Madeline Millán vive hace trece años en los Estados Unidos y a su llegada trabaja con unos amigos en una editorial de poesía chilena, y por ello puede decirse que su trabajo fue al mismo tiempo una escuela. Mientras, escribe su tesis de maestría sobre el juego en los relatos detectivescos de Borges. Le gustó la vida de un barrio llamado Alphabet City en el bajo Manhattan, lugar donde nace ella y su hija, así como su segundo libro inédito, Leche (1995). Ha publicado en revistas de Latino América y en distintas revistas literarias de la red electrónica. En la actualidad trabaja como traductora y a tiempo parcial enseña en un college lenguas, literatura, historia y religiones del Caribe. Ha creado su página literaria www.home.earthlink.net/~millan1 pues si bien esta es una vocación solitaria, lo es mucho más cuando se escribe en una lengua extranjera.
Una complicada consola de grabación para tratar la voz del mito: así podría sintetizarse el profuso aparato técnico que exhibe este libro. Mitos literarios, como Frankenstein, aquí “puesto” en la sierras de México; mitos eróticos, la archisabida escena del
voyeur;mitos racistas, como el que afecta los latinoamericanos en New York. La sustancia no existe o es un efecto tecnológico,
una complicada puesta de luces en un museo in de la Gran Manzana; ni la ceguera está libre de ser procesada en un ambiente de visibilidad absoluta y la vida después de la muerte no se sabe si transcurre en otro mundo o en éste, el de
Siempre. Así, el doble vínculo del mito, por un lado con la naturaleza y por el otro con la cultura, se desanuda en uno de sus extremos y deviene aceleradamente reconstrucción que requiere de un cajón de sastre que, si bien formado en las vanguardias,
no duda en apelar a la memoria pop a la cual hasta Borges pertenece. Libro de la extranjería, libro del meteco, para apreciar la audacia y la firmeza de la apuesta de Para no morir dos veces tal vez habría que tener más información sobre el estereotipo que Yanquilandia exige de un poeta latinoamericano inmigrante. Acá, en Argentina, es un libro de primer nivel. |