Edición especial de 50 ejemplares con grabados firmados por el ilustrador
Francisco Garamona nació en Buenos Aires, en 1976. Publicó Parafern, Ediciones Deldiego, Buenos Aires, 2000; El verano, Ediciones Deldiego, Buenos Aires, 2001; Carcarañá, Casa de la Poesía de la Ciudad de Buenos Aires, 2002; Tavali, Ediciones Amaranta, Rosario, 2003; Cuaderno de vacaciones, Siesta, Buenos Aires, 2003; Pequeñas urnas, Gog y Magog, Buenos Aires, 2003; Una escuela de la mente, Eloisa Cartonera, Buenos Aires, 2004; La momificación de Bárbara, Junco y Capulí, Rosario, 2004; Los patos, (con ilustraciones de Max Cachimba) Eloisa Cartonera, Buenos Aires, 2005; Que contiene láminas, Gog y Magog, Buenos Aires, 2005; Aceite invierno, Editorial Municipal, Rosario, 2005; La leche vaporosa, Vox, Bahía Blanca, 2006; Cosas encontradas en un pupitre, B y F, Buenos Aires, 2008; Pueblo y ciudad llanos, B y F, Buenos Aires, 2009; A Luz entre las folhas,
Yiyi Yambo, Asunción del Paraguay, 2009; Una proposición, Mata-Mata Ediciones Latinoamericanas, Guatemala, 2009 y En un supermercado chino, La trampera, Rosario, 2009.
Las imágenes y escenas que se describen en los poemas de Esculturas topiarias funcionan como encantamientos. Son marcas que se inscriben en la mente del lector y lo remiten a un mundo conocido pero inesperado. Producen una sorpresa suave, sin estridencias. Objetos y acciones se presentan de un modo, si se quiere dislocado o también podríamos decir en constante deslizamiento. La experiencia que se transmite es la que acopia la imaginación o el ensueño; un estado de la percepción que conduce al desconcierto; y esta práctica, que se agradece por la forma en que nos genera nuevas preguntas, está presente en todo el libro. Una poesía atravesada además por la pintura y trabajada con una delicada música interna, donde es posible encontrar lo más concentrado del mundo garamoniano.
Gustavo López |