de color caoba. Sin embargo Mariana B. consideraba que había cierta
frivolidad en la obra (que a su vez era el estilo de la galería
comandada por la directora de la revista Elle), porque no había
fisura, todo era perfecto, era mentira. Justina le explicó que
no, que eso estaba basado en el poema de Baudelaire, donde el gran brujo
dice que a la visión extática de los paraísos artificiales
del opio sucede la revelación de la futilidad de la vida. Mariana
B. le dijo que era lo que ella, como crítica, ponía en la
obra, pero no creía que el artista conciente hubiera hecho o pensado
siquiera en eso. Entonces Justina Sauce le contestó que no se trataba
de algo que dependiera de la voluntad del artista sino de una necesidad
estructural, por eso sería la evolución natural de la obra.
Más allá del artista. E incluso Dorr, sólo podría
salir de esa encrucijada formal produciendo en su próxima muestra
el espectáculo de la desintegración. Después de cortar
escribió este texto:
Flores del mal.
La obra
de Lucio Dorr en Dabbah-Torrejón octubre 2003, está inspirada
en el poema Sueño Parisiense de Charles Baudelaire:
se trata de un paraíso artificial de increíble belleza muda.
El espectador-víctima de un espejismo en su recorrido a través
del desierto de significación propuesto por el artista, no advierte
que el concepto de paraíso artificial es inconcebible separado
de la noción de desencanto. "Quien lleve el adorno hasta sus
últimas consecuencias tendrá que lamentarlo", sentencia
la crítica que inaugura la modernidad. Y no es una condena moral,
sino la derivación lógica de un principio estético.
Aún en la plenitud de la perfección formal, el observador
atento es capaz de descubrir los gérmenes de la corrupción
y el caos. Como una vedette que mediante cirugías y tratamientos
intenta inútilmente prolongar su juventud, del mismo modo tarde
o temprano la muerte alcanzará esta obra. El tiempo es el enemigo
número uno de la apariencia pura.
Justina
fue a ver la muestra Cinco años en la galería de
arte Dabbah-Torrejón en abril del 2005. Se trata de una muestra
colectiva de los artistas de la galería en la cual pudo observar
una obra de Lucio Dorr que consiste en un féretro de madera muy
recargado en su forma, barroco, pintado de rojo furioso y brilloso. Justina
se había encontrado con él en una muestra en Fundación
Telefónica en el 2004, y él le había anticipado que
inspirado en acontecimientos desafortunados de su vida familiar estaba
preparando una obra que consistía en una serie de féretros.
Sin embargo sólo cuando Justina se encontró frente a ese
féretro rojo en la muestra, reconoció con horror el poder
de las palabras. Volvió a su casa y releyó un cuento
de Edgar Allan Poe que lleva ese nombre, El poder de las palabras, donde
Poe dice que la palabra es un sonido y una intención que emitida
una vez tiene, como cualquier otro movimiento en el tiempo y el espacio,
una consecuencia infinita. Teoría del lenguaje como invocación.
Ahora me dice que camina sobre la tierra como sobre un volcán activo,
y que teme al lenguaje.
Breve noticia sobre
Alfredo Londaibere / Rafael Cipollini
Cada vez tenemos menos dudas acerca de la inevitabilidad del estilo. Nos
engaña siempre y resulta imposible reprimirlo. No estaría
nada mal decir que estilo es el plus a la forma.
Podemos intentar reinventarnos día a día, pero enseguida
aparece en escena algo que vértebra y une lo aparentemente casual
y que, al fin de cuentas traza y da cuenta de la ya no desdibujada silueta
(en tanto que cada marca o rastro de autor conduce a una idea de perfil).
La obra de un autor es la quintaesencia de su biografía. Produce
un relato de instantes y alientos y fijaciones que mucho se parece a las
idas y venidas de un destino.
Alfredo Londaibere es un autor de imágenes y como tal las sitúa
en un cruce fatídico. Trataré de ser más claro. Fijémonos
en Picasso. Todo en él es voluntad de poder: alojar sobre el escenario
pictórico su potencia de macho cabrío, del saber del violador
y profanador profesional, del procreador incesante. Nunca reconoció
su fatiga. Picasso fue muchos pintores a un tiempo, todos ellos puestos
en línea recta, todos eréctiles y conquistadores.
Una de las cosas que me encanta de las imágenes de Londaibere es
que, casi en negativo con el español, muestra y demuestra que la
intensidad resulta de la exposición que produce la debilidad.
Es discreto mientras juega con todos sus placeres: se permite infinidad
de registros, varios en cada exhibición. Cada ejecución
suya parece afirmar nuestra sospecha: cuanto más riesgo, más
delicadeza. Directamente proporcional, sin duda.
No avanza saqueando sino, digámoslo así, acariciando cada
reposo. Suele ser igualmente devastador (las mutilaciones en las témperas
autobiográficas grafican esto). Y para nuestra suerte, no coquetea
con la Historia del Arte. No se postra ante ningún metadiscurso.
Hace lo suyo. Pinta.
¿Sería cursi decir que ahí donde otros artistas escenifican
su pensar, Londaibere insiste en su sentir?
Sí, claro que resulta cursi. Pero me encanta como suena.
Coda 2005: Ya más de seis años para este texto que,
maravillosamente, se mantiene en la frescura de todo su sentido, y esto
simplemente porque así sucede con la obra de Londaibere. Si hoy
me propusiera escribir sobre sus últimas producciones, plagiaría
cada una de mis anteriores palabras. La admiración prosigue, intacta.
Ciclo y/Versus en el CePIA; Córdoba / Carina Cagnolo
El cronograma 2005 del área de Artes
Visuales del CePIA (Centro de Producción e investigación
en Artes) de la Escuela de Artes de la Universidad nacional de Córdoba,
se abre con el ciclo de diálogos entre artistas ¨y/Versus¨:
Dos modos de producción, de formalización y de conceptualización.
El montaje compartido del espacio de la Sala de Exposiciones es la apertura
a una confrontación de ideas y una recepción dialógica
de las obras. Aunque suponemos que cualquier instancia de exposición
de obra visual posibilita algún grado de comunicación y
de negociación de sentido con el espectador, y/Versus
intenta establecer canales de relación entre los conceptos y prácticas
de cada obra, con el fin de agilizar y profundizar el pensamiento crítico
sobre la recepción en las artes visuales.
Para
que un diálogo se produzca, debe haber ¨negociación
de sentido¨, modificación de los términos del discurso
en una y otra entidad comunicativa, para construir sentidos nuevos. Las
obras visuales de matriz objetual (las que se realizan materialmente y
ocupan un espacio físico) y gran parte de las obras en video y
virtuales, son de tipo monológicas: No esperan la interacción
del receptor para ¨expresar¨ sentido (conceptos, ideas o transmitir
algún tipo de experiencia estética). y/Versus pretende establecer,
una recepción, aunque basada en obras acabadas (monológicas),
capaz de consolidar la apertura hacia nuevos sentidos. La confrontación
entre ambos artistas no modifica ya el sentido de las obras expuestas,
pero si posibilita la apertura hacia nuevos sentidos en la recepción
critica. Y desde allí el encuentro con la obra individual se consolida
en el espacio dialéctico de la síntesis.
Topografías
del caos
y/Versus
presenta las obras de Paola Sferco (Córdoba-Neuquén) y Mariana
Robles (Córdoba).
Un lugar
de diálogo posible entre ambas obras puede verificarse en el concepto
de Entropía. El grado de entropía de un sistema se mide
por el número de estados que éste pueda tener: A mayor número
de estados mayor es el grado de entropía y menor el orden. La apariencia
del caos se debe a valores entrópicos elevados porque los elementos
de un sistema pueden ocupar diferentes lugares en él. Por el contrario,
el orden establece un valor entrópico menor.
En las
artes visuales, el concepto de entropía, asociado a otras categorías
como la de lo Informe, ha sido un elemento de crítica utilizado
sobre todo para abordar las tendencias postminimalistas. En el sistema
de producción de la obra aparecen diversos estados: de la materia,
de los trazos, gestos, caminos abiertos y disímiles de las prácticas
de los artistas. Las obras que pueden leerse desde estos conceptos revitalizan
lo caótico, lo inclasificable, la apertura a elementos ajenos a
la producción artística, se instalan a través de
prácticas experimentales. Obras que presentan lo informe versus
lo estructurado; lo pulsional que valoriza los tiempos y los estados de
las prácticas versus la inmediatez del resultado; la horizontalidad,
que se verifica en la instalación expansiva, fuera del marco, fuera
de la pantalla, fuera de las técnicas y los soportes ortodoxos;
lo procesual versus lo proyectivo.
El recorrido
de este diálogo propone un descubrimiento topográfico: Verificar
la diversidad de estados de las prácticas instaladas en las obras,
desde la superficie hasta las capas más profundas. Descubrir -o
inventar- el tejido de sentidos diversos, contradictorios y comunes que
se potencian en una dialéctica posible.
D´Est: videoinstalación
de Chantal Akerman
/ Claudia Groesman
Malba / Cierre: 30 de mayo de 2005
"No tendrás otros dioses delante de mí. No harás
para ti imagen de escultura ni figura alguna de las cosas que hay arriba
en el cielo, ni abajo en la tierra, ni de las que hay en las aguas debajo
de la tierra
" *
Me pregunto si una
representación posible del dolor, es la invocación de una
ausencia. En esta obra, paradójicamente,su máxima presencia
es la desolación indiferente de los rostros, las calles vacías,
la soledad de las noches de invierno, el autobús atravesando la
ciudad nevada, la fragilidad de un árbol en medio del campo, rutas,
algún camión que pasa
Exodo significaría la suspensión en el tiempo de una espera
continua, infinita, sin resistencias.
Como si el destino humano consistiera en retornar, irremediablemente,
al lugar de la partida.
Las imágenes
parecen mostrar que la tierra prometida no era aquí.
Si para constatar nuestra condición de caídos, nos reconocemos
en ese errar que circunscribe cada vez más el espacio de una detención,
de una impotencia frente al devenir ¿la guerra, el hambre, el exterminio,
permanecen en la memoria como expresiones de una falta que nos condena,
o que nos interroga?
"No hay nada
que hacer. Esto obsesiona y me obsesiona. A pesar del violonchelo, a pesar
del cine
" *
Seres en hilera, dispersos
en la niebla, o amontonados en la estación de tren, no son más
que duración.
¿ nos resta leer en ellos la afirmación de una imposibilidad,
el desalojo de una historia en la que ya no tenemos ninguna incidencia?
Sin embargo, pareciera
que la cámara extremara una implosión, y que por momentos,
descubriera en algunos "rostros que se entregan" *
el pronunciamiento de una existencia que bulle todavía.
Y eso, creo, no es a pesar del cine.
* fragmento del Éxodo,
texto seleccionado por la artista del Antiguo Testamento.
* citas del texto escrito por la artista.
Ambos son recitados por ella en un monitor de la instalación.
Magnetos
La Memoria es un lugar / Remo Bianchedi
"No olvidar aquello de lo que no podemos acordarnos", Ludwig
Wittgenstein.
Los monumentos recuerdan a otros monumentos, cuando su función
es hacer ver y no hacerse ver.
El cuerpo físico del monumento reemplaza al cuerpo / los cuerpos
que se procura recordar.
El monumento es la mejor manera que una sociedad adopta para precisamente,
hacer desaparecer el sentido de aquello que se evoca.
En las plazas, en las ciudades, los monumentos se comunican con otros
monumentos de otras ciudades, de otras plazas.
Primera pregunta entonces: ¿es el monumento un efectivo medio de
comunicación?
No. Como genéricamente se comprende la noción de monumento,
éste no conduce al objetivo deseado: recordar.
Un busto del Gral. San Martín no recuerda ni instruye sobre la
gesta heroica del Libertador de América del Sur, sino más
bien a otro busto del mismo general en otra plaza.
Así San Martín evoca solamente a otro busto de San Martín.
¿Es el monumento un efectivo medio de comunicación?
Sí. En la medida en que adoptemos otras variantes del significado
'monumento'.
Es necesario recordar.
Recordar es parte de nuestra responsabilidad civil.
Es necesario un objeto que haga de intermediario para recordar; un símbolo,
una herramienta gracias a la cual la memoria no solamente implique mirar
hacia atrás sino también y activamente, hacia adelante.
De tal manera seremos capaces de una calidad de futuro predeterminada
por la verdad y la justicia.
Un futuro posible en el que cada uno, sin distinción, sea responsable
de sus actos.
El monumento es la construcción de una mirada.
Cuando se recuerda
se está comunicando.
¿Recordar es volver a abrir la herida?
¿Recordar es arrojarnos los unos a los otros, en la cara, contra
los ojos, imágenes de horror?
¿Recordar es seleccionar qué se recuerda?
¿Recordar es reunirnos otra vez en esa fecha precisa?
¿Recordar es una placa?
¿Una estatua?
¿Una metáfora?
¿Una trasgresión?
Hipótesis, recordar es establecer un sistema eficiente de
comunicación.
Dos ejemplos:
(Shoa y Gerz)/(agregar)
Segunda hipótesis, recordar es organizar la memoria como
sistema de comunicación.
¿Recuerdo para qué?
Recuerdo para, con justicia, conocer la verdad.
Tercera hipótesis,
saber qué comunicamos, con quien nos comunicamos, cómo lo
hacemos, con qué.
Cuarta hipótesis, el monumento es la memoria misma.
¿Qué es memoria?
¿Una acción?
¿Rastro, persistencia, memento?
¿Memoria feliz, tenaz, exacta?
¿Es un arte?
¿Es salvar del olvido, recoger, ordenar?
¿Una capacidad antropológica?
¿Cómo dimensionar la memoria?
¿La memoria tiene un lugar, límites?
¿Es un lugar?
Quinta hipótesis, la memoria es la capacidad humana de hacer
presente una acción o hecho del pasado.
La memoria señala, compara, selecciona, dicta un juicio y finalmente
comunica.
La memoria sabe qué recordar, qué cosa específica
tener presente.
¿Cómo comunica la memoria?
Presentándose como sujeto y no como objeto.
Se comunica por medio de representaciones, gestos, palabras, ausencias,
lugares para pensar.
El lugar debe ser señalado. Si nos remitimos a lugares estaremos
haciendo vigentes hechos, acontecimientos, sucesos que ocurrieron en esos
lugares.
Saber la naturaleza del lugar, nombrarla, nombrarlo.
Comunicar sus coordenadas, sus usos y funciones.
Clasificar los acontecimientos. Conservarlos. Diseñar una didáctica
de la comunicación.
No se informa sino que se pone en conocimiento.
¿A quien? Al cuerpo social, al barrio, al vecino.
¿Cómo?, otra vez la pregunta.
Sexta hipótesis, la memoria está en todos.
No en un lugar al que hay que acudir, sino un lugar en el que se está.
Ser escenario de la memoria.
Ser memoria.
¿Cómo?, reitero.
Identificar, señalar, diseñar sistemas estratégicos
y didácticos de comunicación.
La memoria se aprende, se ejercita, se practica. Aprender y saber recordar.
La libertad es siempre consecuencia del saber.
La memoria produce justicia, la memoria es un mecanismo de verdad.
No comunica un juicio, sino que permite tener juicio.
La memoria no se
interpreta, tampoco es necesario hacer de ella un conjunto de metáforas.
La memoria no santifica,
no disfraza; devela, revela, descubre.
¿Es el monumento un lugar, un espacio de revelación?
El monumento en
sí mismo; sinónimo de permanencia, estabilidad, reposo,
obstinación, statu quo.
El monumento es un volumen que se mira.
Algo que sustituye, que de tan inerte parece muerto.
Sea austero, tradicional, fundamentado, moderno, firme; el monumento inmutable
no comunica.
Por ello, resulta que el monumento recuerda la muerte del recuerdo de
aquello que se busca recordar.
El monumento como tal no sirve.
El lugar es el
monumento, y lo que sobre ese espacio ocurrió.
Ni mausoleo, ni arco de triunfo, sino un espacio de creación,
producción,
formación,
construcción,
información.
Conservar la memoria
para perpetuar lo humano, por tanto debería ser la persona
el lugar en donde se recuerda.
Así no habrá objeto en el mundo que reemplace la memoria.
La memoria está allí donde se encarna.
La memoria aparece allí donde el monumento desaparece.
'La ESMA', un lugar
específico, debe provocar preguntas específicas.
¿Qué hacer con 'la ESMA'?
'La ESMA' es un lugar que realiza un acto, un hecho que origina causas.
Es causa de memoria.
'La ESMA' lugar
de restitución.
Restituir es confirmar, ser o estar completo, integrar, concluir.
Concluir el prolongado padecimiento con verdad y justicia.
Restituir de esta manera significa también castigar el delito.
'La ESMA' fue una
escuela, por lo tanto es un lugar que enseña.
Enseña que esto es esto y que la mejor manera de recordar es informar,
difundir y capacitar.
Séptima
hipótesis, hacer de 'la ESMA' un Centro de Información
global sobre Derechos Humanos, Centro de asesoramiento y atención
de causas referidas a la violación de los Derechos Humanos; Escuela
primaria y secundaria con extensión de talleres interactivos de
capacitación y salida laboral.
Hacer de tal manera
que también podamos recordar lo que no se debe hacer nunca más.
Remo Bianchedi, Buenos
Aires, otoño de 2005.
Coloquialismos
/ Cristian De Nápoli
Escribir "como
se habla", agenciar para el poema desbordes o estructuras enteras
del lenguaje cotidiano, es algo que no parece haber pasado de moda. Sin
embargo, la palabra "coloquialismo" hiede, a casi nadie le cae
bien. Incluso a Washington Cucurto, poeta de redes subterráneas
aún no oficializadas - poeta de línea H hasta Caseros y
de ahí bondi a Constitución - le molesta que le digan que
su poesía es "coloquial".
Y es que, quizás, escribir "como se habla" y escribir
de un modo coloquial no signifiquen lo mismo. Trazar la frontera entre
ambas expresiones implicaría filosofar sobre el lenguaje, quizás
sólo hacer retórica. Lo cierto es que estamos ante un concepto
desprestigiado pero insidioso; como pocos otros, abre un espacio agresivamente
amplio entre lo que a primera vista denota (escribir como se habla) y
lo que connota (ser un grasa, un repetidor, un sesentón, un tanguero
y etcéteras).
Tiempo atrás, en una de las reuniones que mantenemos con los poetas
Luis Chaves, Martín Gambarotta y Alejandro Rubio en un local de
Almagro, alguien leía unos poemas del cordobés Guillermo
Daghero, otro dijo "coloquial", un tercero frunció el
ceñó y el cuarto objetó la aplicación de esa
palabra. De ahí surgió una charlita sobre coloquialismo
que duró muy poco - no íbamos a hablar de poesía
esa noche, cada uno venía con sus problemas afectivos típicos
de mitad de verano.
En un momento de la conversación, Martín Gambarotta dijo
- cerrando el asunto con su característico tono de nada-se-puede-cerrar
- "quizás hay dos tipos de coloquialismo". Sobre esa
posible bifurcación quiero escribir hoy, y espero que esto sea
una punta para que mis colegas de aquella noche o cualquier otro interesado
retome la cuestión.
La reacción
que despierta la palabra o la idea de "coloquialismo", a mi
entender, no se debe sólo a connotaciones casuales o arbitrarias.
No se trata del esperable hastío ante un significante que viene
siendo abusado desde décadas atrás. Existe, yo creo, una
molestia más estructural, que tiene que ver con un particular
recorte semántico de las "palabras de la realidad cotidiana"
llevado a cabo al menos desde los años sesenta por poetas que registrarían
con cierto interés las piruetas de la oralidad.
Por "particular
recorte semántico" entiendo un proceso de selección,
dentro del infinito mundo de sensaciones cotidianas (y sus consecuentes
bajadas conversacionales) en el cual se privilegian unas sensaciones por
encima de otras, construyendo en efecto una ideología y, en el
peor de los casos, un "carácter nacional". Me explico:
podría pensarse que el coloquialismo es ante todo un procesamiento
con atraso de vocablos cotidianos - palabras como "chabón",
"langa", "aguantá" en vez de "esperá",
que llevan lustros como actos de habla y que por ello, incorporadas al
poema, sugieren pereza más que una cierta credibilidad callejera
para el escritor. Pero el rasgo definitorio no pasa por esta cuestión
de vocablos fatigados sino, como decía, por una selección
de estructuras semánticamente marcadas ya sea por:
--la pena social - pienso en poemas con estructuras
de tipo "¡la pucha, qué vida ésta!" o "¡qué
se le va a hacer!"
--la capacidad de resistencia o lucha del pueblo/hombre/argentino
como contrapartida de lo anterior - en expresiones tales como "¡aguante
(X cosa)!"
En ese modo de recortar la oralidad, la pena social y sus derivados estarían
funcionando como índices de una cierta idiosincrasia nativa. Pienso
básicamente en estructuras o frases enteras, pero el mismo recorte
semántico incluso puede actuar a nivel de vocablos. Por ejemplo,
cuando se incorpora la palabra "catre" no se está significando
"cama" sino "cama donde se descansa después de un
día de sufrimiento". La pena social sigue rigiendo, el catre
nunca es un lugar de placer sexual o de éxtasis puesto que ese
tipo de sensaciones quedan fuera del recorte ideológico. La frase
"reventar el catre" siempre está en primera del singular;
no existe un hipotético "reventamos el catre" (cogimos
toda la noche) sino un "reventé el catre" (dormí
diez horas después de haberme emborrachado o de haber sido explotado
por el capitalismo). Incluso en uno de los comiqueos de Leónidas
Lamborghini (que es un gran salteador de convencionalismos pseudo-sociales)
"catre", si bien connota placer, básicamente es "condena":
el lecho del incesto. Hay un único caso por mí conocido
donde "catre" no connota una cierta pena social, y es en el
uso que le da Gabriela Bejerman, conciente de que para ella las vinculaciones
socioeconómicas de "catre" son el mayor de los exotismos.
El coloquialismo de
pena social es, en mi opinión, característico de la poesía
de los 60 y 70, y se mantiene vivo en muchos poetas contemporáneos,
por ejemplo en Santiago Sylvester y en algunos remates de tipo "así
es la vida" para poemas que arrancan con un vuelo más bien
luterano que callejero. Digo: intento hacer una descripción más
que un juicio de valor, ese mismo coloquialismo está en Vallejo
- por ejemplo el poema 1 de Trilce cuela, en medio del simbolismo
más furioso, la expresión "un poco de consideración"
(y podemos leerlo agregándole el "che" atrás,
sin forzarlo). De todos modos, sí estoy haciendo un juicio de valor
al decir que ese tipo de coloquialismo fue y es abusado.
Alguien, aquella noche,
dijo que el poeta cordobés Guillermo Daghero es coloquial. Otro
dijo que no lo es. A los dos les gustaba el libro de Daghero y les gusta
o disgusta más o menos la misma tradición de poesía
argentina. El concepto de coloquialismo, evidentemente, lo usaban de manera
desigual.
Y es que quizás
hay otra manera de ser coloquial, de registrar la oralidad, que no implica
tanto un recorte semántico como otra cosa.
En principio se podría establecer una distinción, siempre
dudosa, entre un coloquialismo que procesa vocablos con atraso y otro
que está bien "aggiornado", que incorpora palabras con
algo de vida útil por delante. Pienso, por ejemplo, en un vocablo
de enigmática caligrafía como "toquesaon", mutación
reciente producto del coqueteo con el portugués. Si reducimos el
coloquialismo a un modo de apropiación o de agenciamiento de nuevas
palabras como si fueran acciones bursátiles - lo cual no deja de
ser verosímil al menos en parte -, un poema que incluya la estructura
"esperame un toquesaon" tendría su mérito asegurado.
A mí, personalmente, ese acto de rapiñarle a la calle una
palabra me motiva a la hora de escribir.
Creo, sin embargo, que la diferencia central no pasa por la novedad del
vocablo. Yo diría que ese otro modo poético de registrar
el habla y que podría entenderse, a falta de otra palabra, como
coloquialismo, es un modo de captar la sintaxis del habla más
que de recortarla semánticamente.
Una joya de esta "sintaxis coloquial" está en el poema
"Madre" de Cecilia Pavón (en el libro ¿Existe
el amor a los animales? Publicado en el 2000):
Él no se puede
sentir mal porque él
no es una planta, que florece.
La coma en "planta,
que florece" nos previene: no se trata de un sustantivo con una subordinada
adjetiva detrás. La coma dice "ya sé que todas las
plantas florecen, por eso hago la pausa". La expresión gramaticalmente
correcta sería algo así como: no es una planta, que es
algo que florece.
Yo intuyo que muchos
poetas coloquiales pondrían reparos a esa forma tan bruta de hablar,
considerando quizás que es ambigua, que en la lectura oral la frase
se convierte en una adjetiva "planta que florece" y con ello
"que florece" corre el riesgo de ser visto como innecesario.
Creo que muchos poetas optarían por una variante más precisa,
y agregarían, de manera más o menos poética, un giro
similar a "una planta, que es algo que florece".
Sin embargo, no hay vuelta que darle: así como lo escribe Pavón
se habla, y se entiende. Es un detalle, mínimo, que dice muchísimo
sobre modos de capturar la oralidad. Y es un proceder, el de Pavón,
que a muchos poetas nos interesa: capturar la oralidad sin sembrarle una
dirección ideológica. En mi caso, llevo años tratando
de lograr una gema del tipo de la que halló la poeta mendocina,
pero lo mío se limita más bien a agenciamientos tales como
"toquesaon". "Planta, que florece" tiene esa virtud
de no querer apropiarse "por primera vez" de una palabrita nueva.
Quizás los muchachos somos más semánticos, y las
niñas más sintácticas. De todos modos, y para terminar,
creo que este coloquialismo sintáctico, no tan dirigido o recortado
en función de una estructura de sentimientos, es un rasgo notable
de la actual poesía argentina. Habrá que buscarle una denominación,
quizás, para distinguirlo de aquel otro modo de operar - eso, si
incluso a sus mismos cultores les sigue molestando el término "coloquialismo".
Flores, 27 de febrero
de 2005
Carta abierta de
escritoras peruanas
Lima, 11 de abril del 2005
En el clima confuso y malevolente que reina en los últimos meses
entre diversos autores y grupos literarios, se han publicado varios comentarios
encaminados a minimizar el trabajo que las poetas peruanas de la década
del ochenta vienen realizando hace más de veinte años.
Cierta crítica sigue empeñada en juzgar a los escritores
"por unidad", y a las escritoras, en cambio, "a granel",
como si estas perteneciesen a un compartimiento estanco homogéneo,
ignorando sistemáticamente que se trata de voces individuales y
no modulables en una sola frecuencia. Afirmar hoy, por ejemplo, que ciertas
voces poéticas de clara
personalidad son "epigonales" respecto de otras, no demuestra
sino la persistencia de esa ligereza con que
se aborda la escritura de las mujeres.
Algunos poetas y críticos
sostienen, así mismo, que la poesía escrita por las mujeres
o "no existe" o "es un
mito", por "no ofrecer nada novedoso", por ser "una
seguidilla de clisés eroticones", por ser un "fiasco",
por ser sus autoras "pésimas vates" o por haber sido
"sobrevaloradas" por la audacia de sus lenguajes o sus
temas. Han dicho, además, que han "matado el pudor",
que han "proclamado su condición de género" y
"exhibido sus aventuras sexuales". Por "decir-lo-que-no-se-debe-decir"
han sido vinculadas a poetas anglosajonas tildadas, de modo tan irrespetuoso
como infundado, de "mujeres-gárgola". En el colmo de
la actitud despectiva, se ha llegado a afirmar que la importancia que
le atribuyeron los medios masivos a las poetas surgidas en la década
del ochenta no
respondía a sus propios méritos, sino a que los "periodistas
y amigos" de las autoras celebraban "las audacias eróticas
de sus poetas favoritas con el mismo entusiasmo de quien asiste a un club
nocturno".
Este coro de opiniones
que entran en el terreno de la caricatura, no revela una seria valoración
crítica y estética, sino simplemente una aversión
hacia las mujeres que, desde diferentes temáticas y estilos, se
expresan con criterio propio y no con el criterio de quienes preferirían
verlas asumir posiciones de sumisión y silencio, tan sospechosamente
cercanas a
las dictadas por San Pablo en su tiempo ("La mujer aprenda en silencio,
con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar,
ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio". Epístola
a Timoteo 2, 11-15).
Sin duda, los escritores
y críticos que se arrogan la identidad de Robinson Crusoe entran
en estado de ofuscación cuando las escritoras no cumplen con el
secundario papel de Viernes. Se trata, en fin, de una crítica que
por razones personales y prejuicios de naturaleza extraliteraria, no logra
acusar recibo de una poesía que fue más allá de lo
que se esperaba de
la escritura de las mujeres.
Esta actitud, que
podría caracterizarse como una especie de "racismo de género",
es lo que la presente carta quiere denunciar, por cuanto implica, de un
modo ofensivo, que la entrada de las mujeres en la literatura peruana
resta en lugar de sumar. Empeñarse en restar, apuntalando y promoviendo
prejuicios y actitudes maledicentes y segregacionistas, no es la
clase de polémica entre escritores que necesita nuestro país,
tan atrozmente golpeado por la guerra y por sus irresponsables clases
políticas. Por todo lo expuesto, las escritoras abajo firmantes
decimos: ya basta. Basta de esa lógica cultural que con su tendencia
a segregar, su pasmosa mediocridad y mezquindad, se afana por mantener
bajo su control las expresiones más limpias y enteras de la productividad
verbal: la creación, la literatura, la poesía.
Rossella Di Paolo DNI 08260130
Carmen Ollé DNI 07584661
Giovanna Pollarolo DNI 06635782
Rocío Silva Santisteban DNI 07822730
Blanca Varela DNI 06627215
Susana Reisz DNI 08235164
Francesca Denegri DNI 06521737
Patricia Alba DNI 08201922
Magdalena Chocano DNI 06451381
Doris Moromisato DNI 06575767
Cecilia Bustamante Pasaporte 015468
Rosina Valcárcel DNI 07330070
Ana María Gazzolo: DNI 0614162
Inés Cook DNI 07274132
Pilar Dughi DNI 07792496
Mariela Dreyfus DNI 07605386
Tatiana Berger DNI 07731870
Victoria Guerrero DNI 09645644
Ericka Ghersi DNI 25714787
Roxana Crisólogo DNI 09133929
Patricia De Souza Pasaporte 0978836
Marcela Robles: DNI 07001861
Carolina O. Fernández DNI 08097946
Gloria Mendoza Borda DNI 29300755
Esther Castañeda DNI 07431034
Yolanda Westphalen R. DNI 07944939
Grecia Cáceres Pasaporte 0398696
Gaby Cevasco DNI 07225446
Rocío Castro Morgano DNI 07993807
Violeta Barrientos DNI 09816811
Doris Bayly DNI 10278456
Elba Luján DNI 08265468
Sui-Yun (Katie Wong Loo de Geitz) P. 4025323270
Ana Luisa Soriano DNI 06681752
May Rivas de la Vega DNI 08195439
Bethsabé Huamán DNI 07536772
Rosario León Rhandomy DNI 09409147
Irma del Águila DNI 09298317
Leda Quintana Rondón DNI 07484342
María Emilia Cornejo
COMO TÚ
LO ESTABLECISTE
Sola,
descubro que mi vida transcurrió perfectamente
como tú lo estableciste.
ahora
cuando la sensación de algo inacabado,
Inacabado y ajeno
invade de escrúpulo mis buenas intenciones,
sólo ahora
cuando me siento en la mitad de todos mis caminos
atada a frases hechas
a cosas que se hacen por haberlas aprendido
como se aprende una lección de historia,
puedo pensar
que de nada sirvieron los consejos
ni las interminables conversaciones con tu madre,
y esas largas horas de mi vida
perdidas
en aprendizajes extraños sobre pesas y medidas,
colores
y
sabores
y
en el vano intento de ir tras el sol
tras el vuelo de los pájaros,
de repente quiero acabar
con mi baño de todas las mañanas,
con el café pasado,
con mi agenda cuidadosamente estructurada
de citas y visitas
a las que asisto puntualmente;
pero es tarde
hace frío
y estoy sola.
Carmen Ollé
Tener 30 años
no cambia nada....
Tener 30 años
no cambia nada salvo aproximarse al ataque
Cardiaco o al vaciado uterino. Dolencias al margen
Nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada.
He vuelto a despertar
en Lima, a ser una mujer que va
Midiendo su talle en las vitrinas como muchas preocupada
Por el vaivén de su culo transparente.
Lima es una ciudad como yo una utopía de mujer.
Son millas las que me separan de Lima reducidas a sólo
24 horas de avión como una vida se reduce a una sola
crema o a una sola visión del paraíso.
¿Por qué describo este placer agrio al amanecer?
Tengo 30 años (la edad del stress).
Mi vagina se llena de hongos como consecuencia del
Primer parto.
Este verano se repleta de espaldas tostadas en el
Mediterráneo.
El color del mar es tan verde como mi lírica
verde de bella subdesarrollada.
¿Por qué
el psicoanálisis olvida el problema de ser
o no ser
gorda/
pequeña/ imberbe/ velluda/ transparente
raquítica/
ojerosa...
Del botín que
es la cultura me pregunto por el destino.
¿Por qué Genet y no Sarrazine?
O Cohn Bendit/ Dutschke/ Ulrike
y no las pequeñas militantes que iluminaban mis aburridas
clases en la U
ELSA MARGARITA CIRA
Marx aromaba en sus carteras como retamas frescas
qué bellas están ahora calladas y marchitas.
No conozco la Teoría
del Reflejo. Fui masoquista,
a solas gozadora del llanto en el espejo del WC
antes que "La muerte de la familia" nos diera el alcance:
La
desnudez de los senos, la obscenidad del
sexo,
tienen la virtud de operar aquello con
lo
que de niña, no has podido más que soñar,
sin
poder hacer nada.
Bataille
Margarita Elsa Cira
se perdían en la avenida Venezuela
y colocaban carteles en la noche sobre paredes musgosas.
se día interrumpían las clases de metafísica con
rabia
y aplaudíamos esos cabellos sudorosos y negros sobre
la espalda.
El que más
se lava es el que más apesta, como los buenos
olores son testimonio de una mala conciencia
como el grito es la figura de la timidez.
HOTELES de Lima
en ellos la ciudad se pulveriza mediante el silencio
inventor de palabras y como la lluvia que ahora cae
sobre Menorca son sólo INSTANTES!
Losas empotradas en paredes metálicas sin luz
Estudiantes = habitaciones inmundas
lavabos + amasijo de pelos & residuos de grasa
llegan hasta mí para impugnar esta limpieza
que me somete maniáticamente.
Despierto y me levanto
de un catre viejo
estoy inclinada en el WC el culo suspendido.
He venido del brazo de mi compañero de clase
por un sólo motivo
buscando a Cira a Elsa a Margarita.
La militancia no es
una casa vieja del Rímac
pobre o hedionda
y aquí sin espejos ni tazas de mayólica aguantas
las ganas de orinar
o revientas.
La impotencia es silenciosa y corta
el flujo.
La lluvia cae sobre el espacio abierto del jardín
y estás dentro.
Bajo el cobertor
en brazos de la mística
el infeliz muere en la esquina rosada
gritan los pájaros fruteros violados
¿Dónde
está el peso mayor del estar allí,
en
el estar o en el allí?
¿En
el allí -que sería preferible llamar un
aquí-
debo buscar primeramente mi ser?
Bachelard
Pues aquí estás
tú, HOTELES de madrugada, bañador
caminando en el azul metálico de una calle desierta
regresas y ventoseas en tu lecho
y otra vez aquí / allí = viento / molotov / pezuña
del poli
Margarita Elsa Cira esta frase se cansa de evocarlas.
(de Noches de adrenalina)
Roxana Crisólogo
a
Ludy
recuerdo sus jeans
baratos y ajustados sus blusas simples
rosadas-blancas y estrechas recuerdo su revista rosa
su bolsita cusqueña cruzada como una metralleta de lana
recuerdo sus camisetas de hawái sus polos de mickey mouse
recuerdo las ganas con que miraba a los chicos guapos blanquitos
de la vanguardia al cabello largo y ondulado de José
a los católicos impecables en la mente
a los delgaditos de bondad como una bandera
al john lennon de la mitad de sus narices
cómo los amaba y también cómo los odiaba
ella que deliberadamente se inició en el aprendizaje
anarquista de la disección -a veces dispuesta
a demoler sus sombras- cómo se miraba
y cómo me miraba
y cómo expectorando la mitad de su cuerpo
un paraíso negado a la desnudez
aparcó en los insondables desiertos de Lima
la recuerdo un día que el tráfico rural de un camión
la dejó sola en el mundo isleño de los vegetales
el zarro azul y bautismal del afilador de cuerdas
salpicando en el vello púbico de sus palmas
en la ciudad hipnótica
y la soñé
hipnótica habitando una ciudad de cuerdas
no te acerques a ella
no le digas-no le cuentes-no la toques
la
música era la misma
desmenuza todo menos su odio
todo menos eso que nos separa
incinera su amor que le quede algo que rebanar
que diga que piensa en sí y que tema
cuando se suelte el cabello y una nota acerada desde el fondo
maxilar de su cuello crezca como un bozal en su piel
y se vea acholada achorada aniñada
estúpida escuchando a ese metiche
a ese designado por la dirección general del partido
a esa multitud que nos separa.
(inédito)
Doris Bayly
como niños
desde que comencé
a buscarte / jamás una ciudad tuvo más esquinas
paredes curvas que conducen a la tierra de ninguna parte
ven
si quieres te regalo un muro
y nos ponemos a pintar casas de colores
helados de vainilla
tortugas voladoras
si quieres
nos mudamos a una carpa naranja del ipss
pedimos dos frazadas al ejército peruano
conozco a un capitán
y dormimos hasta que salgan la luna y las estrellas
o si quieres te enseño
a correr olas
a caminar por las altas montañas a cruzar los ríos en tiempo
de crecida
también podemos cultivar la tierra y esperar la cosecha para el
próximo
verano
si te parece podríamos ir al cine esta tarde
o vienes a verme y nos tomamos un café en la esquina
pero no te alejes
Victoria Guerrero
Nostalgia
hoy he venido como el viento que sopla las hojas nocturnas
he venido para que no te fueras
he cabalgado toda la noche con el hocico ensangrentado
las hojas a mi paso han dejado caer su aliento para que yo no muera
y los sueños oscuros han empezado a surgir como manantiales
toda la noche el mar ha ardido sobre la rompiente de las olas
he ansiado acallar este silencio llagado por la distancia
este silencio que atrae los abismos
otra vez el gran naufragio se ha acercado a las costas
y ha abierto las cicatrices de mi cuerpo
todas mis cicatrices tienen una armonía
todas han sido desolladas por la espuma de una ola quemante
ahora todo existe en mi cuerpo como un llanto
diminuto ridículo
como el primer corte pesado del vientre
que se exhibe sin pudor
casi con gracia
pero por dentro una niña va rasgando un himno
cantado mansamente en la infancia para luego perderse en nuestros labios
como una gloria polvorienta bajo las huellas de los pies
hoy he venido pequeña muerte que me miras con ojos extraviados
he andado he corrido detrás de ti
he mordisqueado el vientre de mi madre he pataleado desde el fondo
alguien que desconozco me ha marcado con un hierro candente la nuca
ya no tengo nada que ofrecerte
estoy vacía
el fuego de mi nacimiento se ha perdido en la piel de unas manos extrañas
abro los ojos
y el mar revienta en cada pupila desolada
pronto me rodeo de sueños
una caravana de naves negras naufraga en la penumbra
(de El mar, ese
oscuro porvenir)
Marcela Dreyfus
Post coitum
Descender las escaleras del hotel
y que las cosas vuelvan a su antiguo espesor.
Este placer ya ha sido pagado:
todo es dinero todo se vuelve papel moneda
el goce es dejado sobre sábanas prestadas.
Frente al espejo de la entrada
aliso mis cabellos/acomodo mis senos
al lado de mi muchacho
tímido como siempre en el primer abrazo.
El regreso a casa es solitario
y debo esconder mis pasos,
el olor que sorprenda a mi madre
mil veces violada y todavía virgen.
Rosella di Paolo
Fazer te lo he
mirar
Esperemos que la noche empiece
a sacarnos los ojos en lentos picotazos
y tendámonos, amado, sin temores
pues nada nos hará dejar esta dulce prueba
de ser ciegos, amado, para todo
lo que no sean las manos nuestras y las bocas
porque las bocas nuestras y las manos
son harta luz.
Reportajes
El sueño
de una poesía como un habla en bruto, como canto de una memoria
enferma.
Entrevista a Martín Rodríguez,
por Florencia Fagnani*
Martín Rodríguez habla con una voz extraña y propia
en agua negra (Siesta, 1998) y natatorio (Siesta, 2001);
una especie de tono infantil, arma los versos. Algo que él define
en este diálogo como "un estado de absoluta ingenuidad frente
al habla". lampiño (Siesta, 2004), estaba inédito
en el momento del reportaje.
¿Por qué elegiste la poesía?
No podría pensar
en términos de "elección". Sí hubo un momento
en el que la escritura fue haciéndose parte de mi vida. Pero en
ese momento inicial, se trataba simplemente de escribir "en verso",
no había en mí (y te estoy hablando de esa entrada a la
adolescencia, a partir de los 12, 13 años) una idea acerca de la
Poesía. Yo no me había iniciado con lecturas, ni siquiera
esas lecturas introductorias de poetas como Benedetti, lecturas que uno
abandona inmediatamente pero que sirven para acercar la poesía.
Pero significativamente en ese momento sentarme a escribir significaba
la escritura en verso.
¿Qué
significa la poesía joven de los `90 para vos? ¿Crees que
se puede clasificar?
Hay todo un rollo
con la poesía de los '90. Podría pensar algo que sería
más que nada escritura en los '90, pero es ya difícil agregar
algo. Te recomiendo un ensayo publicado en la revista Punto de vista que
debe ser del año 1997, escrito por los poetas Daniel García
Hélder y Martín Prieto. Ahí están condensadas
las coordenadas de esa poesía de los '90. Pero ojo, ellos hablaban
de una abundante producción de muchos poetas jóvenes, pero
se trataba en casi todos los casos de los primeros libros de esos poetas.
Con lo que quiero decir que la evolución individual de esos poetas
necesariamente iba a romper el hechizo de unidad generacional, hasta incluso
volver antagónicas algunas obras. Cosa que espero que ocurra pronto.
Y las
clasificaciones sirven para una posible crítica, tienen función
en eso. Y yo tengo para mí una reserva rara con la idea de poder
teorizar acerca de la poesía en general. Una mezcla de desdén
y pudor, ignorancia. E incluso algo más simple: la famosa poesía
de los '90 tuvo que cargar con el peso excesivo de una crítica
fuerte que la celebraba, la amparaba, la premiaba, no tengo claro a quién
le puede haber molestado, y entonces los "poetas jóvenes"
fueron (fuimos) bien educados para cumplir el deber de la transgresión.
Eso hincha un poco. Algo así.
¿Cómo cambió tu producción literaria con
la publicación de tus libros?
Cambió, o me
influyó, ciertas lecturas que pude recoger de mis libros.
Las imágenes
que ilustran las portadas de tus libros, ¿tienen alguna funcionalidad?
No, ni a palos. Simplemente
me gustan.
Tanto agua negra
como natatorio están separados en partes, ¿esa separación
está pensada como ayuda al lector para una comprensión de
los textos?
No, se fue dando en
el mismo proceso de construcción del libro, y en todo caso me servía
a mí para ordenar los tonos, las temáticas, las ideas y
las obsesiones internas de cada libro. Siempre, y medio que cerca del
final del libro, se me ocurrían las separaciones.
La voz en la mayoría
de los poemas es la de un niño, ¿por qué la elegiste?
¿Qué importancia tiene la niñez para vos?
No "elegí"
la voz de un niño. Hay una especie de (es la primera vez que lo
pienso, ojo) despojamiento sintáctico, semántico, como si
intentara decir o contar algo por primera vez en un estado de absoluta
ingenuidad frente al habla. Y eso que es un artificio me lleva al habla
de niño, a una torpeza y alteración sintáctica en
la que todo se enreda, se reitera, hasta que sale en bruto lo que quiero
decir. Muchos poemas de agua negra y natatorio están hechos así,
casi como un ejercicio de experiencia del habla, de un habla que vuelve
hacia atrás. "¿Qué importancia tiene la niñez
para mí?" Mucha. Es la memoria de un tipo de vibración
del cuerpo, donde el amor y el dolor estaban perfectamente fundidos. No
se había separado aún el alma del cuerpo.
Encuentro que las
figuras femeninas, especialmente la de la madre, tienen una cierta aura
negativa. ¿A qué se debe?
A que amo demasiado
a las mujeres. Recién ahora estoy en la sabia comprensión
de que lo que no tengo no me falta. Pero mi escritura es volver a la separación,
al antes y al después. De la madre que nos arrancaron
y nos
dieron una lengua para contarlo
¿Es la familia
una constructora/ destructora de la identidad?
Sí. Esa puede
ser una definición -un tanto absoluta- a la que suscribo.
¿Cuál
es la relación existente entre la naturaleza y la identificación
que el niño hace con ella?
Vuelvo a lo anterior.
Es volver a un mundo donde todo puede ser uno, donde no están hechos
los cortes definitivos, las rayas de goce de la pérdida. No hay
todavía representación, parece, ni centro. Apenas un desplazamiento
en el agua.
La sexualidad está
muy asociada al cuerpo en tus poemas, ¿son acaso éstas formas
de descomposición/ destrucción?
En la sexualidad aparece
el corte. La separación. Incluso hay poemas en donde la voz no
es exactamente la de un niño, digamos que también habla
una niña. La sexualidad aparece como forma de violencia (violación)
porque es la amenaza de esa pérdida del paraíso de la niñez,
de esa unidad con el universo. Ojo, hablo como de una niñez virginal,
como un deseo que de tan abierto pierde esta noción de sexualidad
que hablamos acá, porque diluye su singularidad. Algo que suena
mal, ¿no? Como a "deseo puro". Pero bueno.
En natatorio hay una frecuente alusión a "los albinos",
¿qué representan?
Te juro que no lo
pensé jamás. A ver, ahora lo pienso: una transparencia,
niños viejos, antiguos, que al mojarse, o al sol, dejan ver sus
órganos, la circulación de la sangre.
¿En qué
forma la animalidad que se presenta en tus poemas se relaciona con el
tema de la identidad?
En el miedo a perder
esa identidad. Ese miedo, ese horror animaliza. El amor como amenaza de
ser devorado.
La muerte está
muy presente y noto una cierta morbosidad alrededor de ella, ¿qué
pensás de ello?
Te lo respondo con
un regalito, porque le pregunta me lo recordó. Es un poema de un
libro inédito que se llama "Vapor". Y dice:
los niños huelen en los muertos
el olor de las flores
y todo lo que se parece en transparencia,
los niños
se cuelan en el jardín,
los velorios, y las playas, y los desiertos...
hasta la descomposición,
niños encantados de la muerte de los cuerpos de las flores
arrancadas de los cuerpos de los pelos,
alguno dice ya "vellosidad"
y el otro le dice "no, belleza"
y otro dice:
"las uñas crecen siempre hasta en los muertos"
y otro dice (ya no tan niño):
"la belleza se defiende con uñas y dientes
de leche
y otro dice:
qué delicia cómo se enreda la lengua
y en el sonido crea un movimiento,
una cinta flotante y continua de luz
se adhiere a las cosas
y las abandona también
El reconocimiento/
desconocimiento que se producen en distintos poemas, ¿a qué
los atribuís?
No entiendo la pregunta.
Quizás, pienso, que hay algo siempre del temor a una pérdida
identitaria. El mundo familiar encierra eso.
¿Cuál
dirías que es el tema /s en el /los que te basas al momento de
la producción?
¡Qué
pregunta! Tengo que seguir modulando esa experiencia de la que te hablé
al principio. El sueño de una poesía como un habla en bruto,
como canto de una memoria enferma. El segundo último, insoportable,
de conciencia, cuando se está a punto de descubrir ese vacío,
bueno, el grito que uno pega frente a eso. Esa lengua que te salva también
de la locura del amor.
*Esta entrevista es uno de los trabajos presentados en el Taller de oralidad
y escritura II de la Facultad de Humanidades (Universidad Nacional de
Mar del Plata) en el año 2004. Esta es una materia optativa del
Plan de estudios de Letras y las docentes a cargo son María Adelia
Díaz Rönner, Ana Porrúa y Marta Ferreyra. El eje del
taller fue la poesía argentina reciente y los modos de escritura
indagados la reseña, el texto crítico y la entrevista, que
en este caso se realizó vía e-mail
.
Maternidad Sardá / Martín Rodríguez
Oración
por un sueño
en pañales,
por un pañal con el puño,
endureciendo, endureciendo ahí,
por un paño tibio en el sueño
que revele
del pañal cagado una paloma, blanca, luminosa,
con su puño aferrado
a lo que todavía no existe,
con el mensaje del sexo en los labios,
por un pañal
con alas que trae del cielo
los huevitos, el ovario,
el melón, la mamadera tibia, los anillos
Sardá
No se puede,
no se puede dormir en un barrio con una maternidad,
es el "barrio de la maternidad"
y todo se disuelve en sus formas
dañinas de comprensión y ternura,
casi como de celo rabioso
sentir una atracción, un deseo
de que eso se destruya
cuanto antes, oír el rumor,
el alarido de parto a cualquier hora
su terror
de arañas en las paredes
ahí nació
"mi padre", y trabajaban
-me dijo así, ella- "muchos compañeros".
Un barrio desnudo
con la seducción
de los bebés que se arrastran
como babas
de un parto
monstruoso
felino
helado...
y que tiene la muerte en la garganta.
Principio
Yo creí al
principio, desde el principio,
en el origen, que a los chicos
los hacen los padres.
Y supe más tarde,
que mi verdad son las cigüeñas,
ellas traen a los chicos,
ellas solas,
¿y los padres qué hacen?
Los padres sueñan, sueñan.
las cigüeñas
arrasan los cielos
cruzan las nubes,
pelean a picotazos a la cría,
mientras los padres sueñan.
Otra vez
Un hospital de niños.
Y una casa cuna.
Un árbol. Mamá tejiendo a la sombra
un pulóver
un pulóver
brotado, y la oveja muerta al lado
(a sus pies
)
taquicardia de las hojas
pasa, pasa, pasa
cuando baja la fiebre una casa de arcilla se deshace
y una pared pulmonar, última.
Una madre sedienta de hijos
los clama en la aurora,
no hay nada: lo perdido está perdido,
lo único que queda es esperar
las resurrecciones,
los pequeños espíritus elevados
con piel de gallina
los fetos acarician
el cielo y las nubes,
todo eso
que produce el llanto:
humedad, desierto
y sequía,
"esperar las
resurrecciones"
Un feto es una cruz de agua
Las antologías surgen
como los criminales / Osvaldo Aguirre
Yanko
González (Santiago, Chile, 1971) y Pedro Araya (Valdivia, Chile,
1969) son los responsables de Zur Dos, última poesía latinoamericana,
antología que acaba de aparecer publicada en Buenos Aires por Paradiso.
La selección incluye treinta escritores: los cubanos Carlos Augusto
Alfonso y Damaris Calderón, los uruguayos Lalo Barrubia y Gabriel
Peveroni, los dominicanos León Félix Batista y José
Alejandro Peña, los chilenos Germán Carrasco, Nicolás
Díaz Badilla, Jaime Luis Huenún, Marcelo Novoa, Sergio Parra
y Malú Urriola, los argentinos Fabián Casas, Washington
Cucurto, Juan Desiderio, Romina Freschi, Martín Gambarotta y Laura
Wittner, los costarricenses Luis Chaves y Mauricio Ventanas, los venezolanos
Arturo Gutiérrez Plaza y Daniel Pradilla, los peruanos Lorenzo
Helguero, Rodrigo Quijano y Rocío Silva Santisteban, los mexicanos
Román Luján y José Eugenio Sánchez, el ecuatoriano
Edwin Madrid, la nicaragüense Tania Montenegro, el boliviano Juan
Carlos Ramiro Quiroga. El volumen se cierra con "Zeitgeist zurdo",
un ensayo escrito por Edgardo Dobry.
"Creemos
que la poesía de estos poetas lejos de domesticar imbrica la fuerza
de nuestra propia sensibilidad, al darnos una sensación de animación
diferente a la provocada por la poesía del pasado o mejor, del
presente paralelo. Es ésa quizás la razón de nuestra
elección: la revelación de una potencia desconcertante;
la energía de la desesperación; el brío; lo que bien
pudiera hacer al papel empalidecer de tanta audacia", escribieron
González (ver poemas suyos en VOX virtual número 8) y Araya
en el prólogo. En este reportaje realizado por correo electrónico
se extienden sobre esos argumentos.
-¿Cómo
surgió la idea de hacer la antología, con qué propósitos?
-Pedro
Araya: Caminando por Barcelona. Caminar da un cierto ritmo para pensar
estupideces y de ellas hacer surgir algo medianamente defendible. También
los dos somos zurdos
de allí la trama.
-Yanko
González: Nooo!!! Las antologías surgen como los criminales,
por la necesidad. Esta no es la excepción. Pese a que habían
dos compilaciones anteriores de similares intereses (un mapeo "crujiente"
de lo que ocurría con las hornadas más jóvenes del
panorama latinoamericano), creímos que estas tenían serias
limitaciones. Dos ejemplos emblemáticos son la de Ramón
Cote (Diez de Ultramar. Presentación de la Joven Poesía
Latinoamericana) y la de Julio Ortega (Antología de la poesía
latinoamericana del siglo XXI: el turno y la transición). La primera
es un intento conservador -absolutamente derecho- de dar cuenta de un
panorama legitimado y viciado, sin riesgo alguno. Bajo el subtítulo
de "joven poesía latinoamericana" se esconden carnes
de estatua como Zurita, por ejemplo. La de Julio Ortega es atrevida, sin
embargo incorpora a poetas con distinta recepción y espesor. Su
defecto es querer dar cuenta de un pulso global, representativo de la
poesía emergente finisecular en los distintos contextos nacionales
latinoamericanos, por lo que cae estrangulado por sus pretensiones. Zurdos
nace de la convicción de la imposibilidad del paneo representativo.
Por lo mismo trabaja sobre la idea del sesgo, de parcialidad. Su pretensión
heurística es la de armar un rompecabezas con las sobras de las
piezas y por medio de esos retazos contraleer la poesía latinoamericana
reciente. Claro, el proyecto comenzó en el año 2000 a caballo
entre Barcelona y París, muy lentamente, hasta tener una visión
acabada de la figura que NO queríamos formar. Desde lejos América
Latina se ve como un ají grueso y comestible, por lo que creímos
tener osadía para enchilarnos.
-Una
antología, se dice en el prólogo, es una forma de lectura.
¿Cómo describirían la lectura que produce Zur Dos?
-Y.
G.: Que no pasarán. Ni la monarquía de interdictos, ni las
muecas fomes, ni los flatos engolados. Aún tenemos "República
de Andesia"
-P.
A.: No estoy de acuerdo. El resultado no es muy claro, y quizá
no quiera serlo. A cada cual su lectura. ¿Una hermandad de monstruos
o de desadaptados que escriben cualquier pelotudez? ¿Un grupete
de candombleros? ¿Un hato de escupe mangos? ¿Poetas?
.
¡¡¡¿Poetas?!!!
.¿y la lucidez? Vaya
a saber uno. Dicen que parir en cautiverio es pecado de zurdos. Algo quizá
haga recordar a los juegos de niño que solíamos prodigar:
aquel de meter la cabeza entre las piernas, de pie, para así imaginar
el mundo bocabajo mientras la sangre subía a la cabeza y el delirio
se hacía cada vez más incisivo
Ahora bien, pasados
los treinta y pico, no diríamos que el efecto sea el del vértigo
pero
quizás lo bordea, en leve. Vértigo de encontrarlos, de leerlos,
de dar con ellos, juntarlos en este objeto. Y de pasar horas, ulcerosos,
obsesos, desencontrados, entomólogos precoces, callados, con aires
de sapiencia, a discutir a quiénes, a cuántos. De allí
que la lectura misma sea una zurda. Zurdos de pensamiento, palabra, obra
y omisión, no sabíamos hacia qué lado del arquero
patear. Hasta dar con estos ritmos. El lápiz, la cojera, lo manco,
la síncope abstrusa, el linde del fracaso. A mi modo de ver, claro,
queda el ritmo, la forma del hato de fantasmas que recorren el libro,
no-perceptible, pero calando...El acto silencioso de una lectura de diversos
tempos que ritman estas páginas. La lectura se hace acto carnal,
aquel de ojear y manducar las hojas
de vuelta al pangaré.
-La
mayoría de los poetas incluidos han publicado textos a través
de revistas como Los amigos de lo ajeno, Matadero o poesia.com e incluso
ya aparecen en antologías previas. ¿Hay un circuito establecido
para esta producción? Por otra parte, llama la atención
la ausencia de poetas colombianos y la escasa presencia de uruguayos y
cubanos.
-Y.
G.: El que haya menos uruguayos y muchos argentinos, es caer en la trampa
de la representatividad. Nuestra hipótesis de trabajo es que más
allá del ordenamiento político-territorial, emerge una América
latina más dialogante de lo que creemos, por tanto la estadística
no cuenta. Importa cada caso, en terminología científico
social, la "representatividad analítica", que es antiestadística,
puesto que responde a un fondo interpretativo. En este sentido, a mitad
del divertimento le comenté a Pedro que con una buena antología
de poesía argentina reciente la tarea hubiera sido completada.
Mi convicción personal es que desde hace al menos 15 años
la poesía argentina brincó tan lejos que muchos de los coqueteos
liricones latinoamericanos aparecen remedos vinagres. De allí que,
en mi opinión, faltaron aún más argentinos y los
nombres de los antologadores sobraron. Buena parte de esa paranoia intentamos
sanarla pidiéndole un epílogo a nuestro médico de
cabecera, el Dr. Dobry.
-P.
A.: El que quiera que agregue y que publique!!! Pero no jodan con que
uno más, uno menos!! El mapa es de los rincones, de los mojados,
sin cuota fija. Son los que encontramos
. Eso es todo. Se sabe que
los zurdos no abundan. La segunda edición, incluirá, en
un acto de demagogia provinciana, unas páginas en blanco
"incluya
señor lector, a sus hermanos".
-¿En
qué textos se manifiesta la doxa que estos poetas pondrían
en cuestión? ¿Quiénes serían sus representantes?
-P.
A..: Me parece que nuestra propia zurdera nos impide contestar a esta
pregunta. La movilidad de las escrituras aquí llamadas a cita,
pero también la de la propia doxa que quisiera adueñárselas
nos impiden una respuesta. Ezra Punk nos impide. Pessoa nos impide. Lo
que es claro es que los dardos apuntan a múltiples aspectos de
la doxa. Uno de ellos: lo establecido de una lengua, la opinión
común de cómo utilizarla. Otro: la denominación de
"lo poético"= inspirado, bello, trascendente. Otro: lo
nacional como dado. Entonces, nos interesamos, más o menos, en
la ilegalidad. Lecturas ilegales. Escrituras ilegales. Que se cuide la
diritta ciencia, la diritta via
mejor la che era smarrita.
-Y.
G.: Por fin coincido. Obvio, porque son las pulsiones con las que rumiamos
la antología. La más contundentes doxas a manosear fueron
la idea moderna como sobremoderna de lo "poético" y la
idea de estado-nación como dador de identidad lírica. Pero
entendámonos, esta no es una tesis doctoral, ni puntos canjeables
por un puestecillo en la repartija de dádivas mediáticas
dándose ínfulas académicas o malditas. Su fin y su
rigor radica en el libertinaje de contraleer la poesía latinoamericana
actual esparciendo tanto placer como rencor.
-A la
vez en el prólogo se cita a poetas de generaciones precedentes,
como Arturo Carrera o Waldo Rojas. ¿Estas menciones implican el
reconocimiento de una filiación?
-Y.
G.: No. Citamos para devorar...
-P.
A.: Creemos en la poligamia, la poliandria, el incesto, el concubinato
desatado, la insania de hermanas con hermanos, todo para embolinar la
perdiz y decir lo poco que cupo en unas cuantas hojas. Por supuesto nuestra
admiración personal va para Carrera y Rojas, poetas importantes
y necesarios en su ilegalidad zurda también.
-Y.
G: Pero no son los únicos ni mucho menos. Han, por cierto, creado
vínculos con los poetas posteriores; vínculos de escritura,
de diálogo. Pero de allí a ver en ello una filiación
única
mucho pasto. No son los únicos citados, también
andan por allí Juan Luis Martínez, Plotino, el Pseudo Longino,
Perlongher y otros silenciosos; pero nos sirvieron para acentuar, afilar,
ciertos puntos de vista
-P.
A. La monstruosidad, por ejemplo, como grilla de lectura; o el desboque
como convocatoria
.la diablura del significante
la lectura
incisiva. Filiación, eso sí, quizás en la desmesura,
en el rigor de la insania, la de pretender que se puede seguir escribiendo
algún poema que podamos agregar a este mapa de rincones y mojados,
la de seguir escribiendo, leyendo, rayando canchas cuando la pelota de
trapo cayó a la zanja y nos dicen que despejemos el área
porque comienza a oscurecer
-Y.
G.: ...y viene el autogol.
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